Pide un deseo » YoonMin.

[9]

Jin observó en silencio a su compañero, YoonGi se encontraba frente a él, con las manos y labios temblorosos, sus ojos se encontraban completamente rojizos mientras su mirada se encontraba perdida en algún punto distante.

— J-Jin. — Llamó el pelinegro siendo consciente de la presencia del mayor junto a él. Su mano derecha subió hasta su pecho mientras se apretaba fuertemente la parte del corazón. — N-No sé que tengo. — Mencionó con dificultad. — M-me duele, siento... Siento tantas cosas, tanto dolor en donde debería sentir felicidad. — El mayor escuchó en silencio, tomando una manta de su cama se acercó hasta YoonGi y la rodeó con esta para luego sentarse a su lado ofreciendo el apoyo que el menor buscaba desesperadamente. — ¿Tienes algo para el dolor? — Mencionó con la voz rota mientras buscaba con la mirada a Jin. — Alguna pastilla, algo que me haga olvidar.

— Tengo mis hombros para que puedas llorar en ellos. — Mencionó sincero mientras jugueteaba con la negra cabellera de su dongsaeng. — Tengo todo el apoyo que un amigo puede ofrecer. — Sonrió tristemente mientras YoonGi se aferraba en un fuerte abrazo con él. — Llora todo lo que quieras, Gi. Mañana será un día mejor, ya verás. — Le animó.

— A veces, solo estoy tan cansado. — Confesó. — Solo quiero dejar todo y olvidarlo.

— Buscaremos la mejor solución Yoon. — Afirmó Jin mientras recordaba a Jimin en la misma situación que YoonGi estaba en ese instante. — Por los dos y por el bien de todos.

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— ¡Jimin! — Taehyung gritó tirándose prácticamente encima de él, ambos cayeron de lleno al piso del parque, siendo más doloroso para Jimin quién tuvo que soportar el peso de Taehyung encima de él. — Cielos, he estado llamándote desde hace rato, ¿Por qué... — Taehyung calló al ver las notorias lágrimas en el rostro del mayor, boqueando un par de veces. — ¿Qué tienes? — Preguntó frunciendo el ceño en preocupación.

— Nada. — Susurró con la voz baja mientras Taehyung se paraba y lo ayudada.

— Pues te ves pésimo para ser nada. — Mencionó con simpleza. — ¿Seguro que no tienes nada Jimin-ssi? — Cuestionó. — Sé que apenas te conozco pero...

— Ese es el problema. — Rió tristemente mientras veía al menor frente a él. — Tú no me conoces pero yo te conozco a la perfección, Taehyung. — El de tez morena frunció el ceño confundido.

— ¿Te conozco de algún lado? — Preguntó confundido el menor. Jimin negó.

— Olvídalo TaeTae. — Sonrió sin ganas mientras empezaba a caminar dejando atrás al menor.

— ¡Jimin! — Exclamó Taehyung mientras veía que el mayor avanzaba dejándolo atrás. — ¡Jimin, espera! — Volvió a llamar, esta vez corriendo detrás del castaño. — ¿De dónde me conoces? — Preguntó agarrándolo del brazo y haciendo que este se detuviera.

— Es difícil de explicar. — Mencionó Jimin. — Pensarás que estoy loco. — Rió sin gracia.

— Cuéntame. — Le animó. — Prometo no juzgarte, palabra de...

— Kim TaeHyung, el mejor amigo que pudieras llegar a tener. — Sonrió Jimin. Taehyung palideció ante la mención de aquellas palabras. — Solíamos contarnos todos nuestros secretos, Taehyung. — Jimin acarició la cabellera del menor. — Por favor, solo cree en mí una vez más.

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