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YoonGi no sabe cuántos tragos lleva y mucho menos cuantos ha tomado el menor, Jimin tiene rato con un leve tono rojizo adornando su rostro mientras que sonrisitas tontas se le escapaban de vez en cuando. Era tan adorable que Min sentía unas ganas inmensas de jugar con aquellos adorables cachetes que desde hace algún tiempo lo están tentando, está enamorado como un idiota y la intensidad de esos sentimientos lo hacen sentir un poco inseguro y hasta incómodo en presencia del castaño.

— Hyung, siento que todo el mundo da vueltas. — Rió tontamente mientras volvía a tomar de su vaso. YoonGi negó divertido viendo la mueca en el rostro del castaño. — Sin embargo, estoy consciente. — Aseguró.

— ¿Sí? — Rió el mayor. — ¿Qué tan consciente estás? — Cuestionó interesado. El menor parpadeó y luego negó.

— Estoy lo suficientemente consciente para sentirme incómodo. — Confesó. YoonGi frunció el ceño ante lo dicho por el menor. Jimin rió sin gracia mientras esquivaba la mirada del mayor. — Te dije una vez que estoy enamorado. — YoonGi asintió. — Y estoy j-jodido. — Puchereó tristemente.

— ¿P-Por qué? — Preguntó dubitativo siendo consciente que el menor estaba abriendo una parte de su corazón hacia él, y aunque lo que pudiera decir lo lastimara, él estaría dispuesto siempre en ayudar a su dongsaeng en lo que pudiera. — ¿Q-qué te pasa? — Preguntó al ver que el menor se llevaba las manos a la cara y un leve sollozo escapaba de él. — Jimin-ah. — Llamó.

— Estoy enamorado. — Confesó aun ocultando su rostro. YoonGi asintió.

— Lo sé, tú me lo dijiste ya. — Respondió.

— Estoy enamorado de ti. — Mencionó armándose de valor pero aun cubierto por sus pequeñas manos. YoonGi se tensó en su lugar y empezó a negar mientras una sonrisa tonta se empezaba a dibujar en su rostro.

— Jimin-ah. — Llamó nervioso mientras bajaba del taburete en donde estaba sentado y se acercaba al cuerpo tembloroso del menor. — Jimin. — Volvió a llamar cuando estaba a escasos centímetros de distancia, llevando sus manos junto con las del menor. — Minnie. — Llamó con cariño tomando las manos del castaño y retirándolas con cuidado. — Estás confundido. — Susurró con dolor mientras veía los ojos del menor empañados de lágrimas. — E-Es... Quizás es algo... — Dudó sin saber que decir. — Quizás solo tú estás confundiendo las cosas. — Jimin negó.

— No es así. — Mencionó riendo sin gracia. YoonGi siguió aferrado a aquellas manos y el menor simplemente deshizo el agarre. — Sé que es una grandísima estupidez lo que estoy diciendo, que hemos crecido prácticamente como hermanos, pero estoy seguro. — Susurró viendo fijamente a los orbes oscuros del pálido. YoonGi tragó en seco ante la intensidad en la mirada del castaño. — Estoy seguro que este sentimiento que cada día crece dentro de mí, es amor. — Susurró con la voz rota por el inminente llanto mientras tomaba una de las manos del mayor y la llevaba a su pecho, específicamente a la altura del corazón. — Te amo hyung, como un amigo, como un hermano, y como pareja. — Susurró. YoonGi negó.

— Jimin-ah. — Susurró con dolor queriendo decir muchas cosas por las cual le era imposible creerle al castaño, pero cuando Jimin lo agarró fuertemente del cuello de la camisa y sus bocas impactaron en un furioso beso, toda razón y lógica escapó de él mientras sus labios se amoldaban perfectamente a la danza que los belfos más gruesos encabezaban, sin embargo, aunque el menor lo atrajera como si fuera un simple metal al imán, decidió que no era tiempo para cometer un error, debía pensar primeramente en BTS, luego en él.

— D-debo i-irme. — Susurró cortando el beso y separándose lo más rápido que pudiera del castaño. Jimin parpadeó confuso y le tomó un buen tiempo acostumbrarse a la idea que había besado a su hyung y que éste prácticamente había escapado de él. Una sonrisita tonta se dibujó en su rostro mientras llevaba una de sus manos a sus abultados labios. ¡Lo había besado! Su corazón latía furiosamente y dejando el vino a medio acabar, se levantó del pequeño taburete y fue al único lugar en donde seguramente estaría refugiado el mayor.

— Me sé la contraseña hyung, respeto tu derecho a querer estar solo, pero es mi deber abrir esta puerta porque te necesito justo ahora. — Mencionó lo más alto que pudo antes de teclear el código que se sabía de memoria, un leve clic sonó en la estancia y más temprano que tarde el castaño estuvo nuevamente con YoonGi. El pálido se encontraba sentado cubriéndose la cara con ambas manos. — Bueno... — Titubeó el menor. — Y-Yo...

— También me gustas. — Confesó el mayor de ambos mientras seguía escondido de la vista del castaño. Jimin se sintió casi sin aire al oír aquella confesión. — Pero tengo miedo de no saber manejar esto, de perder todo lo que amo y todo por lo que hemos trabajado. — Suspiró. — No somos solamente tú y yo, somos un grupo Jimin.

— No tengas miedo, solo confía. — Susurró Jimin mientras avanzaba con total parsimonia, los nervios lo estaban comiendo vivo pero la imagen frente a YoonGi era totalmente diferente. — El amor tiene distintos tonos de colores, pero a pesar de todo, solo tienes que creer en lo que siento... — Meditó un momento. —En lo que sentimos. — Corrigió. — Porque tú lo sabes y yo lo sé, nada más debe importar.

Y como si las palabras de Jimin hubiesen sido el empuje que necesitaba, Min YoonGi se levantó de su asiento y tomó bruscamente al menor para unir sus labios en un beso que poco tenía que ver con lo tierno, era un beso abrasador, con todas las ganas de demostrar la cantidad de sentimientos retenidos por un largo tiempo, Jimin tampoco se quedó atrás, abrió su boca y dio fácil entrada a la lengua del mayor mientras que con sus manos curiosas jugueteaba con el borde de la camisa del pálido.

No lo saben con exactitud, más bien son llevados por el sentimiento, YoonGi sabe que debe detenerlo, incluso Jimin piensa que realmente van demasiado rápido, pero cada uno es renuente a la separación y cuando el tacto es más ameno y las prendas de vestir desaparecen pieza por pieza, saben a la perfección que son ellos quienes han encontrado su destino en medio de billones de personas en el mismo mundo, incluso cuando son uno solo y los gemidos roncos son lo único que resuena en aquel estudio, no hay una vuelta atrás, ahora no eran simplemente uno solo luchando contra sus emociones y sentimientos, ahora eran ellos y lo seguirían siendo, incluso cuando la más fiera tormenta amenace con inundar su felicidad, ellos saldrían adelante.

Tenían que salir adelante.

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¡Hola!

Muchas gracias por leer, votar y comentar. 

Empezamos Octubre con la primera actualización de la historia.

Lamento el spam de ayer, fue enviada a borradores la historia y tuve que sacar capítulo por capítulo porque no sabía hacerlo todo de golpe. 

No hice mención explicita del lemon porque no quiero eso para esta historia, no quiero que se enfoque en cuan bueno o no fue la parte del delicioso, así que lo narré superficialmente.

Confieso que me da cosita el "tenían que salir adelante", siendo que YoonGi en la linea original de la historia está muerto.

¡Muchas gracias por leer! x2

Espero les gustara el capítulo.

¡Hasta la próxima!

Pd: recuerden seguirme si aun no lo están haciendo.🔥👀

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