Pide un deseo » YoonMin.

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Jimin una vez había escuchado que no había peor forma de extrañar a una persona, que teniéndola justo al lado y no poder envolverla en un abrazo o simplemente recostar tu cabeza encima de ella como solías hacer antes de perderle. 

Y Jimin puede confirmarlo justo ahora mientras ve como el pálido lo observa fijamente esperando una respuesta, respuesta que  YoonGi debería saber pero que por tantos motivos, ya no era dueño de ella. El menor simplemente no podía decirle "Bueno hyung, resulta que soy el amor de tu vida, solo que realmente no lo sabes aún".

— Se llama Jimin. — Mencionó Taehyung. — Es sordo hyung, no puede verte. — YoonGi lo siguió observando por largo tiempo, dirigiendo la información, mientras que Jimin volteaba a ver al castaño y JungKook se partía de la risa.

— ¡Taehyung! — Se quejó Jimin en voz alta con un adorable color rosa adornando sus mejillas. YoonGi frunció el ceño.

— ¡Él acaba de hablar! — Mencionó YoonGi.

— Jesús lo acaba de sanar. — Mencionó JungKook entre risas. Taehyung negó divertido. — En realidad hyung, era una broma, ¿acaso no escuchaste lo que dijo Tae? "Es sordo, no puede verte" — Trató de imitar la voz del moreno. — ¿Si ves que carece de lógica como toda la vida de Taehyung?

— ¡JungKook! — Esta vez quien se quejaba era Taehyung y Jimin no pudo evitar sentir una gran nostalgia en aquel momento. Quizás eran diferentes épocas o mundos, ni siquiera sabía con exactitud en que se había convertido su vida, pero aquellos chicos seguían siendo los mismos.

— Muy graciosos. — Se quejó el mayor visiblemente divertido. — Mucho gusto Jimin-ah, soy Min YoonGi. — Le ofreció la mano y el menor no dudó en aceptarla apretando quizás un poco más de la cuenta. — No te había visto por aquí antes.

— Lo compré por internet y me llegó hoy hyung. —Taehyung volvió a meterse en la conversación y Jimin contó hasta diez para no meterle un golpe al castaño. — Es tímido y no sabe hablar.

— ¡Si se hablar! — Se quejó enfurruñado en su lugar. — Mucho gusto. — Esta vez fijó su mirada en el mayor de todos. — Me mudé recientemente, no me compraron por internet. — Agregó mientras fulminaba con la mirada a Taehyung quien no dejaba de reír recostado de JungKook, el menor simplemente parecía comodísimo teniendo prácticamente a Taehyung encima de él. — Es un gusto también conocerlo. — YoonGi le regaló una pequeña sonrisa mientras llevaba sus manos hasta la cara y se removía los cabellos que interferían con su vista. Jimin observó todo movimiento atento hasta dar con una pequeña marquita en el dedo anular del mayor, la observó tan fijamente que YoonGi no pudo evitar reírse ante la curiosidad que reflejaban los ojos de menor. Taehyung se alejó de ambos alegando que las presentaciones no eran de su agrado y que había un puesto de heladitos que había llamado su atención y Jungkook como siempre, siguió el camino del mayor.

— No estoy casado. — Mencionó YoonGi mientras veía a los dos menores irse. Jimin sintió su rostro colorearse por la pena. — Es una marca de nacimiento. — Comentó mientras observaba su mano, específicamente el dedo en donde se posaba aquella marca semejante a la de un anillo. — Mi abuela dice que es una marca de otra vida. — Se encogió de hombros mientras Jimin jugueteaba nerviosamente con uno de sus anillos. — Nunca he conseguido un anillo que cubra en su totalidad la marca.

— Prueba con este. — Susurró el castaño mientras se desprendía de uno de sus anillos. YoonGi tomó el pequeño aro y lo observó fijamente antes de ponérselo. En silencio contempló como aquel anillo cubría por completo la marquita en su dedo anular.

...

— Con este anillo quisiera decir que estamos unidos, incluso hasta después de la muerte. — Mencionó YoonGi otorgándole al menor un fino aro de color oro.

— Sería muy extraño que lo usáramos todo el tiempo hyung. — El castaño tomó el pequeño anillo en sus manos y lo guardó.

— Yo si lo usaré. — Mencionó serio el mayor. — No tengo miedo del que dirán. — Sin decir más salió de la habitación dejando a Jimin con un extraño mal sabor en su boca.

...

— Es bonito. — Mencionó el mayor.

— Te lo puedes quedar. — Se encogió de hombros el castaño. — Tengo otro igual. —Mencionó restandole importancia.

— Está bien. —Rió el mayor mientras seguía observando el bonito anillo en su mano. —Así piensan que estoy casado con un chico lindo.

...

— Son bonitos, parecen de pareja. — Mencionó Jin mientras veía el anillo que guardaba Jimin en una cajita. — ¿por qué no lo usas?

— Pensaran cosas que no son.

— ¿No eres pareja de YoonGi, Jimin? — Preguntó el mayor del grupo. — Yo me consideraba el padrino de la boda.

— Hyung, hay cosas que son imposibles.

— El amor no es imposible, difícil puede que lo sea, pero no imposible Jimin-ah, mucho menos el que ustedes dos se tienen.

...

— ¿Lo ves Jimin? — El castaño escuchó la voz de Von pasearse a su alrededor, siendo un frío recordatorio de su presencia. YoonGi seguía hablando de algo que el menor no era capaz de entender. — Incluso en otra realidad no tiene miedo de negarte.

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¡Muchas gracias por leer y disculpas por cualquier error!

Hasta la próxima.