Capítulo 6: No puedo amarlo.

361 42 1
                                    


  Corrió hasta que los pulmones no le dieron más. Necesitaba descansar y recuperar el aire perdido por su maratón para poder alejarse de Donghae, aunque sabía que si Hae se lo proponía, lo podría encontrar muy fácilmente.

Debía pensar... tenía que hacerlo... porque aunque no hubiera obtenido su forma hasta aquel tiempo... tenía muy en claro todas las reglas de su familia y de la manada... y también para mantener el linaje.

¿Acaso su padre aceptaría que él obtuvo su forma gracias a Donghae, con el cual, ya estaba conectado? ¿Donghae lo aceptaría?

Fue a sentarse en una de las hamacas de la plaza en la que se encontraba. Su cabeza, como su corazón, eran un lío. ¿Cómo podría manejar todo aquello si ni siquiera podía manejar su propia vida?

-¿Por qué? ¿Por qué? ¿POR QUÉ?- terminó gritando a todo pulmón, mientras las lágrimas recorrían lentamente sus mejillas.

Ya dentro de su cabeza estaba imaginándose las palabras de su padre de desaprobación... obligándolo a emparejarse con alguna otra persona... con alguna otra que tuviera... el mismo linaje que él o más alto aun... si eso era posible.

Su padre siempre había sido codicioso con respecto a lo de los linajes y más si era por parte de su hijo varón, ya que con Sora le era indistinto con quien terminara.

-Si tan solo no hubiera aparecido... si tan solo... si tan solo... -las lágrimas no paraban de salir de sus ojos.

-Lo siento- escuchó a alguien disculparse.

Había conocido aquella voz, así que no se iba a tomar la molestia de levantar la vista y ver de quien se trataba. Estaba bien como estaba, con sus codos apoyados sobre sus muslos, y su rostro escondido entre sus manos.

-Lárgate- fue lo único que le dijo algo enfadado.

-Hyukjae.

-¡QUE TE LARGUES!- le gritó sin quitar sus manos de su rostro. No quería que nadie lo viera de aquella manera y menos él.

-Hyukjae por favor- le pidió mientras lo tomaba de uno de los brazos, obligándolo a levantar la vista para que sus miradas se encontraran.

-¿QUÉ PARTE DE QUE TE LARGUES NO ENTIENDES?- le gruñó y sus ojos se encontraron.

Donghae se sorprendió a verle los ojos tan colorados e hinchados por el llanto. Dejó sus brazos caer a sus costados, apretando sus manos, haciendo que sus nudillos quedaran blancos como el papel por la presión que estaba ejerciendo. Incluso, casi termina pasando su piel, clavándose las uñas en la palma de la mano.

-Debes hacer tus cosas. Mañana partimos a Corea- fue lo único que le dijo intentando que no se le quebrara la voz.

-No iré- le contestó calmado para la sorpresa de Donghae.

Sus ojos se volvieron a encontrar.

-Debes ir con tu padre.

-No lo haré- le volvió a decir y se paró de la hamaca, quedando frente a frente.

-Sabes que si no vas tu padre vendrá a buscarte y llevarte aunque no lo quieras.

-Lo conozco perfectamente Donghae, no hay necesidad que me digas algo obvio... ahora vete a contarle a mi padre que no iré con el rabo entre las piernas... porque no estará muy feliz al recibir esa noticia.

-No me iré hasta llevarte conmigo.

-Pues buena suerte con el intento de llevarme contigo- lo empujó hacia un costado para poder pasar e irse.

Cuando dos corazones se encuentran [TERMINADA]Where stories live. Discover now