Capítulo 10: Consecuencias.

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  Al llegar al frente de la gran mansión de su padre, sentía cómo sus manos sudaban. No habían avisado que se habían tomado un vuelo para allí y menos aún, que se encontraban ya.

Donghae lo tomó de la mano y se la apretó levemente. Hyuk volteó su rostro, encontrándose así con los ojos de él, brillantes y diciéndole que él estaba allí con él sucediera lo que sucediera.

Intentó tragarse el nudo que se le había formado en la garganta, pero le fue inútil. No podía hacerlo y tampoco podría hacerlo. Algo dentro de él le gritaba que había tomado la peor decisión de su vida y que se arrepentiría si pisaba aquella mansión, pero aun así, con todas sus inseguridades y miedos, se acercó a la reja, donde un hombre uniformado los atendió.

El hombre, el cual parecía un ropero, se acercó a ellos y reconoció de inmediato, tanto a Hae como a Hyuk. Este último se quedó impresionado que aun lograra reconocerlo, porque cuando se había ido de aquella vida aún era lo bastante joven como para poder cambiar físicamente, considerablemente.

El hombre le abrió la puerta, pero hizo mala cara al verlos tomados de la mano, pero aun así, no dijo nada al respecto.

Tomó un teléfono que se encontraba incrustado contra la pared de piedra que rodeaba la propiedad, y luego de hablar puros monosílabos con alguien del otro lado, le dijo a ambos que ya podían ingresar.

Caminaron el largo trayecto a pie, mientras Hyuk se rebanaba el cerebro para ver qué era lo que le diría a su padre sobre su unión con Donghae, la cual, ya estaba cantado que no aceptaría luego de ver el rostro contraído del guardia de la puerta.

Al llegar a la puerta, los recibió una mujer con traje de sirvienta e hizo una leve venia al verlos para luego dejarlos pasar.

-Su padre lo espera en el despacho- le dijo a Hyukjae mientras le tomaba los abrigos- Dice que quiere hablar solamente con usted- les comunicó al ver que Donghae se encaminaba hacia el lugar de trabajo del padre de Hyuk, junto con su pareja.

-¡Oh!- exclamó Hae y se frenó y miró a Hyuk- Te esperaré fuera entonces ¿sí?- le dijo con una leve sonrisa, la cual no convenció mucho a Hyuk, pero aun así, asintió con la cabeza y se fue a buscar a su padre.

Lentamente abrió la puerta del despacho luego de tocar cinco veces y no recibir respuesta.

-Para Hyukjae- le dijo una voz autoritaria y dura. Como siempre la había recordado.

Se dejó ver y cerró la puerta detrás de él, para luego dirigir su mirada hacia su padre, quien se encontraba sentado en su silla, frente al gran escritorio negro que Hyuk recordaba como si hubiera sido el día anterior que lo había visto.

-Por favor, siéntate- le pidió y señaló la silla frente a él.

Con algo de temor, Hyuk fue lentamente a sentarse frente a su padre, quien no le quitó los ojos de encima ni por un microsegundo.

-Veo que- se acomodó en el asiento- has venido al final y no tuve que enviar a nadie más que a Donghae para que te buscara.

-¿Para qué me quieres aquí?- le preguntó intentando poner su voz más seguro, a lo que falló en el intento.

-Como sabrás, no tengo ningún otro hijo varón para darle mi puesto cuando muera o cuando decida retirarme.

-¿Y?

-Que, tú eres el legítimo heredero de todo... pero...- ese pero no le gustó a Hyuk- veo que no has venido por eso- miró más arriba de sus ojos, hacia sus cabellos- ¿Cuándo sucedió?

-Hace un par de días.

-¿Lo hicieron?

-Sí.

-De acuerdo- se levantó del asiento y se encaminó hacia la puerta.

Hyuk lo siguió con la mirada y vio cómo abría las dos hojas de la puerta, dejando a la vista a Donghae, arrodillado, con la cabeza gacha y dos hombres, o mejor dicho mastodontes, a su lado.

Hyuk no pudo abrir más los ojos porque le fue imposible y sintió una opresión en su pecho al ver cómo débilmente Hae levantaba la cabeza, dejando a la vista grandes heridas en su rostro, como tambien tenía en todo su cuerpo.

-¿Qué le has hecho?- preguntó histérico, levantándose de golpe de la silla.

Su padre lo miró a los ojos con una sonrisa sádica en sus labios.

-Esto es lo menos que le voy a hacer Hyukjae si decides continuar con esta estupidez de querer estar con este como pareja- Hyukjae sentía como lentamente la sangre abandonaba su rostro y todo su cuerpo. Su padre era un monstruo- Ahora tú decides el destino de Donghae hijo. ¿Te quedas con él y él paga las consecuencias, o... decides lo correcto y sensato y me dejas a mí manejar tu futuro?

Hyukjae sentía un blanco en su mente. Incluso las palabras de su padre era imposible que entraran en su mente. La imagen de Donghae en ese estado lo dejó el shock. ¿Qué haría? ¿Qué podía hacer?

Cuando dos corazones se encuentran [TERMINADA]Where stories live. Discover now