SURRENDER | guardians of the galaxy vol. 2 [moonstone series #3]

T R E C E

CON SU mano hecha puño, la energía comenzó a desbordarse por todo el cuerpo de Quill, como si estuviera siendo drenada. Luego, se desbordó por el suelo, expandiéndose a cada rincón. Ego abrió los ojos de par en par, sorprendido.

—No deberías haber matado a mi mamá, ni hablado mal de mi novia y mucho menos haber aplastado mi walkman —gruñó Peter.

—Wow, deberías ordenar tus prioridades, en serio —farfulló Cherry.

Peter gritó, volando de la nada y abalanzándose sobre Ego, golpeándolo con pedazos de roca que encontraba en el camino. Cherry iba a sugerir la terapia familiar, pero claramente eso era más efectivo.

En cuando Ego estuvo lo suficientemente débil, su poder disminuyó notablemente, dejando en libertad a todos los que tenía aprisionados.

Rocket se apresuró a volar hacia la caverna por donde Groot se había metido, y gritó para que pudiera escucharlo:

—¡Groot, si puedes oírme, apúrate! ¡No estoy seguro de cuanto lo pueda distraer Quill!

Rocket voló de regreso con Yondu y Cherry, apresuradamente, en cuanto Groot regresó de haber puesto la bomba.

—¡Yondu, Cherry, estamos por explotar! —exclamó.

—Vayan a la nave —indicó Yondu, señalándolo a él y a Cherry.

—No voy a irme sin Quill —afirmó Cherry, cruzándose de brazos, luciendo como si estuviera dispuesta a hacer explotar a cualquiera que la contradijera. Aun así, Rocket lo hizo.

—Vas a morir —exclamó—. No puedo perderlos a los dos.

La expresión de Cherry se mantuvo tranquila.

—No soy una cobarde y nunca lo he sido. Peter y yo siempre hemos estado juntos y no me iré sin él —insistió, su mirada suavizándose ligeramente, observando a Groot en su hombro—. Rocket, ve a la nave. Alguien tiene que cuidar a Groot en caso que las cosas... no vayan de la mejor manera. Yo me quedaré aquí. Yondu, ve con Rocket.

El rostro de Yondu se volvió sombrío. Bajó la mirada, y negó con la cabeza.

—No hice nada bien en mi vida. Tienen que concederme esto —hizo una pausa—. Además, no voy a dejar a mis muchachos solos.

Rocket asintió gravemente, sus hombros hundiéndose. Parpadeó, intentando ocultar las lágrimas. Buscó en sus bolsillos, y se los pasó a Yondu.

—Dos mochilas con propulsores y un traje para poder respirar en el espacio —murmuró Rocket.

—Está bien —dijo Yondu tranquilamente—. Cherry puede respirar en el espacio.

—¿Que yo puedo qué? —balbuceó Cherry. Yondu ladeó la cabeza, observándola con cariño.

—Claro que te adopté por tu cara bonita sin conocer tu actitud de mierda, Cherry Bomb, pero una vez que te encontré me dediqué a saber más sobre dónde vienes. Tienes habilidades por desarrollar y lo sabes.