Ramé [Sarumi/K-project]

Capítulo dos

Sus pupilas se abrieron de golpe, recordó la horrible noche que pasó... no sabía si esos tipos seguían ahí.

Oyó a alguien tocar la puerta de su departamento, recordó que había quedado con Totsuka salir por la mañana por unas cosas para Kusanagi-san, se movió desesperadamente de los listones, no quería que lo encontrarán desnudo y atado de pies y manos sobre la cama. Aquellos cuatro listones sujetos a las cuatro esquinas de la cama eran una tortura y la de su cuello lo era aún más , le dolía cada parte de su cuerpo.

Totsuka tocaba y una y otra vez, mientras él solo tiraba de dónde estaba atado.

-Yata ¿Estás ahí? -gritó.

-Totsuka-san -susurro ¿cómo rayos iba a explicar lo que sucedió?

De pronto todo se volvió en un horrible silencio.

No me dejes.
Y si regresan.

La desesperación y el miedo comenzaron a apoderarse de él, escuchó la puerta abrir y unos pasos acercarse hasta su habitación... todo sucedía tan lentamente para Misaki. Al fin el pomo giró dejando ver al castaño parado en el umbral, al ver al pequeño pelirrojo se quedó inmóvil.

-¿Qué te sucedió? ¿Quién te ha hecho esto? -lo bombardeó con tantas preguntas.

Yata se sonrojó mientras Totsuka se acercaba rápidamente a él, lo cubrió con una manta mientras trataba de desatarlo fallando en el intento, los nudos estaban bien hechos.

-En aquel cajón hay unas tijeras -susurro suavemente el skate.

-¿Quién te ha hecho esto? -volvió a preguntar. Misaki no respondía, los dos quedaron en silencio hasta que el pelirrojo decidió hablar.

-No lo sé.

-¿Te violó? -preguntó el castaño.

-No quiero hablar de eso -respondió secamente.

Los dos seguían ahí después de un largo rato, si decir palabra alguna, Misaki seguía sin querer hablar.

-Yata ¿vamos aún médico?

-No.

-Te tienen que revisar y...

-No -lo interrumpió -No quiero, solo quiero estar solo.

-Pero Yata...

-¡Vete! Yo... Necesito estar solo -gritó. se cubrió aún más con la manta, se levantó de la cama, sus piernas parecían gelatina  apenas lograban sostenerlo, se dirigió al baño. Totsuka solo lo observaba preocupado.

-¿Quieres algo de comer? -preguntó a lo que Misaki negó con la cabeza -Bien, te haré algo y después iremos al médico.

-¡No!

-¿Y si quien te hizo eso tiene alguna enfermedad?  

-¡Lárgate!

-Estaré en la cocina -cerró la puerta de la habitación y Misaki la del baño.

Después de abrir la regadera, el ojiámbar se desmoronó cayendo contra la fría pared y el agua tibia cayendo sobre su cuerpo. Las imágenes de la noche anterior solo volvían para atormentarlo, recordó a ver sentido un par de manos rodear su garganta tomándola con tanta fuerza que pensó que había llegado su fin.

Comenzó a frotarse la piel a tal grado de volverla roja con pequeños puntos aún más rojos, se sentía tan sucio, débil y asustado.

Nunca imaginó vivir aquello, en algún momento cuando era aún un adolescente imagino hacer esa clase de cosas con Saruhiko, no lo negaría le gustaba y aún sentía algo por él, le hubiera gustado hacer eso por primera vez con el ojiazul. El agua continuaba llevándose los rastros de la noche, cuando sintió que ya era suficiente salió de la ducha y se vistió para encontrarse con Totsuka.

No tenía hambre así que no probó bocado de lo que su amigo le había preparado, después de un rato accedió a contarle todo lo sucedido. Totsuka le había dicho que no podía quedarse en su departamento, que mejor fuera a Homra con él y ahí se quedará por un tiempo  y acepto, hizo una maleta y se marchó junto con él. Ni loco se quedaría ahí solo.

A pesar aún después del baño se sentía sucio, por dentro y por fuera.

XxxxX

8:45 am

El sonido de su pda lo sacó de los informes que estaba haciendo, lo observó era de un número desconocido tan solo traía un archivo adjunto, un video que no dudó en abrirlo.  En el estaba Misaki siendo ¿violado? el azul se quedó en shock, su pulso comenzó a acelerarse y su sangre a hervir; se paró bruscamente de su silla dirigiéndose al despacho del rey azul.

Entró sin permiso alguno.

-Capitán -habló.

-Se a lo que vienes Fushimi-kun a Awashima y a mí también nos llegó el video donde aparece el chico rojo - habló serio - Y también a los dos principales al mando del clan rojo -añadió.

-Rastree al número de donde lo enviaron pero no encontré nada -dijo molesto el azabache.

Después de haber hablado con su capitán, decidió que tenía que ver al ojiámbar. Fuera quien fuera que daño a su bella flor la pagaría con sangre.