Ramé [Sarumi/K-project]

Capítulo ocho

Se removió se sentía tan seguro y cálido entre esos brazos que lo sostenían, abrió lentamente sus párpados encontrándose con el apacible rostro del azul, quien diría que cuando dormía se veía tan inofensivo e incluso adorable.

Una pequeña risa se escapó de sus labios con aquellos pensamientos, una de sus manos libres se dirigió hacía el rostro del contrario y le quitó las molestas gafas.

-Hum -ronroneo y lo sujeto pegandolo más a su cuerpo.

-Hum Saru, no -trato de alejarse.

-Tks eres muy ruidoso Misaki -la grave voz que chocó contra su cuello lo estremeció, un pequeño flashback de aquel suceso llegó a su mente tratando de alejarse nuevamente del azul.

-No me toques... por favor -aquellas dos palabras llamaron su atención, el rojo nunca le decía gracias ni por favor -no... no lo hagas -lo sujetó con fuerza hundiendo el rostro del rojo en su cuello -estoy sucio, no... no me toques Saru -sintió como las lágrimas mojaban parte de su camisa y piel expuesta.

-No digas eso Misaki -acarició su espalda sintiendo como el contrario se estremecía a su tacto.

-Estoy tan roto y sucio, no... no merezco tu atención -susurró. 

-No lo estas, solo fue una situación contra la que no pudiste actuar, no fue tú culpa -su mano viajaba de arriba a abajo sobre la espalda del más bajo -esos malditos ya pagaron lo que te hicieron, no volverán a lastimarte, ni a ti ni a nadie más... además estaré contigo, no me iré.

-Lo prometes Saru -sacó una de sus manos mostrando su dedo meñique extendido.

-Lo prometo Misaki -unió su dedo meñique con el contrario -no volveré a abandonarte.

-Nunca lo vuelvas a hacer Saru -el tibio aliento de Misaki sobre su cuello le erizó la piel, en ese instante fue consciente de cuánto daño le hizo al ojiámbar al marcharse de su lado.

Nunca Misaki, nunca me iré.