Su espalda chocó contra la desgastada pared amarilla de la habitación de aquel viejo motel.
Los chasquidos de la batalla de sus hambrientas bocas era la único que se escuchaba.
Las manos contrarias recorrieron su espalda hasta su desordenado cabello negro, sumiéndose en un profundo y sucio beso.
Sus piernas chocaron con el filo de la cama.
-No cariño el que tiene el control soy yo -susurró cerca de los labios contrarios -te quiero desnudo y en la cama -dijo demandante separando bruscamente al contrario.
En menos de lo que pensó, el castaño se encontraba sobre la cama sin ninguna prenda.
-¿Por qué no te desvistes y empezamos con esto de una buena vez? -soltó suavemente.
-Me gustaría jugar un poco -ambos sonrieron.
Gateo sobre la cama para besar al ojiverde de forma ruda, sus manos sostuvieron las contrarias deteniendo su fallido intento de desabotonar su camisa.
Se separó volviendo a su posición al pie de la cama.
-Manos atrás -mostró una cuerda -y en cuatro.
-Que precavido -ronroneo el castaño.
-Siempre.
Sin ninguna objeción tomó posición, amarró ágilmente la cuerda sin ninguna posibilidad de desatarse; se agachó y recogió la corbata abandonada en el piso del castaño y con ella cubrió aquellos ojos verdes.
Observó el cuerpo del mayor moverse impacientemente.
-Vamos, apresúrate -se acomodó abriendo sus piernas dejando a la vista su entrada.
El azul no dijo nada, mientras repasaba su plan, todo había sido tan malditamente fácil.
-Sigues ahí?
-Acá estoy -se posicionó atrás del castaño el cual comenzó a restregarse sobre el bulto que se encontraba en los pantalones del menor -No seas impaciente voy a tomar todo de ti.
Acarició su con la yema de sus dedos la bronceada espalda causando placenteras cosquillas al mayor.
En un rápido movimiento sacó una de sus adoradas dagas, dejó de acariciar con sus dedos, pasó la afilada punta por toda la espalda delineando una fina línea.
-¿Qu... qué es lo que haces? -se removió un poco.
La afilada punta profundizó la delgada línea, pequeñas gotas de sangre escapaban de la abertura.
-De... detente.
-¿Acaso ustedes se detuvieron cuándo él lo pidió? -su voz salió más fría de lo que esperaba.
-No se de que hablas, suéltame -se movió cual gusano ante la mirada del azul que ya se encontraba parado a un costado de la cama.
-Lo sabes muy bien.
-¡Esto ya no es divertido! -el castaño trató de levantarse fallando cuando fue puesto de vuelta en su sitio.
-No debería de serlo -clavó la daga sobre la espalda baja del mayor causando un ahogado grito.
Sacó la daga recorriendo los glúteos del castaño hasta su entrada, sintió como temblaba y sollozaba tratando de liberarse.
Recorrió lentamente con la pequeña y filosa punta dejando pequeños cortes por toda el área.
-de...de... detente.
-Ustedes nunca lo hicieron, ¿No te suena el nombre de Yata Misaki? -vio como se tensaba -lo imaginé, eres una basura.
Clavo otra de sus dagas en el muslo interno del ojiverde, escuchando un horrible chillido.
-De... detente, la policía lo sabrá y te atraparán -una sonora carcajada salió de los labios del pelinegro -¡no es divertido! -su temblorosa voz interrumpió al menor.
-Claro que es divertido, para ti al menos no lo es.
Su sádica sonrisa se agrandó cuando las inútiles súplicas del castaño aumentaban.
Haría cualquier cosa por su pequeño sol.
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Ramé [Sarumi/K-project]
FanfictionRamé, ese tiempo en el que lo caótico y lo hermoso sucede. 🍑Resubiendo🍑