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-Una cosa mas, quién es el chico de ahí detrás?

-Es el imbécil que te secuestró.

-Y para que?

-Para... Que diesen dinero por ti para recuperarte. -Notaba que ni decía toda la verdad, pero bueno.

Toby decidió que dormiríamos allí para no tener que hacer mucho esfuerzo. Cenamos en el salón de la casa de Jack, pero ami me daba la cena el la boca, como si fuera un bebe.

Antes de quedarme dormida noté como Toby ponía un brazo por debajo de mis rodillas y  el otro por detrás de mi espalda, yo me agarré a su cuello por los brazos y undi mi cara en su pecho. Era una sensación extraña pero agradable.

De repente escuché unas voces lejanas que decían que me suicidara, que matase a Toby, que escapase de allí,...

Empecé a notar algo en mi mejilla, una y otra vez. Si quería que me despertara, lo consiguió.

-Hola linda.

-No me vuelvas a despertar.

-Buenos días para ti también, que humor de mañana.

Lo ignoré e intenté reconciliar el sueño. Pero fue inútil. El seguía tocando mi pelo.

-Vale ya me despierto.

-Que mona eres. Lo sabías?

-Déjate de ñoñerías y tráeme el desayuno.

-Vale, pero responde a mi pregunta, estás mejor?

-Creo que si, pero aún me duelen los brazos.

-Entonces me parece que tendré que darte el desayuno yo. -dijo entusiasmado.

-Vale.

Después de ayudarme me dió una bolsa marrón que pesaba.

-Que es?

-Ábrelo.
Lo que había dentro era un libro.

El título del libro me llamó la atención, 'sin memoria'

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El título del libro me llamó la atención, 'sin memoria'.

-Muchas gracias. -dije mientras le daba un beso en la mejilla.

-De nada.

(dos horas mas tarde)

Ya habíamos llegado a casa de Toby, gracias a Dios ya podía caminar sin dolor. Entré en la habitación donde todo había empezado.

Me puse una camiseta blanca con los hombros al aire, una falda vaquera y unos tenis negros

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Me puse una camiseta blanca con los hombros al aire, una falda vaquera y unos tenis negros. Bajé a la salita y me senté en el sofá para leer el libro.

(narra Toby)

Acabé la llamada, eta de Jill, quería conocer a Laia, según ella Jane le había hablado de ella, y quería saber más.

Aproveché para preguntarle si podía saber algo mas de ella, lo que se hasta ahora es que tiene 16, le gusta leer y es una chica preciosa.

-Laia, ba a venir una amiga que quiere conocerte.

-Vale, me puedes quitar las vendas?

-Vale ven. -Se hacerco despacio, estaba muy guapa, la ropa le quedaba genial.

-Hey, estas en la tierra?

-Si si, perdón.

Le quité las vendas con cuidado, algunas heridas estaban mejores que otras. Se las limpié otra vez y vendé las que estaban peor.

(15 minutos después)

Jill llegó a casa con una bolsa en las manos.

-Hola, que tal?.-la saludé.

-Bien, donde está?

-En el salón. -antes de que pudiera acabar ella salió disparada hacia el salón.

Cuando llegué vi una expresión de miedo en la cara de Laia.

-Laia ella es Jill, la chica de la que ta hablé.

-Hola, soy Jill, una amiga de  Toby.

-Hola, soy Laia.

-Toma, es para ti ábrelo. -dijo Jill mientras le daba la bolsa. Dentro había ropa en tonos blancos, negros y grises.

-Es preciosa. -su sonrisa era preciosa, me hizo gracia la cara de sorpresa que tenía.

(cuando se fue Jill)

Nos sentamos en el sofá para ver mejor la ropa. La mayoría de las camisetas eran tops. También había faldas ajustadas, cortas y con pliegues.
Los pantalones eran cortos, mucho, demasiado diría yo.

-No crea que son demasiado cortos?

-Porque lo dices?

-Por nada.

La Enfermedad •| Terminada |•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora