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(narra Toby)

Llegamos a la casa después de estar todo el día en la playa. Laia no sé quemó la piel, pero yo si. Tengo la espalda roja y me duele mucho. -Amor, te hecho crema para que no te duela tanto

-Si por favor. -digo e intento sentarme en el sofá.

-Voy a por el bote de crema, espera aquí. -Laia sube las escaleras y yo me tumbo boca abajo en el sofá, enseguida vuelve con un bote. -Te voy a quitar la camiseta. -yo asiento y ella hace lo que dice, empieza a extender crema por toda mi espalda, se siente genial. -Ya está.

-Me puedes dar un masaje, por favor. Lo haces muy bien.

-Vale. Pero yo también quiero.

-Está bien. -vuelve a masajear por mis hombros y a lo largo de mi espalda con sus manos, estoy en el cielo.

-Ya me duelen los brazos. -dice.

-Vamos a ducharnos y luego vamos a cenar a un restaurante.

-Está bien. -nos levantamos y vamos a ducharnos.

(30 minutos después /narra Laia)

Busco en la maleta que ponerme mientras Toby se viste. Encuentro que ponerme.

Me lo pongo y voy al piso de abajo, allí está Toby esperándome, no me di cuenta de cuando bajó.

-Vamos?

-Si. -salimos de la casa. -A que restaurante vamos?

-A uno que conozco, la comida está muy buena.

-Ya me entró hambre. -nos reímos. Tras un rato llegamos a un restaurante, todo está hecho con madera, es iluminado por miles de antorchas, no hay muchas paredes, es todo abierto. -Es precioso. -hay poca gente, perfecto, así nadie molesta.

-Vamos a sentarnos fuera. -pide Toby. Le hago caso. Nos sentamos en la terraza, tiene vistas al mar. -Que quieres de comer?

Cojo la carta y miro todo lo que hay. -Ensalada marina. -me llama la atención su nombre.

-Pues yo. -mira la carta. El camarero llega y Toby le pide la cena, yo miro el mar.

El camarero se va. -Amor, que pasa? -me pregunta Toby.

-Nada, solo tengo un mal presentimiento.

-Nada malo puede pasar mientras estés conmigo. -le sonrío. Hablamos un rato hasta que nos traen la comida.

-Tiene buena pinta. -digo mirando al plato.

-Lo mío está mejor.

-Y que se supone que es? -digo entre risas.

-No lo sé, se me olvidó el nombre. -niego con la la cabeza mientras río.

El camarero vuelve con una botella de vino. La deja en la mesa y se va. Empezamos a comer.

-Amor, estás bien? Estás muy pálida. -mi cabeza da vueltas.

-Podemos irnos ya?

-Vamos. -intento levantarme pero me caigo al suelo. Lo último que veo es el bar completamente vacío. Todo se vuelve negro.

(narra Toby)

Laia se cae al suelo, voy junto a ella y la intento despertar, pero no lo consigo. Su respiración se debilita. La cojo en brazos e intento salir de la terraza, pero el cocinero llega con un arma. -Tan rápido os vais?

Esa voz... -Es un poco injusto que tu tengas un arma y yo no, verdad Jean.

-Parece que tu novia, se encuentra mal, que tal si la ayudamos? -sus ayudantes me rodean, sabía que algo iba a pasar. Tengo que llegar al coche para dejar a Laia protegida y coger mi hacha y me pistola o por lo menos escapar. Los ayudantes empiezan a rodearme. Delante de mi hay una silla, la cojo con el pie y se la lanzo al que tengo enfrente. Este cae al suelo y yo aprovecho para salir de allí, Jean me dispara, pero no me da, siempre fue malo para disparar. Me to a Laia en el coche, vuelvo a la puerta del restaurante y la cierro con una tabla de madera para que no puedan escapar. Cojo el paquete de cerillas que tenía en el bolsillo para la sorpresa de Laia. Enciendo una cerilla y la dejo caer, me alejo y rápidamente el local empieza a arder, nadie es capaz de salir, están rodeados por el fuego.

Vuelvo al coche, subo y voy lo más rápido que puedo a casa.

Aparco el coche y cojo a Laia, la llevo hasta la habitación y la tumbo con cuidado.

Llamo al médico, este vendrá enseguida. Me acerco a Laia. -Amor, despierta. -la muevo un poco. No reacciona. -Amor. -el timbre suena. Bajo lo más rápido posible. Abro la puerta y hago que el doctor entre, los dos subimos a la habitación.

El empieza a revisarla, yo me muevo en círculos por la habitación, esperando alguna reacción. -Sabe lo que que tiene?

-Si, su mujer fue envenenada, tuvo suerte, tomo muy poca cantidad. Pero no despertará por algunos días, puede que semanas. -mi mundo se cae. -Deberá darle estas pastillas. -me da un frasco de cristal con pastillas blancas. -Solo una todas las mañanas.

-Entiendo. Muchas gracias.

-De nada, con su permiso me voy. -se marcha. Yo me tumbo al lado de Laia y empiezo a llorar.

-Porque a ti? Porque no a mi? Vuelve conmigo amor, por favor. -la abrazo y me desahogo.

Mañana nos iremos después de que Smile llegue. Los chicos... Tengo que llamarles y decirles lo que ha pasado. Seguro que fueron los desgraciados de Jeff y Ann. Cuando los encuentre los voy a matar.

(4 horas después)

Me levanto, por fin reuní el valor necesario para decirles a todos lo que pasó, no sé porque siento este miedo. Siento que si lo digo me odiarán por no a ver la cuidado tanto. Soy un imbécil.

Cojo el teléfono, primero llamaré a mi hermana. -Si? -pregunta.

-Soy Toby, quería decirte algo...

-Que pasó? -está nerviosa, sabe que algo no va bien.

-Laia... la envenenaron... -una lágrima cae seguida de otras muchas.

Jane no dice nada, escucho un sollozo. -Está bien? Quién fue? Contesta. -dice entre lágrimas.

-Si, está bien, pero me dijo el doctor que no despertará, en días o semanas. Fue Jean, pero ya me encargué de el.

-Vale... Se lo diré a Axel. Supongo que volveréis mañana, no?

-Si, en cuento traigan a Smile. -me seco las lágrimas. -Podrías encargar tu el vuelo por favor?

-Claro, me tengo que ir. -me siento en la cama. -Jane, con quién hablas? -pregunta una niña de fondo. -Con un amigo.

-Te dejo, chao... -cuelgo. No pensé que sería tan difícil. Ahora tengo que llamar a Jack, el se lo dirá a Jill.

Le llamo. -Que pasó hermano? -pregunta Jack.

-Seré breve... A Laia la envenenaron... -no me deja acabar.

-Como? No sería Jean.

-Ya me encargué de el.

-Y como está ella?

-Está bien, solo que estará inconsciente días o semanas.

-No te preocupes, ella es fuerte.

-Volvemos mañana cuando llegue Smile. Ya le pedí a Jill que pidiera mi vuelo.

-Vale, recupérate.

-Podrías decírselo a Jill?

-Claro, chao.

-Adiós. -cuelgo y dejo el móvil en la mesa me vuelvo a tumbar al lado de Laia. La abrazo otra vez, su respiración es pausada, pero volvió a la normalidad. No podré estar mucho tiempo sin ella.

Holiwis, quería deciros que el libro está a punto de acabar. Pero abrá un capítulo extra. En cuanto acabe este libro publicaré dos capítulos del siguiente. No os olvidéis de votar. Chao ❤

La Enfermedad •| Terminada |•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora