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(al día siguiente /narra Toby)

Me despierto al lado de Laia, quien duerme tranquilamente. Miro sus brazos con cuidado, tiene menos heridas. Su ojo ya no está morado. Mañana nos vamos de vacaciones, se que ella quiere ir, pero no soporta la idea de dejar aquí a Smile, así que e decidido llevarlo tres días después de que lleguemos nosotros.

Eso es parte de una sorpresa que le tengo preparada. -Buenos días amor. -dice Laia estirándose.

-Buenos días bb. -le doy un beso. -Como tienes la espalda?

-Mejor. Tengo hambre. -me devuelve el beso.

-Vístete y bajamos a desayunar con los demás. -nos levantamos. Cogemos ropa de la maleta, por primera vez nos vestimos delante el uno del otro. Al acabar le doy la mano y bajamos al comedor. No hay nadie. -Voy a por el desayuno, tu espera aquí.

-Vale. -se sienta y yo voy a oa cocina, allí está Erika haciendo café.

-Erika, podrías hacer unas tostadas?

-Claro señor, se le ofrece algo más?

-Si, despierte a los demás y dígale a Jill que prepare la sala de torturas.

-Si señor. -ella sale de la cocina y va a despertar a todos, yo vuelvo con Laia.

-Bb, recuerdas que me pediste torturar a las empleadas?

-Si. -me mira extrañada.

-Cuando acabemos de desayunar lo harás con Jill mientras yo arreglo unos papeles. Así aprenderás un poco para que más adelante trabajemos juntos.

-Bien. Gracias amor. -me besa.

-De nada. -me siento a su lado y hablamos de todo un poco. Empiezan a llegar todos. -Buenos días. -digo.

-Buenos días. -dicen todos. Jack se sienta a mi lado y Jill al lado de Laia.

-Enserio vas a dejar que las torture? -pregunta Jack.

-Algún día lo iba a hacer. -Erika trae el desayuno y empezamos a comer.

(15 minutos después)

-Amor, voy al despacho. -le doy un beso.

-Vale. Cuando acabe estaré en la habitación. -asiento y me voy con Jack, Jane y Axel al despacho para intentar encontrar a mi hermano y a Ann.

(narra Laia)

-Vamos ya? -pregunta Jill.

-Si. -vamos a una sala apartada en la otra punta de la casa. Entramos, todo está a oscuras y huele mal. Jill enciende la luz y delante de mi están las dos zorras atadas a las sillas y con los ojos tapados al igual que la boca.

(¡AVISO! A continuación habrá una parte no apta para mayores de 15, está bajo tu responsabilidad leerla. No me hago cargo de futuros traumas)

-Entra, Toby me dió esto para ti. -coge unas cadenas de hierro, las que escogí aquel día que fuimos de picnic. Las cojo y me acerco a una mesa con muchos utensilios, cuchillos, bates, sierras, cuerdas entre muchos otros.

Dejo las cadenas en la mesa, las utilizaré de último. -Hasta dónde puedo llegar? -pregunto con una son macabra, las zorras al escucharme empiezan a moverse nerviosas.

-Toby te dió toda libertad de hacer lo que quieras. -Jill también tiene esa sonrisa sádica.

-Me alegro. -cojo el cuchillo de cocina y me acerco a Jill. -Tu también te vas a divertir. -ella sonríe y coge el cuchillo yo vuelvo a la mesa y escojo el bate. Nos acercamos a ellas.

-Tu primero. -dice Jill. Me acerco a la rubia hoxígenada Y le doy un golpe en la barriga con todas mis fuerzas. Miro el trapo que tiene en la boca, se empieza a teñir de rojo. Se lo quito.

-Que tal? Te gusta tu nuevo cuarto?

-Jódete! -dice.

-No deberías insultar a la jefa de la mafia. -dice Jill.

-Que?! No lo sabía, lo siento mucho. Por favor, déjame vivir. -el miedo que siente me hace reír.

-En tus sueños mas profundos.

-Vete al infierno! -dice entre lágrimas.

-Irás tú primero. -le doy otro golpe con el bate en la rodilla. Sus gritos son música para mis oídos. -Te toca Jill. -ella se acerca y le pasa la punta del cuchillo por la mano. Para en un dedo.

-Que pasaría si hago esto? -empieza a cortar el dedo. La puta grita de dolor.

-Ya cállate, empiezas a molestar. -digo. -Pretame el cuchillo. -Jill me lo da. Le abro la boca a la rubia y le saco la lengua, se la corto y la tiro encima suyo. -Así mejor.

-Wow, eres una experta! Quiero ver como lo haces, yo te daré las cosas que me pidas. -dice Jill.

-Está bien. -sigo contando sus brazos. -Me vas a escuchar, vale? -ella asiente, está apunto de desmayarse. -Nadie -le clavo la punta del cuchillo en la mano. -intenta -se lo clavo más. -quitarme -progundizo el cuchillo. -A MI NOVIO! -grito, le saco el cuchillo y se lo clavo en el cuello haciendo que muera al instante. Toco mi cara, está llena de sangre pero me da igual. -Jill ayúdame a colgar la del techo. -ella asiente, con una de mis cadenas la colgamos. -Te toca a ti. -le digo al oído a la otra morena.

Le quito las vendas de los ojos y el pañuelo de la boca. -Quieres ver como quedó tu amiga? -ella me mira con horror. Le doy la vuelta a su silla y dejo que vea a su amiga. -No te asustes, pronto acabarás como ella. Jill dame el bate con clavos.

-Por favor, déjame vivir.

-Mmm, no. -cojo el bate y le doy en la cabeza repetidas veces hasta que se desmaya. -Dame la pistola. -la puerta de la ha se habre y por ella entra Toby.

-Que bien amor. Ya acabaste?

-No, me queda esta. -la señaló. Jill me da la pistola.

-Ya te puedes ir Jill.

-Luego hablamos Laia. -Jill se va.

-Acabemos con ella juntos. -nos abrazamos y los dos agarramos la pistola, extendemos nuestros brazos y apretamos gatillo. La bala le atraviesa la cabeza a la morena. La pared que había detrás se llena de gotas de sangre. -Te quiero amor.

-Yo también. -nos besamos. -Ye llené de sangre la cara. -me río.

-Vamos a bañarnos.

-Vamos.

-Y si nos bañamos juntos. -me pongo roja al escuchar eso.

-Eeeh, vale. -me pongo mas roja aún.

Toby se ríe. -Eres adorable. -me saca una foto.

-Borrala, estoy llena de sangre.

-Eso es lo que hace la foto especial. -me besa.

La Enfermedad •| Terminada |•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora