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(narra Laia)

Son las dos de la mañana, me despierto y Toby tiene mala cara. Está sudando y no para de moverse.

-Emvenenada... -dice dormido.

-Toby despierta.

-Que pasa?! -dice alterado. Me mira y me abraza. -pensaba que te había perdido.

-Tranquilo solo fue un sueño. Ya paso. -digo acariciando su cabeza y espalda.

Cada vez el abrazo es mas fuerte. Casi parece que tiene miedo a que me valla. -Toby estás apretando mucho.

No recibo ninguna respuesta, solo un beso en el cuello, va subiendo hasta llegar a mi boca. Me tumba en la cama sin poner su peso sobre mi. Le está pasando otra vez, tengo que pararlo. -Toby, mírame, por favor mírame. -pido, para mi sorpresa el me hace caso. -No lo hagas, por favor. Si me quieres no lo hagas.

-Lo siento. -dice para luego apoyar su cabeza en mi barriga. -Lo siento, no se que me pasa. Casi te hago daño otra vez.

-Tranquilo. No pasa nada. Solo descansa.

-Te quiero. No se que haría sin ti.

-Yo también te quiero. -digo quedándome dormida. Noto que me abraza suavemente y unde su cara en mi cuello.

(narra Ann)

Desde que el idiota de Toby me dijo que hoy no vendrían Jeff y yo iremos un plan para acabar con esos dos.

La idea es esperarlos en la enfrente de la puerta y cuando entren dispararles. No puedo esperar a ver la cara de esos dos mientras se desangran en el suelo.
Cada vez que mato a alguien lo único que me tranquiliza es ver como sufre sus últimos segundos de vida, es una sensación genial.

-Entonces entiendes cual es el plan, verdad preciosa? -dice Jeff.

-Que si, sabes?

-Que sé?

-Aunque seas un poco pesado eres mono. Pero lo que me importa es lo retorcida que puede llegar a ser tu mente.

-Me estás poniendo a prueba? -dice aciendose el ofendido.

-Mmm, se podría decir que si.

-A vale. -dice relajandose en la silla. -Solo era eso.

-Me encantas. -digo con una sonrisa pícara.

-Y tu a mi más. -dice acercándose sobre la mesa.

-Pues demuéstralo. -se levanta y me coge en brazos. Me deja en el sofá y me besa. Este chico no hace más que sorprenderme. -Vale demostrado. -digo parando el beso.

-Pero yo quiero más. -dice haciendo un puchero.

-Te jodes.

(a la mañana siguiente)

Esos dos están apunto de llegar. Yo llevo mi querida M1911. Mientras Jeff usa un simple cuchillo. -Vas a usar eso? -digo señalando el cuchillo.

-Y tu vas a usar eso.

-No le digas así a mi bebé. -dije indignada.

-Tu bebé?

-Shh.

-Que...

-Ya están aquí. -nos colocamos en nuestra posición y esperamos a que entren. Noto que Jeff me agarra de la cintura y me atrae hacia el.

(narra Laia)

Toby coge las maletas y va a abrir la puerta. Yo intento ponerle la correa a un inquieto Smile. Cuando lo consigo escucho el ruido ensordecedor de una pistola. Toby...

Cojo un arma de la guantera del coche y me dispongo a entrar en la casa. Al acerlo veo a Toby tirado en el suelo con un charco de sangre debajo de el. Fue en ese instante cuando algo dentro de mi se rompió, ahora quien actuaba era una parte de mi que no sabía que existía. Agaché la cabeza dejando que las lágrimas brotasen de mis ojos. De fondo escuché la risa de Ann. La miré y vi a Jeff a su lado.

-Uy la hicimos llorar. Que pena. -dice Ann riéndose.

-Pobre bebé. Quieres el biberón? -dice Jeff. Esa fue la gota que derramo el vaso. Ya no podía actuar con cordura, no soporto que la gente se ría de mi. Apreté la pistola con fuerza y en mi cara se dibujó una sonrisa. Levanté el brazo dónde tenía la pistola. -Enserio crees que nos vas a disparar? Venga... -el ruido de la pistola hizo callar a Ann, mientras Jeff estaba tirado en el suelo con su brazo lleno de sangre. Fue la mejor sensación del mundo.

Aproveché que Ann estaba distraída para tirarme encima de ella y quitarle su pistola. La cogí y la tiré lejos.

Cogí el cuchillo de Jeff y se lo clave en la mano, este gimió de dolor. Debió de perder el conocimiento porque no se movió mas.

Miré a Ann que estaba llorando -Ahora quien es el bebé? .

-Lo siento. Por favor no me hagas nada. -dijo con miedo.

-Voy a disfrutar mucho.-dije riéndome mientras veía el cuchillo.

Pasé la punta del cuchillo por el cuello de Ann que tenía los ojos llenos de terror. Empecé a cortar su hombro, de el empezó a salir sangre. Luego corté su mejilla. Ella solo lloraba y se removía para que parase.

De repente dos personas me separan de ella, yo me muevo para que me dejen seguir con mi venganza.

-Laia por favor tranquilízate. -esa voz es de Jill.

-El estará bien. -esta vez es Jane quien habla.

-Dejadme! Ya e sufrido demasiado, solo quiero que pague por lo que ha echo. -digo intentando soltarme.

-Jack haz algo. -dice Jill. Yo en ese punto ya estaba llorando. Porque a el? Porque no a mi?

Jack se acerca y me clava una aguja en el brazo. Supuse que era un sedante porque. Mi vista se nubló y empecé a marearme, cada vez estaba mas cansada. Lo último que vi antes de dormir fue a Ann sangrando en el suelo. Se sintió genial verla asustada y llorando.

La Enfermedad •| Terminada |•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora