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(narra Toby)

Empecé a buscar a Laia, pero no la encontré, me desepere. Que era esa emoción, no me había pasado antes, quizás... No otra vez no. Pero... Y si... Me haya...  Enamorado de...  Laia?

El sonido de mi móvil me devolvió a la realidad. Era Eyeless Jack, o como le digo yo : Jack (no es el que ayudó a Toby cuando se desmayó Laia)

Después de hablar dejé una nota en la mesa por si Laia volvía antes que yo.
Jack me dijo que había encontrado en el bosque a una chica de 16 años, y que estaba esperando por mi para... Mmmm... ¿Cómo lo digo? Matarla,  si soy un gángster. No fue mi elección, solo que soy un poco vengativo, y bueno... Una cosa lleva a a la otra, y aquí estoy, contando mi vida.

Me dirigí a la casa de Jack, al entrar me dirigí al sótano como ya era costumbre. Bajé las escaleras mientras hablaba con el.
Me quedé de piedra al ver a la chica que iba a matar, Laia. Por eso no la encontré, por eso sentía que algo iba mal. Me partió el corazón verla así, con una cinta tapándole los ojos, despeinada y sudando por el estrés.

-Que le has hecho? -dije con la cabeza baja.

-Por que preguntas?.

-¡¿Que le has hecho?!.

-Lo de siempre, lo que es costumbre.

Salí corriendo hacia el tirándolo al suelo, cogí un hacha que había cerca
amenazandole, conque si le pasase algo a Laia lo mataría.

Que me está pasando? Porque actuó así por ella?

Corrí hacia ella para soltarla, no reaccionaba. La cogí en mis brazos y la llevé al piso de arriba para sentarla en el sofá. Tenía cortes por los brazos y las piernas, algunos profundos de los que le salía sangre.

-Traeme una toalla y el botiquín. Rápido!

-Voy.

Cuando volvió cogí la toalla y limpié las heridas, pero seguía sin despertar. Me estaba tensando.

Una hora después.

Estaba tumbado al lado de Laia acariciando su pelo largo, le acaricié la mejilla y reaccionó moviendo la cara. Suspiré aliviado.

Dos minutos mas tarde abrió los ojos dejando ver sus ojos azules y verdes.

-Hola preciosa

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-Hola preciosa.

-Donde estoy?

-Tranquila estás bien.

Intentó levantarse Pere el dolor era mas fuerte que ella, haciendo que se tumbara otra vez. Miró preocupada sus brazos.

(narra Laia)

En mi cara se dibujó una expresión de terror al ver mis brazos llenos de vendas al igual que mis piernas.

-Porque estoy llena de vendas?

-Bueno... Digamos que es un larga historia, que no te voy a a contar ahora.

-Que? Porque? . Por cierto, que haces tumbado a mi lado?

-Eeeeee. Yo... Era para que no te cayeses del sofá.

-Una cosa más, quien es el chico de ahí detrás?

La Enfermedad •| Terminada |•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora