Cap XIII; la sección prohibida

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Media hora después de que Seonghwa decidiera celebrar aquella cena para comunicarles a San y Wooyoung lo obtenido en la cumbre. Él y Wooyoung estaban sentados en una enorme mesa redonda de madera oscura y lujosa. En un rato debía incorporarse San, que aún continuaba ordenando el laboratorio.

Frente a sus ojos se encontraba un repertorio de elaborados platos de diferentes tipos de comida que llenaban la mesa por completo. Con aquel panorama sobre la mesa era imposible que la gula no despertara en segundos.

Wooyoung tomó entonces la palabra, al mismo tiempo que intentaba meter de cualquier manera el dossier sobre la mesa para realizar el informe:

—Bueno, ¿ya vas a querer contarnos cómo ha ido la cumbre?

—Si obviamos la parte en la que mi cara se convierte en el blanco de ataque de un ángel psicótico, diría que ha salido un balance muy positivo —decía Seonghwa sin siquiera mirar a Wooyoung, demasiado ocupado en descorchar una botella de vino.

—¿Y si te dejas de ambigüedades y cuentas directamente qué has firmado? —le exigió Wooyoung. Acto seguido empezó a degustar un enorme y jugoso chuletón.

—Los ángeles por fin se quedarán al margen de las cuestiones de personas no creyentes, les ha costado, pero parece que por fin van a respetar la libertad de culto —contestaba de mala gana Seonghwa mientras llenaba su copa con el vino que se acababa de agenciar— Sin embargo, deberemos dejar de molestar a los arcángeles parcialmente.

Wooyoung casi se atraganta al escuchar a Seonghwa, a lo que rebatió enseguida:

—¿El gran Park Seonghwa cediendo ante el cielo? ¿¡Te has vuelto loco!? ¿O acaso no recuerdas las condiciones en las que estaba el Tratado Ataraxia antes de que te metieras a mediador?

—Dile a San que te prepare alguna disolución rara para despertarte las neuronas, las tienes de adorno y se nota —dijo el rubio con su habitual aire de superioridad para después comenzar a comerse un chuletón similar al de su contrario— ¿Por qué íbamos a perder el tiempo intentando tentar a personas creyentes, que hasta llaman a los arcángeles, cuando ahora podemos enfocarnos por completo en las no creyentes ya que los ángeles los dejarán en paz? Aunque no me hubiera comprometido a disminuir los ataques a los ángeles hubieran disminuido de todas formas, ya que es más inteligente apostar por tentar a las personas no creyentes. Pero al haberlo mencionado los ángeles creen que han conseguido algo para su gente, cuando en verdad todo formaba parte de una simple estrategia, ¿tengo que dártelo todo explicadito o qué?

—¡Eres un puto genio! De verdad Seonghwa, muchas veces eres como abrir la maldita caja de Pandora —contestó Wooyoung al darse cuenta de su acertado razonamiento mientras tomaba apuntes— Bueno sigue, que me puedo apostar a que eso no es todo.

—Apuestas bien, resulta que el ángel que me hizo esta bonita marca era el amiguito del mediador. Ya sabes lo que quiere decir eso —Seonghwa hizo una pausa para darle un buen trago a su copa de vino— Y se pasó la cumbre entera pensando en si lo había hechizado o saber qué —comenzó a reír cínicamente— Me hubiera gustado haberlo torturado, pero no me he levantado con ganas de provocar una guerra. Y la ventaja de haberme contenido es que el cielo lo ha decidido pasar por alto, son perfectamente conscientes de que no les interesa comenzar una guerra fría en las condiciones actuales.

—Tendrán el cerebro lavado por su religión, pero tontos desde luego que no son —continuó apuntando Wooyoung— ¿Entonces el angelito se pasó la cumbre llorando?

—Pues casi, qué poco profesional por su parte —decía Seonghwa mientras se servía otra copa de vino más— Pero no te lo pierdas, que el ángel cayó por completo en mi juego. Además de la medida, le ofrecí información sobre la situación de su amigo, y él, cegado por sus emociones, ni se paró a pensar en las desventajas que les iba a traer a la larga —El rubio continuaba bebiendo y riendo a modo de burla sin parar.

Oblivion | ATEEZ AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora