Desde luego, de todos los escenarios que había planteado en mi mente desde el momento en el que vi el cuerpo inerte de Mingi precipitándose al vacío, este era el menos probable. Y curiosamente, era el que estaba presenciando. Qué curiosa y cruel es la vida.
No sabía que decir, la voz no me salía por mucho que lo intentara. Era como si estuviera sumergido en una parálisis del sueño de la que nunca jamás despertaría, pues era la cruel realidad. Intenté levantarme dificultosamente, sin dejar de mirar fijamente la silueta del que una vez fue mi mejor amigo con incredulidad.
-Por fin nos volvemos a ver, Hongjoong -Acabó diciendo Mingi, rompiendo de una vez por todas aquel incómodo silencio que yo era incapaz de soportar. Su voz continuaba siendo grave y mayormente monótona como siempre.
-Adelante, cúentale al pobre angelito iluso por todo lo que tú tuviste que pasar en el cielo -Se entrometió Seonghwa en la conversación, mientras acariciaba lentamente el rostro de Mingi con su mano derecha.
El ángel caído asintió y yo intenté levantarme del suelo para prestar mayor atención. Pero las piernas me temblaban tanto que lo que parecía una tarea simple se volvió innecesariamente costosa. Di un paso al frente e intenté mantener la compostura, mi profesionalidad y mi trabajo estaban por delante de todas aquellas bochornosas emociones que estaban al borde del colapso.
-Yo fui el que ocupó el puesto de mediador del cielo antes que tú -Comenzó a relatar Mingi, con una fuerte inexpresividad nada común en él- Pero como decidí tomar un rumbo distinto al que los ángeles me impusieron, decidieron deshacerse de mí lo antes posible. Ya sabes que una caída es un golpe muy bajo para el cielo, y por ello en lugar de mandarme de cabeza al infierno, decidieron borrar todos mis recuerdos de mi época como mediador. Así consiguieron que volviera a ser un títere sin personalidad, un títere que no representaría de nuevo una molestia para el cielo.
No pude evitar mostrar una expresión de completo desconcierto, ¿qué clase de película le había metido Seonghwa en la cabeza? El cielo oculta información, sí, y no puedo decir que esté de acuerdo con todo lo que se lleve a cabo, pero un plan tan enrevesado solo podía pertenecer a la mente de alguien como Seonghwa.
-Mingi, no me digas que te has creído una historia así. Abre los ojos, todo eso tiene que ser pura palabrería de alguien tan retorcido como él -Le contesté señalando al demonio de ojos rojos, que simplemente se dedicaba a ver cómo se desarrollaba la conversación sin intervenir en ella- ¿Mediador? ¿Cómo que rumbo distinto? ¿Y cómo que te borraron la memoria?
Una ácida sonrisa se dibujó en los labios del caído mientras movía ligeramente la cabeza de un lado a otro.
-No pensaba que me fueras a creer a la primera, más que nada porque yo tampoco fui capaz de darme cuenta hasta que mis recuerdos decidieron martirizarme con su regreso. Pero sí, efectivamente tú eres mi sucesor. Y la razón por la que se me destituyó no fue otra que reparar en que el Tratado Ataraxia es una asquerosa imposición de los ángeles vendida como un acuerdo igualitario, yo decidí luchar a favor de esa igualdad inexistente, independientemente de que eso supusiera beneficiar a los demonios. Pues mis principios me dictaban ir a favor de la equidad y quise cambiar el sistema desde dentro utilizando mi privilegio como mediador.
Aquella afirmación de que el Tratado Ataraxia había sido impuesto ya la había leído en otra ocasión, en nada más y nada menos que el libro que Seonghwa decidió prestarme. Todo indicaba a que la supuesta historia de Mingi era un método de manipulación más a favor del infierno.
Pero, ¿y si por una remota casualidad resultaba ser cierto? ¿Y si esa probabilidad tan absurda era afirmativa? La cabeza me iba a explotar. Mingi es mi amigo, o al menos lo era, entonces consideraba normal que quisiera de alguna manera encontrar una excusa para poder creerlo.

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Oblivion | ATEEZ AU
Fanfiction"-Has estado viviendo en una mentira, ni intentes negarlo." Kim Hongjoong, nuevo ángel mediador, se embarcará en una importante misión diplomática al infierno para continuar manteniendo la paz entre ángeles y demonios. Lo que él no sabía era como aq...