FÉNIX "La Orden De Cairan" .

Capítulo XV

Horas después de todo el malentendido, Angie se sentó al lado de la cama donde la hermana de Joshua se había acostado, físicamente se veía muy mal, se llamaba April, igual que su pequeña, esto causó curiosidad en ella y preguntó el porque tener el mismo nombre?.

Joshua las dejo a solas por un rato, había mucho que explicar, que hablar, nada era entendible para ella y le urgía saberlo, así que espero atenta a qué April le comenzará a relatar lo ocurrido.

Joshua no me conocía hasta hace poco, cómo bien sabes la disputa de mi padre con él causó un distanciamiento muy grande, así que nunca se enteró de mi existencia, soy su medió hermana, busque a mi padre justo un año después de que Joshua se había marchado, eso fue lo que me dijeron algunos al momento de llegar, al llegar al castillo me encuentro con un hombre totalmente serio, con un corazón de hielo, me presenté ante él, pero este negó mi parentesco u me hecho como un perro de su hogar, el sabía perfectamente quien era yo, pues siempre visitaba a mamá una vez por semana y le dejaba algo de dinero, cuando ella murió nunca más lo volví a ver, lo busque, quería que me conociera, que me aceptara pero fue inútil, cuando volví a mí cabaña unos hombres llegaron a buscarme y me dejaron una bolsa de oro y una nota del conde, exigiéndole nunca volver a tocar sus tierras, mi corazón se rompió pero lo acepte, no podía obligarlo a amarme, así paso un año hasta que conocí a Duarth, el fue mi gran amor y de esa unión nació mi pequeña April, ella llenó mi vacío corazón con su dulzura, nada era más importante que ella, así que me dediqué a quererla y a enseñarle a amar a todos por igual, mi salud se estaba deteriorando con el paso de los días, toda la vida había estado enferma y me decían que no viviría mucho tiempo, a causa de una extraña enfermedad que acaba con las funciones de mi cuerpo poco a poco, yo sabía que me deparaba en el futuro, pero aún así me dediqué a disfrutar del amor de mi vida y de mi pequeña niña; cuando ella cumplió dos años, el Duque llegó a mí cabaña, quería a la niña y yo no sé lo permitiría, el había roto todo lazo conmigo y no se la daría jamás, así que con mi esposo luchamos por ella y los hombres que acompañan al Duque lo asesinaron- relataba la joven con lágrimas en los ojos.

Pude escapar con la niña y comencé a buscar a Joshua, necesitaba dejarla en sus manos, era el único que la protegería, así que lo busqué por años hasta que lo encontré aquí, gracias a unos campesinos, yo no podía llegar directamente al castillo, su padre lo sabría, el siempre lo sabe todo, así que me oculté en la cabaña.

Se hizo un silencio, ella miró fijamente a Angie y suspiró pesadamente. - yo sé que me queda poco tiempo de vida, y quiero pedirte que cuides de mi niña cómo si fuera tuya, mis días están expirando y quiero que la cries así de fiera y guerrera como tú, al verte lo entendí, no buscaba a Joshua, era a ti a quien tenía que llegar. Las dos lloraron con tristeza y tranquilidad a la vez, Angie prometió cuidarla y criarla como suya y una promesa de un guerrero nunca se rompía.

3 meses después...
April había fallecido y como parte de la familia se hizo un gran homenaje para conmemorar su vida, la niña estaba muy tranquila, su madre la había preparado para el momento y sabía que con Joshua y Angie estaba segura. Lloró mucho los siguientes días, era solo una cría y era un poco complicado asimilar la noticia después de todo.

Para Angie no fue fácil ganar el amor de la pequeña, ella no la quería tan cerca, April era reacia a su amor, así que le dio tiempo, cómo buena guerrera no se rendiría tan fácil.

Los meses pasaron y su relación iba cambiando poco a poco, la niña comenzó a aceptarla, a quererla y cuando menos pensaron iban juntas a casi todos los lugares, jugaban y entrenaban juntas, era muy pequeña para entender todo pero su corazón estaba tan lleno de amor que aceptó su nueva vida sin problemas, se querían y habían formado un lazo sólido entre los 3, un lazo irrompible, todo estaba funcionando y eso era bueno.

La pequeña iba a cumplir 7 años y querían celebrar una gran fiesta, cada día estaba más hermosa y la falta de sus dos dientes de leche de adelante le daban un encanto más espectacular, era preciosa.

El día de la fiesta le pusieron un vestido rosa lleno de flores, unas largas trenzas que caían en sus hombros, se veía perfecta y era el orgullo de los dos, era la niña de sus ojos y la protegían con su alma, Angie y Joshua se abrazaron y miraron a la pequeña bailar y disfrutar con los otros niños del pueblo, rieron con ella y se dieron un beso cariñoso, era lo que ellos querían, una hija y ya la tenían, era su pequeña y la disfrutarían y le enseñarían al máximo.

La fiesta fue muy entretenida, la pasaron bien.

- No serán felices, de eso me encargaré yo, si esperé tantos años para destruir a su padre al igual lo haré con ella, nunca dejaré que sea feliz- dijo Naëra mientras observaba a Angélina jugar y correr detrás de la pequeña, mientras reía.

Con esa promesa se fue y se adentro en el bosque, donde la esperaban 20 hombres, mercenarios, hombres sin corazón y con con la sangre de hielo.
Un viento fuerte llegó a Angie, asotandole en el rostro, eso era una advertencia y ella no lo pasaba por alto, estaría preparada para cualquier cosa.