FÉNIX "La Orden De Cairan" .

CAPITULO III

Para Angelina fue muy gratificante contar nuevamente con Liam y Jazmín.
Explico a Liam el porque había decidido casarse con uno de sus grandes enemigos y los diferentes acontecimientos ocurridos en su castillo, omitiendo el anunció de que alguien quería asesinarla y no tenia ni la mas mínima idea de quien era y porque la odiaba.

Las fiestas y celebraciones no se hicieron esperar, los cumpleaños de su sobrino y la fiesta por la victoria eran algo que no podía faltar, todo estaba volviendo a tomar forma en su vida.

Joshua estuvo en todas las celebraciones y aunque no se atrevió a hablarle, notaba su mirada en ella, sabia que tenia que arreglar las cosas con él, pero primero tenia que solucionar el problema en su hogar...

...terminar de organizar el castillo había sido un trabajo arduo para todos, las cuentas y el manejo de los suministros era mas fácil para ella , todo estaba marchando muy bien.

-Maylen! ya es hora de que descanses, quiero que duermas lo suficiente, mañana iremos al pueblo a ver como están y necesito que tengas fuerzas para la larga jornada -dijo Angie cariñosamente, mientras despachaba a Maylen de sus aposentos.

-¡Si mi señora! como diga usted - con eso se fue a descansar.

Todo estaba en total oscuridad, Angie estaba en la ventana mirando la luna, cuando sintió que un viento fuerte le cala los huesos y por instinto giro su cabeza, hacia la puerta donde provenía el movimiento.

Frente a ella estaba la mujer de cabello de fuego, con la misma estatura y contextura física, pero su rostro no lo distinguió a causa de una gran mascara negra que llevaba puesta.

-¿Sabes cuanto tiempo he esperado para tenerte sola? - dijo la mujer, mientras dejaba ver la punta de un cuchillo en su mano.

Angelina estaba calmada, tantos años de practica habían hecho que su carácter no se revelara en situaciones como esta, donde fácilmente podría perder, tenia que ser racional, por su propio bien.

-Quien eres?- Preguntó.

-¿Ya no te acuerdas de mi Angiee? Respondió enfatizando su nombre, así de corto como sus allegados solían decirlo.

Algo en la voz de la mujer le resultaba familiar, pero su mente todavía no podría recordarlo, era alguien de su pasado, pero no sabia muy bien en que parte de este estaba.

Cautelosamente volvió a formular la pregunta, que descaradamente la mujer decidió ignorar.

Se paseaba de lado a lado diciendo frases incoherentes, hasta que en un susurro dijo

- pensé qué te había matado, yo misma te tire al acantilado, yo misma escuche el golpe en las rocas! Como pudiste sobrevivir! Todo estaba tan bien! - la mujer decía cada vez mas fuerte mientras seguía caminando de lado a lado.

Escuchar esto fue un golpe frío para Angelina, su pasado había sido un episodio oscuro que le gustaría borrar de su mente a toda costa y allí estaba la mujer recordándole de la peor forma.

Los gritos habían alterado a los guardias y a todos los trabajadores del lugar, que salieron corriendo hacia donde estaba su señora.

Las puertas estaban cerradas y la mujer seguía gritándole a Angelina millones de maldiciones que esta no respondió, solo permaneció parada al lado de la ventana. La mujer por fin escuchó el ruido que se formaba afuera del aposento y decidió huir por un pasadijo secreto que había detrás de un gran cuadro que estaba al lado de la chimenea.

La puerta se abrió de golpe, pero ya era tarde, la mujer ya había escapado y Angelina seguía clavada en el mismo lugar, con tal serenidad que asusto a todos.