FÉNIX "La Orden De Cairan" .

Capitulo XIX

La noche estuvo perfecta entre chistes e historias o leyendas, May reía a carcajadas y eso le generaba satisfacción, se notaba que no la había pasado muy bien y aunque no se lo contará todavía, algún día lo haría, ella esperaría pacientemente a que lo hiciera, por ahora solo la haría sentir bien, amada y lo más feliz que pudiera.

Al día siguiente, a la hora de la cena uno de los guardias se acercó a Joshua y este tras mirar a su esposa se disculpo y salió con mucha prisa, todos se quedaron mirando espectantes, Angie hizo lo mismo y le siguió, al llegar a la puerta se encontrarón con un Maxi totalmente agitado y mojado, se veía algo desesperado, este les miró y dejándolos de lado se dirigió hacia la mesa donde todos estaban cenando, estaba agitado, May lo vio y salió a correr hacia su habitación y este sin reparar a los demás salió tras ella, pero fue tarde porque está le cerró la puerta en las narices, grito para que saliera y la amenazaba con tumbar la puerta si está no lo hiciese, Angie fue rápidamente hasta la puerta y se plantó en frente de el, - Maxi si ella te ha cerrado la puerta es porque no te quiere hablar, así que te pido porfavor que te retires de este pasillo, ella hablara contigo cuando lo desee y si no lo quiere hacer tú no la obligaras, primero tendrías que pasar por encima de mí y creo que amigo mío no ocurrirá.

Maxi se sentía frustrado, Joshua estaba allí y lo acompaño hasta una habitación para que se diera un baño, pero este dijo que se bañaria en el lago, así que lo dejo partir, estaba enojado y era algo extraño en él, ni en una batalla lo había visto así, estaba realmente furioso.

Maxi se baño en el río, intento calmarse y para eso le tocó gritar muy fuerte, se sentía como un animal enjaulado, nunca había sentido tal frustración, se calmó un poco y decidió volver.

Cuando llegó Angie le esperaba algo preocupada, quería saber que ocurría, pero el decidió no contarle, por ahora no, solo necesitaba hablar con May y luego hablaría con sus buenos amigos sobre el tema.

Los días siguientes fueron algo divertidos para la pareja espectadora, Maxi y May se habían convertido en el gato y el ratón, ella huía de cualquier lado a donde el estuviese, Angie servía como mediadora cuando la cosa se ponía fuerte, pero era imposible.

Una mañana Angie miró una carta en su puerta, tomó un sobre todo y se lo puso, se apresuró a tomarla y a leer su contenido, era una carta de May, la leyó, y corrió a su habitación, ella ya no estaba allí, Maxi siempre se dirigía en las mañanas a buscarla, pero esta no lo hizo. Volvió a su habitación, se arregló y salió en su búsqueda, pregunto por el y le dijeron que había tomado camino al lago, tomó su corsel y fue en su búsqueda, cuando llegó al lugar al que sus hombres le indicaron, lo vio sentado en una gran roca, lloraba como un niño, por Dios, nunca lo había visto así, era algo totalmente descolocado, el siempre era risas, chistes y una sonrisa juguetona, no lo había visto tan devastado nunca en su vida.

Maxi ¿ Que sucede? - pregunto ella.

¿Que paso con May, porfavor cuéntame qué está sucediendo, no soportó verte así? - dijo nuevamente al ver que aquel hombre no le contestaba, se sentó a su lado y lo rodeó con sus brazos, eso intento, pues con lo grande que era, le resultaba imposible.

Lo calmó y esperó a que hablara, después de esperar un largo rato el hablo, la paciencia se estaba volviendo una de sus virtudes; - Angie lo jodí todo!, Ella no volverá a hablarme nunca, yo, yoo la amó y no puedo dejarla que se vaya así sin más, necesito que me escuché! - dijo el mientras más lágrimas salían de su rostro.

Ve a buscarla, en mi nota dice que volvería a su tierra, eso está hacia el sur, a unos cuatro días de aquí, no la dejes huir, ve por ella y explícale lo que sientes, arreglalo, el amor lo puede todo y si ella siente lo mismo que tú, te escuchara y se amarán, eso te lo aseguro.

El sonrió y la abrazó, está mujer de había vuelto una sabía consejera, la niña impulsiva que había conocido Maxi había madurado tanto y ahora era toda una mujer, le tendió la mano para que tomarán rumbo al castillo, era hora de hacer maletas para llegar a donde su amor, pero no fue necesario llegar hasta allá, porque Joshua venía en camino hasta donde se encontraban con una mochila con todo lo necesario, este se bajó del caballo y lo abrazó, se despidieron y montó su caballo rumbo hacia la mujer que tanto amaba, seguiría el consejo de su amiga, sin más partió.

Joshua la abrazó y se quedaron en el lago un rato, charlaron y se besaron dulcemente hasta que Angie arrugó su nariz - creo que hoy hueles muy mal, bastante mal. - dijo Angie mientras se separaba un poco de él.

Siempre le había gustado su olor, pero hoy ella sentía diferente, el abrió sus ojos y se ofendió un poco, ella siguió diciendo lo mismo mientras volvían al castillo.

Se dió una larga ducha cuando llegó, pero Angie seguía con lo mismo, estaba frustrado.

Cambió el olor de su colonia y de su jabón y ella seguía pensando lo mismo, se sentó en la cocina y Yomo una manzana, esa mañana estaba pensativo y Marga, la cocinera lo miro y sonrió, - joven que le preocupa tanto? - le preguntó y el sin más le explicó la situación que estaba viviendo con su esposa y ella soltó una carcajada.

Claro señor, es su estado es normal que se sienta totalmente molesta por algunos olores, el estaba confundido, ¿Acaso se había perdido de algo?. Marga lo miro y le dijo:  - señor, la duquesa está en cinta y por lo que veo, son los primeros meses, ya se sentirá peor en unos meses, se lo aseguró.
El se quedó estático, era la mejor noticia que le habían podido dar en su existencia, sería padre, era magnífico, así que creo un plan para contárselo a su esposa, porque por lo visto no sabía su situación.

Con esto en mente, se levantó y despidiéndose salió contento, muy contento para ser honesto.