Alfred
Camisa blanca o negra, chaqueta o sin ella, después de un largo rato me rindo y vuelvo a tumbarme en la cama, perdido en mis pensamientos.
La conozco desde hace un mes y sigo sin entender la necesidad de ella en mi vida, es decir, antes tenía a mis amigos y familia pero no estaba pensando en ellos a todas horas y desde que la vi en aquel concierto no puedo dejarla, mi cabeza aprovecha cualquier momento para pensar en ella, la misma que me hace olvidar todo a mi alrededor.
No puedo negar lo guapa que es, ese pelo castaño largo junto a sus ojos llenos de vida y esa nariz chata, además de su hermosa sonrisa de labios apetecibles pero su forma de ser tampoco se queda atrás, de estar enfadada a reírse por tonterías, la capacidad que tiene de no hacerme pensar en otra cosa que no sea ella.
Cada vez que hablamos siento algo pero, desde que nos vimos en persona lo noto cada vez más, esa extraña sensación que nunca había existido con ninguna más. Incluso, he empezado a soñar con ella, en uno de ellos estoy en un campo y viene sonriente hacia mí, me besa y andamos por el prado cogidos de la mano, dejando atrás todos los males que nos impiden estar juntos.
Si eso fuera posible no tendría que preocuparme por decirle lo que siento, dejaría fluir mis impulsos aunque, ayer casi lo hago.
Iba a besarla, no podía más. Sus ojos me miraban sonrientes, al igual que ella, pero no lo hice por culpa del "que dirán si... "
¡Me tendría que importar una mierda la gente!
Pero, si lo pienso más tranquilo, ella tiene 16 años, es una menor y yo tengo 22, es imposible que sienta algo por alguien tan mayor para ella. Solo siente la emoción de poder conocer al cantante que le gusta mientras, yo noto como algo crece en mi interior cada vez se hace más grande.
Me levanto por el sonido del móvil y encuentro algo que me descoloca: "¿Alfred García es un pederasta?, El famoso cantante visto con una menor, ¿algo que aclarar?" son algunos de los titulares. Llamo a mi representante para tomar medidas contra esto mientras me visto.
Cojo las llaves y una flores que había comprado para ella el día anterior, un regalo para hacerle menos daño al romper nuestra relación. Aunque me duela y sienta que la necesito no puedo dejar que vayan a por ella gracias a mí.
Llego y la aviso de que estoy en la puerta, cuando abre me deja ver lo perfecta que es y, pienso en un nosotros que mi subconsciente se encarga de arruinar.
Ojalá fuera posible tener un futuro junto a ti sin pensar en el que dirán.
