°○Endgame○°

558 54 45
                                    

Killer POV.

Madre mía, quién lo diría. Ya han pasado cuarenta y cinco años desde que recuerdo el día ese en el que paseabamos con Rich en la playa. Ya han pasado cuarenta y cinco años desde nuestro primer beso; ese tan extraño, pero a la vez lindo.

Ya estamos bastante viejos, ya hemos vivido a la par toda nuestra vida, desde niños. Con una brecha de años que nos separaron, pero eso al fin y al cabo.

Ahora, Rich está débil. No sé que jodida enfermedad le encontraron, y están determinando si es terminal o no. Cuanto deseo volver a cuando éramos jóvenes, macho.

- ¿Necesitas algo, cariño?

- Uno de tus besos me vendría de lujo, Killer.

- Tus deseos son mis órdenes.- Le dije para sentarme a su lado y besar sus labios que, a pesar del tiempo seguían viéndose como el día en el que los probé por primera vez.

- Dime, ¿qué ves ahí afuera?

Oh, sí. Un pequeño detalle que olvidé mencionar, esa enfermedad provocó que Ricardo tuviera una ceguera parcial que fue empeorando a medida que avanzaba la edad, hasta el punto en el que ahora no veía nada.

- Pues, veo ese cerezo que plantamos. En verdad creció muy bonito. También veo el cielo, hoy parece estar más azul de lo normal, y está despejado. Veo el césped, parece estar muy sano y bien cuidado. ¡Oh! El roble que pusimos hace años ha crecido mucho en verdad. La enredadera que has plantado ya casi tapa el muro en su totalidad.

- Vaya, me alegra tanto haber tenido una vida tan espléndida a tu lado, Killer...

- Hablas como si fueras a morir hoy, no hagas eso Rich.

- Sabes que estos días me he puesto más malito, a penas tengo voz y el suero con los analgésicos me está dejando de hacer efecto. Sólo aceptemoslo para vivir felices lo que nos resta.- Tanteó las sábanas en busca de mis manos, y las tomó con las suyas. Estaban frías.

- No sé, tengo tanto miedo mi amado Rich.- Besé sus manos.- Perderte significaría el fin de mi mundo

- Pues, mírale el lado positivo Killer. Compartiremos el fin de nuestro mundo, el uno al lado del otro.

No pude controlar las lágrimas. Esas palabras me devastaron, sentía que lo perdería todo en cuestión de segundos.

- S... Sí...

Con el paso de los años, todo nuestro grupo de colegas se fue distanciando. Rubik resultó ser hetero, alegando que Kaky lo había confundido. Tonacho se mudó con su esposa a otro país y hasta hace unos pocos años aún manteníamos conexión. La relación de Kau y Zady no funcionó del todo bien, hacía tiempo que Zady tenía unas alucinaciones extrañas y poco después le diagnosticaron esquizofrenia. Kau no pudo con eso y se separaron.

Al parecer, a ninguno de nosotros nos tocó un buen destino, simplemente había algo más fuerte que nosotros.

- Killer, ¡Killer!

- ¡Rich, joder! Tío, qué pasa, no me digas que...

- No... No me siento bien, creo que me voy a desmayar, todo me da vueltas y me duele demasiado la cabeza. Esto tenía que pasar, ya no aguanto más este malestar, lo siento.

- No digas idioteces, ¡Ricardo, por favor!

- Con dificultad llevó mis manos y las besó, con unos labios que ahora, estaban secos y cuarteados.- Debo antes agradecerte por la vida que me has dado.

- ¿Por qué mejor no piensas en los años que nos quedan por vivir juntos?- Grité llevando mis manos a mi rostro, empapado de lágrimas.

- Tío, aún recuerdo cuando busqué cómo olvidar a tu mejor amigo...

- ¡Basta, macho! Sólo respira, ¡no tienes por qué abandonarme!

- Nunca lo haría, lo sabes. Nunca te abandonaré porque sea cómo sea, siempre estaré a tu lado...- Pude ver como sus preciosos ojitos, que ahora no podían ver, se llenaban de lágrimas.

- Si te mueres yo me moriré contigo, resiste por favor...- Era la primer y última crisis de salud provocada por su enfermedad, estaba tan asustado.

- Mi más grande deseo ahora es que tú sigas adelante por mí, y me dejes ver a través de tus ojos.- Me quedé sin palabras ante eso, me quedé helado.- No estoy muy lejos de irme al nether, ñeñeñe.

Reí, aún conservaba ese toque bromista y positivo que adquirió cuando por fin comenzamos a ser felices.

- Rich... yo...

- Dio una gran bocanada de aire, juro que oía latir su corazón demasiado fuerte. En ese momento, tosió un gran coágulo de sangre. Habló rápidamente, como si fuera lo último que diría.- Te amaré siempre, capullo.

En ese momento, sus ojos se pusieron en blanco y sus extremidades se desplomaron. Dejé de oir su corazón, dejé de verlo respirar, dejé de verlo vivo.

[...]

El extenso jardín de nuestra casa ya estaba preparado para aquel momento. Le dije a todos nuestros conocidos que vinieran para este momento. Estaban algunos de nuestros amigos en común más cercanos, no eran muchos. Estaba Kolo, y el hermano de Rich también. Habían pasado años desde que había visto a Borja por última vez, quien también asistió.

Fantasee mientras organizaba el evento, averigué después de mucho tiempo de investigar, la dirección del actual paradero de Kaumaru, por lo que le envié una carta de invitación, pero no obtuve respuesta, y fue hace tres meses.

No iba a ser algo muy armado, sólo estarían un corto tiempo para despedirse por última vez y decir lo que tuvieran que decir.

Nos reunimos alrededor de él y justo antes de comenzar, sentí una mano que se apoyó en mi espalda.

- Buenas tardes, caballero.

- Me voltee y lo abracé.- Kau, cuanto tiempo joder.

- Hombre, te ves mucho más viejo que la última vez.- Bromeó.

[...]

Todos terminaron de decir y hacer lo que debían. Se despidieron y cada uno se marchó a su casa. Me quedé un rato hablando con Kau y me dijo que nunca superó su relación con Zady, que lo quería pero era imposible seguir juntos. A este punto ya no sabía nada de él ni de su ubicación. Era mi turno de aconsejarle, y le dije que lo buscara, que hiciera todo lo posible por buscarlo, después de lo que me pasó, el dolor era necesario calmarlo recuperando a quienes quería.

Dijo que lo haría, que ya lo tenía planeado hacer pero que necesitaba que alguien lo alentara. Nos despedimos y ya estaba atardeciendo.

Me dirigí de nuevo al patio, y me recosté sobre el pozo donde lo habíamos enterrado y yacían las flores que había plantado encima, para que crecieran sus raíces junto a él.

- En verdad agradezco la vida tan hermosa que me has dado, Rich. Y tú muerte no habrá sido en vano, tu mayor deseo era ver a través de mis ojos, pero no habría nada mejor que hacerlo juntos en otra vida.

Saqué la pistola que Borja me enseñó la vez que nos conocimos. Con ella había inspirado a matarse cuando terminó con su novia, pero no lo hizo. Resultó ser su símbolo de fortaleza, y me la regaló. Tantos años la tuve guardada sin saber para qué, incluso estaba cargada y días antes me aseguré de que funcionara.

Rich estaba enterrado sin ataúd, sin más puesto dentro de la tierra. Con una pequeña pala desenterré el sitio donde estaba su mano, y la tomé. Sentía que aún estaba vivo, lo amaba tanto. Me aseguré de que el cañón estuviera bien centrado en mi cabeza para que no hubiera fallos, no me fue difícil encontrar valor, pues él lo era.

Simplemente, inhalé y murmurando su nombre, apreté el gatillo. Aquí voy a por tí, a encontrarte, Rich...

Cómo olvidar a tu mejor amigo - KillerrichDonde viven las historias. Descúbrelo ahora