|•Descubriendo Verdades•| - Terminada -

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Maratón 3/?

8- los recuperé

Sinceramente no sé en qué momento los chicos se enteraron que Ludmi estaba en casa, pero vinieron corriendo prácticamente y sólo para encontrarnos en esta posición no tan bien vista. Ella estaba sentada arriba mío con su rostro en mi cuello llorando.

No me interesa que digan los demás, no me interesa si piensan algo de esto. No me interesa que esté tratándola como si fuera mi novia aunque no lo sea.

Lo único que me interesa es que ella esté bien, quiero cuidar a nuestros como dijo ella, hijos.

Esto es mucho para mí, vino Joel a mí y extendió sus brazos. Me levanté y se la di, él la abrazó y se sentó con ella en sus piernas. Sara se sentó al lado de ambos acariciando la espalda de Ludmila.

C: ya vuelvo. - susurré a Richard y me fui a mi auto. Entré a este y rápido llame a Emily a su teléfono esperando que conteste. Así lo hizo.

~llamada~

DÓNDE MIERDA ESTÁN LOS NIÑOS? - grité enojado.

Jajajajaja. - que hija de...- tranquilo amor, están conmigo. - sentía su sonrisa. - Papi! - se escuchó de atrás. - cállate. - dijo enojada.

GAEL! - grité. - déjalos ir Emily. Por favor. - nunca me creí hacer esto.

Ven a buscarlos. Te esperaré. - dijo burlona y cortó.

~fin de llamada~

QUÉ HIJA DE PUTA! cálmate Christopher... Tienes que estar tranquilo.

A ver... Piensa, piensa.

C: ya sé! - dije feliz. Rastrearé la llamada y así podré encontrarla.

Rápidamente entré al registro de llamadas y caminé adentro de la casa. Corrí escaleras arriba sin importarme la mirada de los demás, entré a mi habitación y conecté mi teléfono a la Notebook.

C: de acuerdo... - tecleé algunas cosas. - y... Listo - sonreí. Dirección ********

Corrí escaleras abajo.

E: a dónde vas? - dijo con los ojos lagrimosos y mirándome neutramente.

Vacilé entre contarle o no, al fin y al cabo el tiene que saberlo...

C: ven. - tiré de su mano y me teletransporte al auto. Él me miró confuso pero ya que me tocó pudo teletransportarse junto a mí. Partimos en vuelo hacia la dirección que yo le indicaba, Erick era más bueno en esto de buscar lugares y poder saber a donde ir y por donde igualmente. Al llegar al lugar pude observar que era una extraña casa abandonada, la clásica... La que está con las ventanas cerradas, vieja, sin un poquito de luz entrando por algún orificio.

Entramos extrañados. Con los ojos rojos pudimos ver mejor en la oscuridad y con la fuerza, abrimos la puerta de un tirón. Al entrar ambos nos quedamos callados y comenzamos a caminar cada uno por un lado.

Suena muy película de terror, pero así es como era...

Entré cuarto tras cuarto, nada... Nos volvimos a encontrar con Erick. Nada.

Subimos al segundo piso, escuchamos un ruido. Nos miramos entre sí esperando que el otro haya escuchado lo mismo y no sea la simple imaginación.

Caminé lentamente sin hacer ruido por la escalera estrecha de madera vieja, Erick vino atrás mío... Ambos con los ojos enrojecidos, ya había empezado a controlar mis poderes y digamos que ahora puedo decidir cuándo transformarme y cuando no.

Al llegar arriba, había cuatro cuartos... Dos en cada lado, con Erick nos dividimos nuevamente.

Entre al primer cuarto revisándolo. Nada.

Entrando al segundo escuché un sollozo y una sonrisa esperanzada apareció en mi rostro... Abrí la puerta silenciosamente y allí ví a una pequeña rubiecita de rizos hermosos.

Sonreí y corrí a ella, al llegar en donde estaba me miró y una sonrisita se formó en su rostro pequeño, extendió sus brazos y la tomé en los míos.

M: Christian. - Dijo bajito en mi oído y reí. Sollozó.

C: tranquila princesa, todo estará bien. - y nuevamente salí de la habitación sonriendo. Uno menos, Erick llego a mi con la cabeza gacha. - Erick! - susurré/grite y me miró. Sus ojos se cristalizaron y sonrió ampliamente.

E: bebé. - susurró y la sacó de mis brazos prácticamente y la pego a él. Sonrió abrazándola.

Escuchamos un grito. Gael.

Erick me dió a Melanie y yo la apreté a mí, me abrazó y Erick me dijo telepáticamente que lleve a mela a un lugar seguro. Él se encargaría.

C: Esta bien. - dije bajito. Un grito más fuerte al cual pude escuchar como "déjame" apareció, Erick acarició una vez más la cabeza de mela y desapareció de mi campo de visión - cierra los ojos, bonita. - me fijé y los había cerrado.

Me teletransporté a mi departamento. Por suerte nadie me vio, corrí al ascensor.

Entré en este y puse el número de piso, al llegar a este entré rápidamente.

Rápido todos me miraron, Ludmila levantó la vista y al ver a la niña, sus ojos brillaron y no exactamente por lágrimas. Una sonrisa se instaló en su rostro y salió disparada frente a mí...

Mela al verla, se tiró encima de ella.

M: Mami! - Dijo feliz. Al instante su rostro se volvió triste - hemanito... Él eta coñ eta buja. - hizo puchero.

C: tranquila... Él ya vendrá. - sonreí y ella igual. Abrazó a Ludmila y luego abrazo a los chicos y las chicas, Ludmila se tiró encima mío haciéndome caer de espaldas al piso.

L: gracias, gracias, gracias y graciaaaaaaaaas. - dió un beso en mi mejilla por cada palabra y yo sonreí.

Ella me miró sonriente y me abrazo fuerte, beso mi mejilla una vez más y se separó sonrojada.

Yo sonreí.

Al instante apareció Erick todo rasguñado con Gael en sus brazos.

L: .... - se tiró encima de él y comenzó a hacer lo mismo que a mí. Luego abrazó a Gael.

Él también me abrazo a mi, su mejilla estaba roja pero el resto estaba impecable... Gracias Diosito por devolvermelos.

Sonreí abrazando a los dos niños y sin poder aguantarlo más las lágrimas comenzaron a caer. Me arrodille enfrente de ellos, cerré mis ojos.

G y M: no llores Papi/ no llores Chris. - y besaron cada uno una de mis mejillas. Me abrazaron sonriendo y yo besé sus cabezas con una brillante sonrisa. Los recuperé.

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Ya séeeee, no me digan que me tarde mucho porque ya lo sé :)

Bueno... Nuevo capítulo, pronto la cuarta parte del maratón.

Bay Perras