Acto 4: "Muerte Rondando"

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Transcurrido días nuestro soldado: Adam Von Kleist despierta a recibir otra mañana de las acostumbradas que pasa, pero desde muy temprano ya había actividad por parte de su pelotón el cual lo inquietaba, hasta recibir ordenes del teniente que un grupo más grande de enemigos llegarían a la zona donde se encontraban.

El teniente nuevamente vuelve a aplicar la estrategia la cual lo alzo con la victoria en su ultima batalla con una supremacía abismal, aunque veía consciente de que el nuevo enemigo esta vez era numeroso y más difícil de vencer.

Nuestro soldado se equipa con lo que puede para entrar en acción, dirigiéndose rápidamente a donde todos están listos para dar el ataque hacia los enemigos, junto de la par con su fiel amigo Hagen.

El silencio nuevamente se adueña del escenario, mientras los integrantes del pelotón esperan con suma concentración las ordenes del teniente Horst para acribillar a los polacos. Después de una ligera espera los polacos arriban el lugar, viéndose lo que era cientos de ellos por todos lados.

—Hagen... —le habla el alemán a su amigo con suma preocupación.

—Dime amigo mío —sosteniendo su arma le responde Hagen a su amigo.

—Tengo un mal presentimiento sobre todo esto —muy nervioso, tembloroso, mientras sujeta el arma le contesta Adam.

—No te precipites amigo siempre salimos de estas y hoy no sera la excepción —con una sonrisa adhiere Hagen.

—Hagen... —algo consternado se dice así mismo Von Kleist.

Con señas por parte de los miembros y la orden de fuego por parte del teniente comienzan a disparar a los polacos, tomándolos por sorpresa, haciéndolos atrincherarse con lo que pudieran cubrirse.

—¡No los dejen pasar sobre nosotros hasta la llegada de nuestras fuerzas aéreas; debemos resistir! —alienta Horst a su pelotón.

—S-s-son demasiados —sumamente nervioso se dice así mismo Adam.

—Ahora si la tenemos realmente difícil, pero no me rendiré —se dice así mismo Hagen, disparando a todo blanco enemigo.

—¡Caramba! —expresa Adam, disparando en conjunto por otro lado.

Parecía que nuevamente el grupo de alemanes tomaba la ventaja sobre los polacos, pero esto duró muy poco ya que el enemigo se encontraba por todos lados comenzando a arrinconarlos, cayendo poco a poco miembros del grupo rápidamente. Ante el nerviosismo los supervivientes se ven obligados a salir del lugar.

—¡Malditas pestes! —habla Hagen con nervios y desesperación, disparando contra los enemigos.

En eso una granada sale disparada dirigiéndose a Hagen. Adam corriendo por el otro lado con los supervivientes se resguarda en otro lugar y mira hacia atrás que su amigo seguía en el campo de batalla, mirando como poco a poco la granada llega a su amigo.

—¡Hagen! —a todo pulmón intentando que se aleje le expresa el alemán.

—¡Oh, maldición! —en un intento desesperado a escapar se exclama Hagen.

La granada finalmente cae al suelo, explota sin darle oportunidad al amigo de Von Kleist de huir, generando un enorme cúmulo de tierra. Rápidamente sin importarle el soldado corre hacia donde se encuentra su amigo.

Llegando a donde estaba ya volviéndose visible el lugar la escena es sumamente espeluznante para el alemán.

Hagen por el impacto de la granada se encontraba sin la mitad de su cuerpo ensangrentado y sus biceras esparcidas por todo el suelo. Adam sin poder creer lo que estaba pasando se acerca poco a poco hacia su mal herido compañero, cayendo rendido al suelo.

—A-a-adam... —hablándole con el poco aliento que le queda Hagen a Adam.

—Hagen... —responde Adam en sock.

Adam cuidadosamente aun consternado con sus piernas recuesta la cabeza de su amigo, mientras se toman de la mano mirándose fijamente. Adam al no soportar suelta unas lágrimas, mientras Hagen en el poco aliento que aún tiene le sonríe, expulsando sangre de la boca.

—Oye amigo... —con suma dificultad para hablar Hagen.

—D-dime amigo —contesta Adam, tratando de disimular una sonrisa, lagrimeando.

—La playa... —le dice Hagen a Adam, soltando una lágrima en su ojo izquierdo.

—Olvídate de eso amigo eso no es lo importante ahora —dice el alemán, llorando con impotencia.

—Solo quería que fuéramos libres como de niños... —adhiere Hagen.

Adam sin que responderle a Hagen deja que este cierre los ojos hasta que lo mira que ya no reacciona.

—¡Vamos Hagen arriba! —intentando reanimar a su amigo se expresa Adam.

Hagen no responde haciendo que su amigo se desespere aun más.

—¡No amigo no me dejes, maldita sea siempre salimos de estas! —con impotencia, enterrando sus puños en el suelo dice Adam.

El soldado llora y grita desconsoladamente al cuerpo sin vida de Hagen a los cuatro vientos, mientras los enemigos aun siguen disparándole, pero para su fortuna las balas solo le rozan.

—Maldición Hagen; ¿qué rayos les diré a tus padres ahora? —dice Adam, llorando en el hombro de su amigo.

Adam se olvida de momento lo que ocurre a su alrededor; recordando los momentos preciados de pequeño que vivió al lado de su compañero.

A fino detalle comienza a recordar cuando el y Hagen iban a jugar al campo de su casa por las tardes, y fingiendo ser lo que son ahora. Von Kleist suelta una plegaria a su amigo para así darle descanso eterno a su fiel amigo, cubriéndolo con su chaqueta.

Adam Von Kleist se encontraba en medio del mayor punto de conflicto, lloviendo mares de balas, cantidad de explosiones hacia los alrededores, personas abatidas, sin duda una verdadera fiesta.

Un soldado enemigo llega hacia el desprotegido Adam en un intento de disparar, pero para su fortuna el teniente Horst acude en salvación, disparando contra el soldado polaco.

—¡Muévase soldado que esto no se termina! —le dice el teniente Horst a Adam, jaloneandolo y encaminándolo a un lugar mas seguro.

Adam solo se deja llevar aún sin creer lo que había sucedido.

Adam nuevamente llega con los demás que aún se resistían. Von Kleist mira frente de él una ametralladora empolvada aun funcionable en la parte alta del edificio y poco a poco se acerca a ella hasta poder llegar.

—Desgraciados, malnacidos ahora todos ustedes pagaran por lo que le hicieron a Hagen... —dice Adam, preparando el arma de gran calibre con las cargas esparcidas de alrededor.

"Tiempos De Guerra"

Hola, amigos lectores por lo general no suelo hablar en mis historias, pero me gustaría dejar una de las canciones las cuales me inspiran y pienso que queda acorde a la historia.

Se las recomiendo, ya que es muy hermosa por sus letras.

Sin más que decir les deseo un excelente día y más esta por venir para esta historia.

"Tiempos de Guerra" (En Corrección)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora