Acto 5: "La Locura De Adam"

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Adam Von Kleist entra en una locura total, disparando a todo enemigo que se encontraba a su paso sin remordimientos, sin sentimientos, sin piedad, una total matanza por una sola persona.

—Jajajajaja; ¡muéranse menudas plagas!, no dejaré vivo a nadie... —habla Adam en una completa perdición a los aires.

Adam puede oír los lamentos de algunos soldados heridos, pero esto desata aun más su ira.

—¿Qué dicen?; ¿acaso oí mi dios? —aun en su locura el alemán.

El soldado seguía arremetiendo, cuanto más escuchaba los lamentos.

—¡El no está aquí!, dios no está en este lugar, ¡bienvenidos sean al infierno! —respondiendo Von Kleist a los lamentos por parte de los heridos.

Dos de los soldados enemigos ante la situación, disparan con un mortero hacia donde esta Adam, causando una enorme explosión, derrumbando casi por completo la estructura.

El soldado es mandado a volar por el impacto, cayendo al suelo, cubriéndolo los escombros. Von Kleist queda aturdido y casi inconsciente, mirando hacia el cielo el como llegan la aeronaves para posterior rafaguear toda la zona, sin importar los aliados que estuvieran en tierra. Adam finalmente queda inconsciente en medio del verdadero infierno.

Acontecido un rato: Adam Von Kleist abre los ojos, intentando levantarse y salir del lugar completamente destruido. Por fortuna a pesar de lo sucedido logra levantarse un poco adolorido. Poco a poco va avanzando en el camino sin ver a una sola alma en el lugar.

Adam se encontraba en medio de un mar de llamas y ciudad desterrada. Por un momento se para en seco.

—¡Maldita sea! —grita con gran intensidad Adam.

El soldado solo se dispone a revolcarse en el suelo ante su desesperación y así quejarse, emanando lo que son lagrimas de impotencia por todo lo acontecido.

— ¡Dios!, ¿por qué te lo llevaste? —con impotencia, restregando su cara en el suelo se comenta el alemán.

Adam se recuesta en el suelo aun impotente, generándole una pequeña abertura en la cabeza, sangrante.

—¿Por qué permites todo esto?; sigo sin entender el propósito... —exclama Adam al cielo.

Adam se levanta del suelo, golpeando la tierra con sus puños hasta provocarle heridas.

—¿Por qué carajos me abandonaste? —completamente desquiciado se expresa el soldado.

En eso queriendo volver en si el soldado piensa en la chica judía y su hermanita el ¿qué habrán pasado con ellas?

Inmediatamente Adam corre a toda su velocidad para encontrar campamentos aun en pie, y así equiparse de cosas temiendo la peor de las situaciones. El soldado vuelve a agarrar ritmo para dirigirse hacia donde se encontraban ellas.

Finalmente, llega agitado al lugar que por suerte se encontraba aun solido, pero al mirar alrededor se percataba de que no se encontraba alguien.

—¡Ey chicas soy su amigo el alemán! —desesperado expresa al no ver nadie.

El soldado continuaba su camino sin ver a alguien haciendo que cada vez la preocupación fuese mayor.

—¡Milka y Hadara!; respondan por un demonio... —sumamente preocupado dice Adam.

De tanto recorre puede percatarse de ver dos bultos a lo lejos, acudiendo de inmediato hacia allá.

—Maldición... —habla Adam con susto.

Uno de los bultos comienza a moverse, levantándose y así mirándose que se trataba de la pequeña Milka, mientras posterior se levanta Hadara. Ambas al parecer estaban ilesas.

"Tiempos de Guerra" (En Corrección)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora