Hola, queridos lectores nos encontramos una vez más en un nuevo capítulo de esta historia que estamos ya cerca de descubrir el desenlace de nuestros aun supervivientes y queridos Adam y Hadara.
Les dejo de entrada en este capítulo una canción la cual el vídeo lo edite yo lo mejor que pude. Espero que lo disfruten y les guste, ya que pienso le queda acorde al capítulo de este día.
Les presento la: "Canción De Hadara"...
"Tiempos De Guerra"
Han transcurrido mas días desde lo acontecido con Milka, pero eso no daba marcha atrás a la lucha de la temible guerra de los casi sucumbidos polacos ante las sanguinarias y derrocadoras fuerzas nazi.
Adam y Hadara se escondían bien de los peligros de fuera, aunque los suministros se les empezaban a agotar, así que se había un nuevo plan en mente por parte del soldado que podría cambiar el rumbo de la situación o encontrar la manera de lograr esa felicidad que tanto anhelaban.
Nuestro querido soldado se encontraba como de costumbre sentado en reposo, mirando fijamente al ventanal del edificio donde ha estado un cierto tiempo pensando las palabras que usaría con Hadara para salir del lugar ya que ella no está muy de acuerdo con irse y dejar el edificio.
Adam aun le recorre por su mente las palabras que le dijo tanto su amigo Hagen la pequeña Milka y aquellos que ha tenido que dejar atrás en su camino. Los recuerdos vuelven invadir al chico con un: Colaje de los rostros de todos aquellos que ha visto morir, y el más difícil de olvidar el soldado de aquella vez que miraba fijamente con esa expresión de ayuda que lo dejaba completamente paralizado.
Hadara llega por detrás de igual forma sentándose a reposar en las empolvadas y podridas sillas que tomo Adam para sentarse con una decepción de ver que los suministros no solo se le agotaban si no el pensar que ya no habría más por buscar afuera. Le acomida un pequeño trozo de pan al alemán, hurtándolo de ya un vencido embace de jalea para engañar la textura dura del pan.
—Oye Hadara —dirigiéndose el soldado a la chica.
—¿Qué sucede Adam? —un poco fatigada contesta la judía.
—¿Eres consciente de que se nos agotan los recursos? —insidioso expresa el alemán.
—¿Eh?; pues sí —con intriga, y rascándose la cabeza le responde.
—¿Y de que afuera igual? —nuevamente de forma insidiosa le pregunta el chico.
—Claro, claro —dice la chica.
—Además, que hemos recorrido ya casi todo el pueblo y ya no cuenta con casi nada para mantenernos —adhiere el soldado Adam.
—Mejor dime de una vez a lo que quieres llegar —expresa la chica levantándose de su silla, y cruzando brazos, frunciendo el seño.
—Debemos salir de aquí en cuanto antes —con una tonalidad decisiva, y mirándola hacia los ojos le dice el alemán.
—¿Pero a donde iremos?; estamos más seguros aquí, además de que si no salimos podemos correr el riesgo de que nos maten —con algo de nerviosismo dice Hadara.
—¡Maldita sea Hadara este lugar nos está matando ya no queda nada en toda la jodida zona! —expresa el soldado alemán.
—No podemos irnos de aquí ya que no tienes el equipo suficiente, además de que ni es nada contra los peligros de afuera —contesta muy decisiva la joven judía.
—Hadara debemos intentarlo si no nos matara el hambre, frio las enfermedades... —a contestación el joven Von Kleist con la mirada hacia abajo.
—Pero yo... —ya sin argumentos le contesta la chica.
—Es lo que Milka hubiera querido... —responde, y levantándose Adam.
—Milka... —se dice así misma la chica judía, y tirándose al suelo.
—Podemos hacerlo Hadara; Hagámoslo por ella —por consiguiente, responde el alemán, acercándose hacia con ella y tomándola de los hombros con sus manos.
—Tienes razón me aferre tanto a este lugar que he perdido la cordura —exclama la chica en son de volver en sí.
—Vamos, Hadara intenta levantarte —exclama Adam y así ayuda a levantarla de los suelos.
—Vamos a hacerlo —con la frente firme y decidida le responde Hadara.
—Nos iremos mañana temprano así que de momento descansemos esta última noche —dice Adam, estirándose para ir a dormir.
Adam con un sumo sueño se dirige a su lugar de descanso pensando sobre lo de mañana.
Pasando un rato ya casi quedándose dormido se percata de ver a Hadara enfrente de él y esto le confunde un poco.
—¿Qué es lo que haces Hadara? —dice el chico, y limpiándose las lagañas de sus ojos.
Hadara se dirige a Adam para acurrucarse en su pecho sin decir una sola palabra.
—¿Acaso te volvió a dar frio de nuevo Hadara? —muy sonrojado le dice a la chica.
Hadara sin responderle aun a Adam lo mira a los ojos así acercándose cada vez más a él hasta ya estar muy juntos y oyéndose su respiración. La luz de la luna era la única que podía hacerles verse.
—S-s-si tengo f-frio Adam... —finalmente, responde Hadara, robándole un beso para montarse encima del soldado, haciendo unos ligeros movimientos con su cadera.
—Hadara... —con una ligera excitación exclama Adam.
El soldado corresponde a los besos de la chica para darle ciertas caricias, mientras eleva las cosas besando su cuello y haciendo gemir levemente a Hadara.
Ambos comienzan a desvestirse poco a poco, y ya terminado se toman de las manos, así mirándose con una completa vergüenza al ver sus cuerpos desnudos. Besando completamente el cuerpo de la chica hace que se moje un poco antes de empezar.
—¿Lista? —le pregunta Adam, y viéndola a los ojos.
—Si esto es lo que siempre quise y soñé —responde con una sonrisa Hadara.
—No puedo creer que vayamos a hacerlo —de igual forma con sonrisa el soldado le contesta.
—Solo hasta ahora tuve el valor de tener este capricho mío contigo —dice la chica, tapándose el rostro de la vergüenza.
—¿Por qué yo Hadara? —le pregunta el joven, mientras le acaricia su cabello.
—Es simple Adam lo haré con la persona que amo y eso lo hace aun más espacial, jejejeje —exclama la judía.
—Yo también te he amado Hadara desde la primera vez que te vi en este lugar —dice Von Kleist.
—¿En serio? —dice Hadara.
—Si eres alguien especial ya que me haces sentir cosas lindas al solo verte —dice Adam.
—Tu igual esa forma tuya de ser y todo de ti me hizo enamorarme de ti —dice Hadara.
—Es mi primera vez así que sé gentil por favor... —muy apenada le contesta Hadara.
—Hare que sea espacial para ambos... —responde Adam.
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"Tiempos de Guerra" (En Corrección)
NouvellesCorre el año 1939 en el pequeño pueblo de Kutno, Polonia a pleno inicio de la: "Segunda Guerra Mundial" te presento un amor imposible entre un nazi y una judía que se conocen por cosas del destino. Ambos juntos con otros personajes importantes de es...