He aquí todo lo que he podido reunir en los antiguos templos antes de que estos fueran destruidos, incluso visité las ruinas del llamado templo de los orígenes para traer esta información.
Sé que algunas cosas pueden estar erradas o mal interpretadas, pero mi conocimiento es poco y la información mucha.
Me llamo Abigail Daim. O al menos así me llamaba antes de reencarnar. Y estas son mis investigaciones de este nuevo mundo, llamado Theria.
Todo comenzó en el segundo en el que en el gran vacío entre universo se formó un universo joven, nacido de los restos de uno más viejo, devorado por los seres interdimencionales conocidos como los dioses del vacío.
Estos dioses son seres sin mente que solo viven para devorar, está en su naturaleza. Pero eso es parte de este gran macrocosmos, pues de esos universos devorados surgen los nuevos, comenzando con un ciclo sin fin. Al menos así es en la mayoría de los casos.
Como el soporte de este nuevo universo, naciendo junto a él, fueron creadas dos existencias: los primigenios conocidos como Caos y Destino.
Ellos se formaron en la nada y se mantuvieron como las únicas existencias en el negro vació durante eones, lo que en realidad es poco para seres como ellos.
En su pequeño universo ellos eran omnipresentes y omnipotentes, pero solo ahí. Al crecer y formarse como dioses verdaderos comenzaron a darse cuenta de que al estar en un universo tan joven eran una presa fácil para los devoradores de realidades que existían más allá, sobre todo por el más peligroso de ellos, la semilla del caos primordial, quien se rumoreaba fue creada con la primera realidad.
Para evitarlo crearon a cinco dioses como pilares de apoyo, ubicados a lo largo de todo su universo. Sin embargo, estos dioses, al estar en un vació sin sustancia, morían casi al momento de nacer. Era el destino y aunque el caos intentaba intervenir, no podía. No siquiera Destino podía cambiar nada.
Ante tal desesperación, Caos, sabiendo que esa acción lo pondría en la mira de la semilla, viajo a otros universos más viejos para ver como aquellos dioses se las arreglaron. Ahí se encontró con uno, viejo y sabio, quien le dio la respuesta:
Los dioses menores necesitaban seres inferiores que los alabaran y un propósito más allá de ser un pilar, sin esas dos cosas, morirían indudablemente.
Para la buena fortuna del caos y el destino, su universo fue moldeado a través de la pasta primordial que componía al primero, además de ser de los pocos que conservaban su semejanza. Debido a ellos, fueron capaces de dar forma a un universo completo, con estrellas, planeta e incluso su propia materia oscura.
Colocaron a los cinco dioses pilares en cinco planetas diferentes para que se alimentaran de la vida que debería haber surgido en ellos.
En los primeros cuatro si surgió de manera espontánea y se expandió como en el universo primordial. Sin embargó el último planeta era infértil, a pesar de estar en el mismo espacio del que albergaba la mayor cantidad de vida en el universo primordial.
Sin el último pilar, el universo podría colapsar, pero se necesitaba vida para que ese pilar pudiera surgir. Sabiendo que el destino no podía hacer nada para cambiarlo, pues estaba atado a las reglas de su existencia, el caos intervino. Creo a tres dioses más para que cuidaran y nutrieran ese mundo. Juntos, los cuatro, se encargarían de cuidar ese precioso planeta.
Los hijos del dios del caos: Siel, Laus, Guirie y el dios pilar, Vordove.
Pese a tener que estar en contra de la creación del caos, el destino volteo la mirada, feliz, pues con eso la existencia de su universo estaba a salvo. Y para conmemora el momento, llamó a ese mundo Theria, dado que ese era el nombre que se le había dado a algunos de los seres vivos de aquel otro mundo en el universo primordial.
Despues de eso los dos dioses se fueron a dormir para recuperar sus fuerzas, dejando a los cinco mundos pilares en manos de sus hijos.
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Theria: Historias Extra
خيال (فانتازيا)Todos tienen un pasado. Todos tienen una historia que contar. Recopilación de historias de Theria.