- Aquí vamos otra vez.... - me dije al mismo tiempo que daba un largo suspiro.
Mas bien acabe de decir esto, emprendí carrera hacia el único destino de un chico de preparatoria por la mañana.
Mi nombre es Uesugi Fuutarou. Tengo unos 17 años y en esta parte de mi vida voy a la preparatoria. Vivo actualmente con mi padre y mi pequeña hermana Raiha. No somos una familia que podría permitirse en si una casa o algo parecido, así que vivimos en un pequeño departamento del centro de la ciudad.
Sobre mí, muchos dicen que soy un chico tranquilo, estudioso y responsable...al parecer, ya que la situación actual en la que me encontraba refutaba totalmente mi última cualidad.Ahora mismo me encontraba en una carrera contra el tiempo. El autobús al que siempre me subía todos los días pasaba a las 7 de la mañana. Si le aumentas unos 45 minutos más, ahí me encontraba yo.
Hoy era un día de examen así que era impensable perdérmelo. Había estudiado durante unos dos meses para esta prueba. Noches y noches de amanecidas no podían ser en vano, así que no había forma de que pudiera...
- Oh no.... - resople mientras apoyaba ambas manos sobre las rodillas.
Miré mi muñeca. Eran las 8 con 4 minutos.
Ahí, parado al frente mío, se encontraba el maestro de asistencia de la mañana.
- Llegas tarde, Uesugi-kun - dijo él con una sonrisa, un poco fuera de lo usual.
- Bien, aquí vamos otra vez...
Por alguna misteriosa razón, a esta persona no le caía nada bien que digamos. Desde el primer día que lo vi, sentí que me trataba de esta manera, dándome mala espina y siempre haciendo lo imposible por molestar.
No era la primera vez que llegaba tarde. En otras ocasiones me había encontrado en la misma situación, pero gracias a la ayuda de algunos maestros, me había salvado de tener una tardanza más en mi libreta. Tal vez así poco a poco me había ganado su...¿"amor"?
- ¿Oh, enserio? - dije mirando nuevamente mi muñeca - ¡¡Oh, verdad!!, creo que esta vez me despiste un poco haha!!
Intente parecer lo mas despistado posible mientras avanzaba hacia la puerta. ¡De alguna u otra manera, necesitaba entrar!
- ¿Eh? - dijo él confundido
- ¿Oh?, ese de ahí no es...¡hey! Masa... - dije avanzando hacia dentro.
De repente, sentí un fuerte estirón hacia atrás en el cuello de mi camisa.
- ¿Crees que me engañaras con ese viejo truco? ¿Huh?
Como esperaba, me iba a quedar en la dirección toda la mañana. No me lo podía creer.
¿Tanto esfuerzo durante estos meses para nada?- Que se le va a hacer... - dije sacando mi pequeño diccionario de mi bolsillo - será mejor que me vaya preparando para alguna otra prueba. Tal vez para la del próximo mes...
En eso, unos pequeños y ligeros golpes en la puerta resonaron en toda la habitación. Alguien estaba llamando desde el pasillo.
El maestro se paró de su asiento y fue a revisar de quien podría tratarse. Pobre alma del que este afuera, con el humor que tiene este tío ahora...
- ¿Sí? - le escuche decir
Desde el otro lado, una delicada y suave voz, contestó a la pregunta.
- Esto....b-buenos días...
Decidí no tomarle demasiada importancia. En este momento me encontraba muy frustrado por lo de ahora, así que me dispuse a concentrarme solo en lo que estaba leyendo. Esto era lo único que podía calmarme en este momento.
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The Day I Met a Shy Girl...
Novela JuvenilFuutarou es un chico normal de preparatoria y el primer puesto de su clase en el instituto. Lo "único" malo que muchos destacan en él es su individualismo, a la vez que su frialdad con los demás. Uno de los días que menos se lo espera, llegará algu...