Sounds | Jenlisa

III

Jennie's POV

Deja de observar la casa de esa chica, Jennie.

Había un nuevo mensaje.

Inmediatamente llevé mi mirada hacia el interior de mi departamento, donde se encontraba Rosé con una sonrisa maliciosa que se formaba en sus labios. Le había mencionado a Rosé sobre el confuso asunto del departamento de al lado, pero sólo respondió que no me entrometiera más en ello.

Se me hacía un tanto difícil no hacerlo. Ya había comprobado que aquel chico estaba engañando a la rubia con una de sus amigas.

Siempre que la rubia salía, ellos dos se quedaban allí por un largo tiempo.

A como de costumbre siempre que tenía un poco de tiempo libre me gustaba estar en el balcón. Simplemente deleitándome con la gran tranquilidad que me trasmitía aquel lugar. Pero últimamente no lo podía hacer con tanta frecuencia. El clima en Inglaterra había dado un giro y ahora los días estaban un tanto fríos, no era como que me sorprendiera mucho porque aquí era algo completamente normal.

Quería contarle a la chica lo que sabía, pero realmente no me parecía una buena idea. Y las circunstancias no me lo permitían en absoluto.
Ella y yo jamás habíamos cruzado una palabra y no me parecía agradable que lo primero que llegáramos a hablar fuera sobre cómo su novio le es infiel con su amiga, era algo que en serio quería evitar.

Pero tampoco permitiría que le estuvieran viendo la cara de tonta todo este tiempo, debía ingeniar algo para que ella se diera cuenta de lo que estaba sucediendo, sin yo verme involucrada, por supuesto.

Ya hace unos días atrás esos pensamientos estaban en mi cabeza, pero necesitaba algo de apoyo y las respuestas de Rosé era que estaba loca.

Pero, ¿podría estarlo?

Sólo estaba un tanto interesada en aquella rubia del departamento vecino.

Esto era un desastre.

Lisa's POV

El primer día no había sido la gran cosa. Fue todo muy básico y normal.
En total había visto a tres pacientes en todo el día y sus casos no eran del todo graves. Estaba perfectamente capacitada para tomar las medidas necesarias en estos casos, ya era de lo más cotidiano para mí.

Las personas del hospital, en su totalidad algunas eran agradables, con otras apenas y alcancé a cruzar miradas.
Chloe estuvo muy al pendiente de que yo me sintiera bien en mi primer día. Cada cierto tiempo intercambiábamos uno que otro mensaje para comentarnos cómo estaba transcurriendo todo.

Por otro lado Noah solo me había enviado un mensaje de texto por la mañana, ya eran las 5 de la tarde, mi horario había concluido y no sabía nada de Noah.

Esperaba que al menos pudiera pasar a recogerme al hospital. Había una fuerte lluvia y no quería llegar empapada hasta casa, pero era inútil había dejado mensaje tras mensaje y no contestaba, sin contar las llamadas telefónicas que también fueron en vano.
Estaba un tanto angustiada, me sentía sola y asustada. No conocía a nadie aquí, pensé en Chloe pero en la recepción del hospital me habían avisado que su turno había terminado mucho antes que el mío.

Sin más opciones en mente y un tanto decepcionada de mi novio decidí caminar

A como era de esperarse llegué completamente mojada hasta el departamento, de pies a cabeza. En mi bolso de mano busqué las llaves del departamento y abrí la puerta. La lluvia había empeorado mucho mi estado de humor y ahora solo quería darme una larga ducha caliente y luego dormir por lo que restará del día. Curioso me pareció que cuando estaba por colgar mi bolso en el perchero de la entrada allí se encontraba un abrigo, y sabía perfectamente de quién era.