— Puedo ir por ustedes al aeropuerto. Está bien, no duden en avisarme, estaré esperando. — corté la llamada y me acomodé sobre la camilla.
— JISOO. — escucho un grito algo ahogado y miro.
Era Rosé quién venía corriendo junto con un terrible rostro lleno de terror y angustia. Por un costado de la puerta entre abierta veo la silueta de Lisa, algo nerviosa e incómoda miraba a todos los costados del hospital con preocupación mientras caminaba de un lado a otro.
— Yo lo siento mucho. — las lagrimas ya acariciaban su muy precioso y fino rostro. Se acerca con cuidado hasta la camilla en la que reposa mi cuerpo maltratado y con algunas heridas de más. Toma mi mano con tanto cuidado, como si de cristal se tratara y sus ojos se inundan en más lágrimas.
— ¿Qué haces aquí? — mi tono de voz es pesado.
Puedo ver la angustia en su rostro y lo ofendida que se encuentra al escuchar mis anteriores palabras.
— Los del hospital llamaron a Lisa. — se detiene para limpiar su rostro. — Corrimos hacia acá apenas nos enteramos de lo que sucedió. — su rostro de pronto pasa a uno de asombro. — ¿DÓNDE ESTÁ JENNIE? — comienza a mirar dramáticamente a todos los costados de la sala.
— Hablé con el doctor hace unos minutos. Aún no despierta, por lo tanto le harán unos cuantos análisis. — expresé.
Toma mi mano y me mira con los ojos cristalinos. — ¿puedo llevarte a casa? — dice entre un largo suspiro.
— No podré irme aún, ¿no es obvio? — señalo mi brazo rodeado por una gruesa capa de yeso blanco.
— Me quedaré hoy contigo. — dice.
No le respondo y trato de evitar cualquier tipo de contacto con ella.
Tocan la puerta de la sala de hospital en dos ocaciones. Un hombre con traje de policía era quien estaba allí.
— Usted debe ser... — se detiene y lleva su mirada a unos documentos que sujetaba con ambas manos. — Kim Jisoo. — concluye con la oración y se dirige a mí.
Yo trato de acomodarme sobre la camilla haciendo un esfuerzo que terminó nulo. Estaba conectada a muchos aparatos médicos, mi cuerpo se sentía tal y como si hubiera recibido una enorme, pero merecida paliza y sólo tenía un brazo disponible. Sin hablar de la horrible jaqueca que torturaba mi cabeza.
— Soy el oficial Wilson. Necesito hacerle unas cuantas preguntas con respecto al accidente. Usted y dos personas más resultaron gravemente heridas. — dice con semblante serio.
Trago de forma fuerte y pienso en todas las posibles respuestas.
— ¿Usted conducía el auto no es así? — dice mientras desliza un lapicero sobre sus dedos.
— Correcto. — digo.
— Muy bien, cuénteme un poco cómo ocurrió el accidente.
— Bien, Jennie y yo fuimos a un bar o discoteca, como desee llamarlo, aproximadamente a las 9 de la noche. Luego de un tiempo de llegar la perdí de vista, me preocupé y la encontré en uno de los baños del lugar. Estaba totalmente ebria y murmuraba cosas que realmente no entendía. Decidí que era momento de llevarla a casa, por lo que con algo de trabajo logré sacarla de allí y la llevé al coche.
Era obvio que no dejaría que conduciera en ese estado de alcoholización, tomé las llaves del auto y me fui de allí. El clima no estaba en muy buen estado, había bastante lluvia por lo que traté de conducir con calma a pesar de que la calle estaba bastante despejada. — me detengo un momento y veo que el oficial junto con Rosé están muy atentos a la historia. — Recuerdo ir por el carril correcto cuando un auto a lo lejos se acerca de manera bastante rápida y en cuestión de segundos estampó sobre nuestro auto, gran parte del impacto lo recibió Jennie ya que por desgracia el auto chocó con más impacto en el lado del copiloto. — finalizo.
ESTÁS LEYENDO
Sounds | Jenlisa
RomanceKim y Manobal, dos vecinas que terminan conociéndose por un suceso no tan agradable. Lisa se entera de que la castaña misteriosa que le da asilo en su departamento tiene una cualidad un tanto distinta. Esto no impide que ambas chicas comiencen a in...