Intento abrir los ojos semicerrados, todo estaba negro, todo en silencio. Me levanto de a poco y puedo apreciar que estaba en la cama de Matías, pero él no estaba. Empecé a buscarlo por toda la habitación, y no lo encontré; entonces me dispuse a ir a mi departamento, pero la puerta tenía pestillo. En una esquina había una especie de "ventana", donde se veía el cielo azul oscuro y algunas estrellas; de pronto alguien golpea la pequeña ventana, veo dedos y marcas de huellas en lo empañado del vidrio, alguien golpeaba la puerta, la perilla intentaba abrirse a la fuerza, sin tener mayores resultados, la fuerza paró. Cuando oigo un golpe enorme en la ventana, los pedacitos de vidrio saltaron por toda la habitación y una especie de sabana cayó dentro, la levanté y unas manos agarraron mi cuello y comenzarón a apretarlo. BAM! volví a despertar, los rayos de sol atravesaban la pequeña ventana, aún estaba en la cama de Matías, y él estaba ahí durmiendo placidamente. Vaya, habia sido una pesadilla, de hace años.
Tomé una chaqueta mia y abrí la puerta, cuando iba a salir de la habitación alguien cerró la puerta en mi cara. Caí al piso, el golpe habia sido fuerte. Sentí un bostezar, Matías habia despertado. Al verme ahí en el piso se levantó rápidamente y me levantó.
¿Qué te paso?, ¿estás bien?-me dijo ayudandome a pararme.
Ah, si, eso creo. Alguien cerró la puerta.
Que raro, te invito a tomar un desayuno al café de abajo, ¿vienes?-
Claro!, dejame arreglarme y te paso a buscar.
Esta bien, me dijo y me besó en la mejilla.
Salí feliz, llegué a mi habitación y me di una ducha, me puse otra de mis faldas y una blusa. Cuando salí del baño todo estaba en desorden, papeles, adornos, cortinas..todo en el piso. Las ventanas estaban abiertas y entraban corrientes de aire. No le tomé importancia porque no quería llegar tarde a mi desayuno. Entonces salí por Matías, él salió de inmediato, se veía lindo, paso su mano por mis hombros y fuimos al ascensor.
Al entrar estaba una señora mayor; con la cabeza abajo, sin mirar al frente. Llegamos al piso principal, nos bajamos y volví a mirar hacia atrás, la señora me indicaba y murmuraba algo a su derecha, al bajar el brazo, el ascensor siguió su rumbo.
¿Pasa algo?-me pregunta Matías.
No, no, pensé que se me habia caido algo-
Él rió y fuimos al café. Nos sentamos en la mesa hacia la ventana, pedimos un café y tostadas. A medida que conversaba más con Matías, más me atraía.
Qqq..comenzó a tartamudear. ¿Quieres que caminemos por el parque?-por fin soltó.
Por supuesto, es un lindo día.-sonreí.
No habia nadie en el parque, salvo una señora sentada en la banca, pasamos por al frente y ella alzó la mirada hacia nosotros, ¡era la señora del ascensor!. Rió con una sonrisa malevola mirando nuevamente a su lado.
Seguimos caminando y Matías sacó unas flores y me las dió. Lo besé en la mejilla y él se sonrojó. Ambos estabamos coqueteandonos el uno al otro, sonrisas, miradas, abrazos...todo iba perfecto. Recorrimos la galería de arte, unos juegos, el estanque, alimentamos a los patos e incluso fuimos a una pequeña fería de juegos, donde fuimos a la rueda. Comimos un algodon de azucar entre los dos, jugamos a tiro al blanco, al toro y él ganó un gran peluche para mi. Ya en la tarde fuimos a casa, lo invité a pasar a la mia; al entrar habian pedazos de vidrio en el piso, huellas de pies sucios en la alfombra, marcas de manos en la pared, vaya, ¿más desastres?, ¿ahora?.
Veo que eres una persona activa en tu casa, ¿no?-me dice Matías con una sonrisa.
Yo no..-antes de que pudiera terminar la frase, una puerta se abrió, comenzaron a tirar sábanas, ropa, cojines, etc. Me quería ir, no podía ser, ¿y si era la chica?, ¿aún no estaba conforme con eliminar a tantas personas queridas de mi vida?.
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NO ENTRES AL BOSQUE
ParanormalTerrie Wisley, una chica de 14 años va a un campamento como paseo de curso, su curiosidad la lleva a recorrer el lado prohibido del bosque, allí se encontrará con la leyenda urbana "la niña demonio", la cual la perseguirá a donde sea que vaya, junto...