terraza; wos

cinco

[vamos a quemar a la terraza.]

valentín;
había caído la noche y fui prácticamente obligado por mis amigos a hacer una fiesta en mi casa.

aun que sinceramente necesitaba distraerme, tomar alcohol y por un rato olvidarme de todo.

así que al final accedí, y toda mi casa estaba repleta de gente bailando con la música al palo.

y yo estaba sentado tomando de una botella de whisky.

porque no tenia las suficientes ganas de bailar, y sabía que después de esto me iba a arrepentir.

iba a tener que limpiar todo yo, ademas que seguramente iba a tener resaca.

y si, ya me estaba arrepintiendo.

-hola.- apareció malena.

no respondí, si hablaba con ella me iba a romper. sabía que no era su culpa que yo esté así pero no podía evitarlo.

mirarla y saber que nunca iba a estar a mi lado me destruía.

-te hablé, no sé si te diste cuenta.- dijo con un tono brusco.

me descolocó un poco la manera en la que me hablo, ella suele ser tan neutra que hasta te daban ganas de llorar.

-ya sé.- dije con las pocas fuerzas que tenía.

-¿te hice algo?- habló otra vez de la misma forma.

-vos no, en realidad fui yo mismo al enamorarme.- respondí, inmediatamente me arrepentí, porque aún que ella sabía que me gustaba nunca se lo dije así.

-¿qué?.- es lo único que dijo.

ignoré por completo su pregunta y me levanté.

-¿vamos a fumar?- acoté esperando su respuesta.

-si.- pronunció.

subimos al segundo piso, y fuimos hasta mi habitación.

salimos por la ventana hasta la terraza, no sin antes agarrar un par de porros de mi cajón.

y empezamos a fumar viendo el cielo de noche.

viendo las estrellas me puse a pensar de lo loco que es todo.

somos cosas tan pequeñas es un mundo tan grande.

personas pequeñas que pueden tener problemas tan grandes.

pero que son insignificantes a comparación con todo.

lo loco que es que este viviendo esto, que este vivo.

negué con la cabeza saliendo de mis pensamientos, claramente el porro me había pegado.

miré para mi costado y malena me miraba con una sonrisa.

-¿qué pasa?- cuestioné.

-te ves lindo cuando estás en tu mundo. así perdido.- formuló.

yo reí porque sabía que lo hacía en joda.

solía decirme esas cosas, pero a la hora de las acciones se quedaba corta.

y la entendía, si era yo el que suponía que debía sentir lo mismo que yo.

sentía que era el único al que no le correspondían. aun que era muy normal.

pero no entendía porqué a mi me afectaba tanto.

sin ella no podía vivir normalmente.

suspiré, tire el porro y lo pisé.

-a veces pienso que todo es mi culpa, ¿sabes?- expresó.

-¿todo qué?- interrogué.

-todo lo que te pasa a vos.- contestó y me miró.

quedé callado pensando unos minutos.

-no es tu culpa no sentir lo mismo.- acoté y yo también la miré.

-te juro que quiero.- dijo callándose, hasta que volvió a hablar.- pero me gusta otra persona.

al escuchar eso cerré los ojos inmediatamente, sentí como se llenaron de lágrimas y como mi pecho dolía.

respire hondo.

le gustaba otra persona. otra persona la iba a hacer feliz.

y yo no pude.

sequé mis lagrimas y la observé. sonreí.

porque aun que yo quería ser esa persona, me conformaba con que la hagan feliz.

y no sabía si quería haber escuchado eso o no.

solo quería irme.