nueve

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maratón 1/2

[tengo claro que eso es un entrenamiento, si está cultura te hace adicto al sufrimiento]

valentín;
me cambié para salir a correr, hace mucho no hacía nada de ejercicio y tan solo mirarme al espejo me causaba rechazo.

estaba tan mal. tan horrible.

quizás si hacía algo de gimnasia mejoraba un poco, pero no quería ir a un gimnasio porque no me gusta ser nuevo, y no quería conocer a gente nueva.

respiré el aire frío, el invierno ya había empezado. antes solo me gustaba el verano, pero me di cuenta que ahora el clima acompañaba mis emociones.

me sentía así, frío.

me puse los auriculares y empecé a correr. hace una semana estoy haciendo lo mismo.

al llegar a la plaza no vi a nadie, no era normal que acá no haya personas.

me senté en un banco y tomé mi agua.

suspiré con el silencio aturdiéndome.

igual me gustaba, no estaba acostumbrado.

cerré los ojos y subí la música. era lenta.

se sentaron al lado, y la primera persona que vino a mi cabeza fue malena.

ella siempre venía a esta plaza, me insulté mentalmente.

me tuve que haber dado cuenta.

giré mi cabeza y la miré. me sacó los auriculares.

-¿hasta cuándo vamos a estar así?- pronunció con el ceño levemente fruncido.

-no sé. tal vez un par de meses, años. o siempre- respondí.

-no seas así valentín. no te hagas rogar. porque si lo queres lo vas a conseguir.- me habló con brusquedad.

-vos no seas así tampoco, sabes lo que siento. y aun que en algún momento te pueda llegar a odiar, voy a seguir enamorado. supéralo malena.- hablé exaltado, me estresaba.

-!¿superarlo yo?! ! superalo vos valentín!-gritó.

me quedé callado un rato mientras me miraba impaciente.

-si esperas que haga eso, no vas a tener nada.- respondí con tranquilidad. aun que por dentro ya quería volver a llorar.

suspiró pesadamente.

-sos difícil, pero me gusta.- dijo.

la miré incrédulo, pensé que iba a decir algo malo. que no entendía porque era así.

-¿qué?- sólo pude pronunciar.

-siempre fuiste así, aun que al final te hayas enamorado de mi. siempre te costó aceptar las cosas. como a mi.- habló

me quedé callado.

-tal vez esté equivocada, tal vez si seamos el uno para el otro.- volvió a decir.

-posta?.- pregunté.

-si...

pasamos la tarde hablando, y por primera vez en bastante tiempo lo disfruté.

la extrañaba. y ella a mi.

ya había anochecido, así que la acompañé a su casa y luego volví a la mía.

mas tarde estaba en mi cama acostado, usando el celular.

vi una historia suya, la puse con una sonrisa.

pensé qué tal vez había subido la foto que nos habíamos sacado esa tarde.

y apareció una con otro chico, dándole varios besos. se me cayó el celular.

mis lagrimas empezaron a caer abruptamente

empecé a respirar con dificultad.

me levanté, y la llamé.

fue todo muy rápido, no sabía ni que estaba haciendo.

-hola?- contestó a través de la llamada.

-!¿por qué sos así?! ¡¿ qué mierda te hice para que me hagas esto?!- grité.

-valentín, no seas exagerado una vez en tu vida. hablamos un rato y ya pensas que vamos a estar juntos.- dijo como si nada.

mis rodillas cayeron al piso. no paraba de llorar.

me hacía tan mal.

-pensé que ibas a dar algo por mi, pero se ve que solo fingías.- hablé entre sollozos.- !no me hables mas!

corté la llamada y me acosté en el piso.

sabía que eso sólo era una muestra de cómo podía jugar con mis sentimientos.

como podía hacerme sufrir si ella quería. y lo lograba.

ojalá malena nunca hubiera llegado a mi vida.

terraza; wosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora