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- ¿Qué es lo que necesita, Spectre-san? 

Muchos nunca sabrían explicar como Yusaku y Vincent Spectre podían llevarse mal, no había razón aparente para que ellos se llevaran mal. 

- Ryoken-sama me pidió que dejará esto, dijo que llegaría tarde a casa - el de cabellos plateados entregó una bolsa de papel al Androide que la recibió de inmediato - así que te quedaras solo un par de horas más.

- Ryoken se encuentra en el centro de la ciudad.

- El tiempo pasa... y comienzan a exaltarse - escucho suspirar al de cabellos plateados mientras se alejaba de la puerta - si no puede que si ocurra algo muy malo... es mejor que te apresures ahora que aun hay humanos que puedes tener de tu lado. 

Yusaku no dijo nada mientras veía al de cabellos plateados alejarse por las escaleras, por el camino cercado que conducía a la plaza que estaba cerca, donde se encontraba Café Nagi. Yusaku Soltó un suspiro entrando con las cosas que Ryoken había comprado antes de dirigirse a su trabajo en SOL Technology en el centro de Den City, dejo la bolsa en una mesa y comenzó a guardar cada una de las cosas en los respectivos estantes. Cuando terminó de guardar las cosas miró la hora en el reloj digital de la cocina con sus números de color verde neón muy parecido al color de sus ojos. 

Yusaku soltó un suspiro mientras desactivaba a Robbopy que había terminado de preparar la cena, ella no era un Android como él, ella solo era una robot asistente que había sido llevaba para ocuparse de la cocina. 

Caminó hacía la habitación de Ryoken y se miró al espejo, su uniforme que había sido proporcionado por Cyberlife y SOL se veía igual de limpio que siempre, la chaqueta gris con la franja azul en su brazo con la que estaba obligado a salir para identificarse como un Android, la camisa azul marino con cuello V que le había dado Ryoken un par de años atrás, el pantalón de lona oscura y las zapatillas grises con decoraciones azules que también le había regalado Ryoken. Aquella ropa que le había dado Ryoken a diferencia de la ropa negra que usaba cuando era asistente de laboratorio del doctor Kogami. 

Soltó un suspiro mientras abría uno de los cajones del armario que Ryoken no utilizaba. Miró de nuevo la hora en el reloj que se encontraba sobre la mesa al lado de la cama de Ryoken. Era momento de actuar, por eso tomo el traje negro y verde que era atravesado por una franja amarilla y cambio su apariencia frente al espejo. 

Continuará... 

L.O.V.EDonde viven las historias. Descúbrelo ahora