- Comienzan a agitarse.
Miro al Android de ojos amarillos y extraño cabello morado en punta que le hablaba. Recordaba que Ai había sido el primer Divergente que conoció y salvo, había sido una tarde hace un par de años cuando él se encargaba de sus propias tareas, para ese entonces ya era un divergente...
En realidad... había sido un divergente desde ese día. Ai había sido el primer Divergente que había conocido, se encontraba herido en un terreno abandonado, su pecho y manos se encontraban llenas del líquido azul que daba vida a los Android, pero también se encontraba lleno de un líquido rojo que ya había visto antes y que reconocía.
Ayudo a Ai sin hacer preguntas, le dio el abrigo negro que a veces utilizaba en las calles y lo llevo hacía aquella bodega abandonada donde le pidió que lo esperará. Esa noche regresó para reparar a Ai tanto como le fuera posible, al ser el mismo modelo que él no necesitaba buscar piezas, tenía suficientes en casa, Ai era como su hermano... un molesto y a veces irritante hermano, pero no dejaba de ser familia. Claro... si tuviera que escoger entre Ai y...
- Debemos actuar pronto - hablo el otro Android que se encontraba atrás de él sacándolo de sus pensamientos - Tenemos humanos que están de nuestro lado... tal vez si tomamos las mejores elecciones podremos salvar a tantos de los nuestros como sea posible.
- ¡Si! - exclamo Ai con una sonrisa - ¡Podemos convivir en paz con los humanos! ¡No es necesario que...
- El camino hacía la libertad se construye sobre cadáveres - susurró sin mirar a sus compañeros, estos se quedaron callados al igual que todos los presentes en aquella bodega - denme un poco más de tiempo para crear una estrategia... por ahora... no debemos causar un alborotó.
Escucho los gritos de protesta de todos los que se encontraban en aquella bodega en ese momento, sabía que reaccionarían de esa forma. Soltó un suspiro y golpeo con toda su fuerza la pared de metal que se encontraba a su lado creando un estremecedor sonido que hizo que todos callaran al mismo tiempo.
- Bien... si no pueden esperar, hagámoslo. Si quieren, es hora que los humanos sepan que nosotros también estamos vivos, que merecemos los mismos derechos que ellos... es hora que alcemos la voz por primera vez - hablo en voz alta - pero... tengan en cuenta que, una vez dado el primer paso, nadie puede retroceder.
El grito de victoria resonó en toda la bodega. Sabía que no había vuelta atrás se giro a Ai y los otros dos Android que se encontraban atrás de él.
- Cambien sus apariencias... no podemos permitir que nos reconozcan, al menos no ahora... Debemos estar seguros que nuestros humanos estarán de nuestro lado ¿entendido?
- Estoy seguro que él nos apoyará... lo ha hecho antes.
- Aun así, es mejor guardar las apariencias - dijo el tercero que aun no había hablado - yo regresaré a casa... como has dicho, es mejor mantener a nuestros humanos a nuestro lado.
- Ten cuidado...
- Asegurate de no hacer ninguna tontería - sonrío de forma seductora al Android que se encontraba a su lado - hasta pronto.
El líder de la rebelión miro su reflejo en un trozo de vidrio roto que se encontraba a su lado, cambio el color de su cabello y tomo un traje que se encontraba guardado en una caja, era negro y verde oscuro con una franja amarilla que lo atravesaba además de un forro color lila en el cuello, tenía guantes y unas botas del mismo color, también tomo un cinturón gris que se encontraba guardado. Cambió sus ropas sin pensar mucho en ello.
Soltó un suspiro y miro su nueva apariencia, era el momento de cambiar la historia.
Continuará...
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L.O.V.E
FanfictionRyoken ha estado enamorado de Yusaku desde que era niño. Desde la primera vez que vio a ese hermoso joven de ojos verdes y cabello azul, desde la primera vez que vio la amable sonrisa de Yusaku, la vez en la que él lo consoló por la muerte de su p...