Gravity Falls: Viajes inesperados.

Capítulo 11- Capítulo 12

Capítulo 11 nimiedades

El día llego agradable y con frescas brisas al pueblo de Gravity Falls, Oregón. Pero en la mansión Gleeful se respiraba un aire pesado y lleno de tensión.

A pesar de las discusiones el día anterior, tanto viajeros dimensionales como anfitriones se reunieron en el comedor, más temprano esa mañana los sirvientes habían expresado el pedido de sus amos y, siendo que ellos eran los invitados no se negaron. Aunque como es de suponer, Bill estaba de muy mal humor lo más alejado de la mesa que en el espacioso cuarto le fuera posible.

-Agradecemos que hayan aceptado nuestra invitación, ¿verdad Mabel?- con sonrisas imperturbables, ambos Gleeful miraban con tranquilidad a los personajes en la mesa.

Como si apenas ayer no hubieran amenazado de muerte a alguien con espadas.

-Por supuesto, lo único que queremos cortar hoy es la tensión -y haciendo una broma con alusión al tema, el ambiente fue aún más frío.

Mino, al igual que Sam, Ford y Mabel, trató de mitigar su participación en la plática siguiendo con su comida.

Fue el desayuno más largo del mundo, y vaya que ella había comido en mundos donde la percepción del tiempo pasaba bastante lento.

Al terminar, los gemelos Gleeful se levantaron y ofrecieron algunos de sus lujosos autos para que disfrutaran del día en el pueblo. Dipper estaba emocionado pero...

-No pienso salir. -Bill, recostado en el aire por una hamaca que el mismo había hecho, ignoraba los regaños de Sam y las súplicas de Mino.

-Vayan ustedes niños -dijo Ford después de un rato, viendo que la situación no cambiaría -Alguien tiene que vigilar a Bill, además ya he viajado por dimensiones antes. Será más productivo que ustedes vayan-.

-Pero tío Ford... -Mabel, que había entablado cierta cercanía con Ford recientemente, no le gustaba la idea de ir a divertirse sin él.

-Yo me quedó -quizás por la misma razón, Dipper pensaba que era más importante que Ford y Mabel siguieran fortaleciendo su relación. El ya estimaba mucho a su tío y no dudaba que Mabel lo quería también. Aún así, enseñarle la maravillosa vida de la investigación a su hermana gemela era algo que podía volverla más unida a Ford, y quien sabe, ¿quizás era una buena forma de traer a "Los gemelos Misterio" más adelante?

-Prometí encargarme de Bill, además aún hay algo que debo hacer. No se preocupen, mañana los acompaño -con una sonrisa los despidió, en cuanto cruzaron la puerta se giro hacía Bill, que seguía flotando en el techo.

-Bueno Bill, ¿vas a hacer algo además de holgazanear todo el día? -con voz irritada y el ceño fruncido se cruzo de brazos. En realidad no estaba del todo molesto, era cierto que había algo que quería hacer cuanto antes.

-No~ y por mi puedes irte a dónde quieras, no me importa- Dipper suspiró con resignación. No había mucho que hacer, era Bill, si quería hacer algo lo hacía, si no, no. Era como un adolecente mimado en ese aspecto.

-Como quieras -Dipper sabía que la mejor manera de lidiar con esa parte de Bill era ignorandolo, y dejarlo hacer su drama hasta que se cansará. Porque sí, esa actitud era un berrinche por lo que paso el día anterior.

Caminó por los pasillos de la enorme mansión, había algo que tenía que hacer sin dudas y aprovecharía la ausencia de Bill para completarlo.

-Entonces, Tayron -ambos estaban en el despacho que el joven heredero usaba para trabajar. Desde contratos y acuerdos hasta discusiones con sus abogados y otros herederos de empresas y territorios, ese era un espacio donde solamente él y Mabel tenían permitido entrar. Ni siquiera Will podía ver lo que ahí se hacía.