𝑶𝒏𝒆-𝒔𝒉𝒐𝒕𝒔

☁︎︎TomTord☁︎︎

☂︎︎ ☔︎︎ 𝑅𝑜𝑠𝑒𝑠 𝑖𝑛 𝑟𝑎𝑖𝑛 ☔︎︎ ☂︎︎

Aquel jardín estaba siendo destrozado por aquella lluvia tan brusca, algunas plantas lo soportaban; pero otras, simplemente no aguantaban.
Como las rosas que estaban ahí, los pétalos de casi todas se iban cayendo, aún así, unas intentaban sobrevivir.

Aquella pareja que les cuidaba habían salido por unas cuantas horas, la lluvia ya los tenia estancados en el tráfico; los dos estresados, uno por el tráfico, otro por las plantas al ver que tan violenta estaba esa lluvia.
Cuando llegaron a su hogar, primero se cambiaron aquella ropa mojada para no resfriarse; al ya estar secos y con una ropa nueva, agarraron un paraguas para salir a su jardín y poder ver cómo estaban sus plantas.

Aquel lugar al cual le había dedicado tanto tiempo, estaba algo destrozado, pero nada que no se pudiera arreglar.
Ambos cubiertos por el paraguas; estaban sosteniendo sus manos, intentando darse apoyo sin decir alguna palabra.
Entraron a la casa aún con sus manos agarradas, dando un suspiro algo cansado, mañana tendrían que trabajar más en aquel lugar.

Ya estaban cenando en la cocina, ninguno sabía de que hablarían, así que estaban en un silencio no tan incómodo.
Cuando terminaron ambos fueron a lavar aquellos platos sucios por la comida.

Sus miradas se juntaban de ves en cuando, dando risillas por lo ocurrido.
Al terminar de hacer aquella tarea, fueron al sillón con la posibilidad de ver alguna película, darse cariñitos y dormirse ahí.

Y lograron su cometido, quedándose dormidos a la mitad de la película; pensando que la habían apagado pero se seguía reproduciendo sherk 2.

Despertaron por ahí a las 11 de la mañana, bueno , ni siquiera despertaron juntos. El de cuernos había tirado del sillón a Tom; despertándolo así por el golpe.
— maldita sea Tord . . . — maldijo en voz baja mientras se levantaba, mirando a su pareja absteniéndose de tirarlo del sillón.

Se estiró dando un pequeño jadeo, seguía demasiado cansado, ni pensaba en desayunar o hacer algo más que respirar y vivir.
Aunque al escuchar unos quejidos de su pareja se puso atento y lo vió, estaba temblando.
Dió una risa, y lo cargó para llevarlo a la habitación que compartían; dejándolo en la cama y arropándolo , viendo cómo dejaba de temblar.
Salió de aquella habitación para poder ir a aquel jardín. Con guantes y otras cosas para arreglar aquel jardín y sorprender a su pareja.

  Ya habían pasado algunas horas, estaba completamente agotado, había intentado arreglar lo más que se podía para que el día siguiente no fuera tan pesado;
Entro a la casa, pensando en darse un baño, aunque le subió el ánimo el hecho de que el de cuernos estaba preparando la cena.

Ambos ya estaban más relajados y cariñosos que el día anterior.

Así se la llevaban, día a día se daban cariño; aunque aveces más que otros.
Y como siempre, el jardín los unía más que otros días.