Hwarang Yeoja 화랑 여자 (Chica Hwarang) EN PAUSA

CAPÍTULO XIV

Me asomé por el ventanal que había detrás de mi cama, alcancé a divisar las estrellas y la luna, el cielo era de un azul oscuro, casi negro, y la luna parecía una reluciente sonrisa.
Solté un suspiro, al parecer las cosas no iban tan mal.
Mientras nadie más supiera mi verdadera identidad, nada se saldría de control.

-. ¿Así que tú eres Kwan?

Me giré hacia atrás y ví a Soo Ho de pie, frente a mí.

-. ¿Qué es lo que quieres?

Me miró fijamente.
Me puse de pie.

-. Eres tú el del brazalete... ¿Cierto?

Todos los chicos de la habitación guardaron silencio y se quedaron observando la escena.
Asentí.

-. Bien, dime la verdad.. ¿De dónde lo has sacado?

-. Eso no es asunto tuyo

Tomó mi brazo con tanta fuerza que no pude soltarme.
Lo miré fijamente.

-. Te ha dicho que no es asunto tuyo, ¿Por qué no lo dejas en paz? - Dijo Ji Dwi alzando un poco la voz

-. Ella tenía un brazalete como ese... - Su voz se quebró un poco

Abrí los ojos como platos.
Todos me miraron.

-. Yo... sólo lo encontré, no tengo ni la menor idea de quién hablas...

Me soltó.

-. Está bien... yo... lo-lo siento...

Alcancé a ver cómo una pequeña lágrima resbalaba por su mejilla.

-. ¿Está todo bien?

-. Sí... quiero decir... no es nada... lo siento

Se dió la vuelta, y se recostó en su cama.
Han Sung me miró y se encogió de hombros.
Ban Ryu sólo miraba a Soo Ho, sin decir nada.

Me recosté en mi cama.

-. Bien, será mejor irnos a dormir de una vez - Dijo Yeo Wool y se encogió de hombros

Nadie respondió, así que Yeo Wool apagó la lámpara que iluminaba la habitación.

Cerré mis ojos y me quedé dormida.

-. Kwan... Kwan

Abrí mis ojos como pude, todo estaba oscuro, no había dormido ni cinco minutos y alguien ya me estaba despertando.

-. ¿Quién eres?
-. Shhh... No alces tanto la voz, despertarás a los demás

Abrí bien los ojos y ví a Ji Dwi frente a mí.

-. ¿Por qué me despiertas? - Refunfuñé
-. Vayamos a dar un paseo
-. ¿Enserio? - Alcé un poco la voz - ¿Sólo me has despertado para eso?
-. Shhh...

Ji Dwi puso un dedo sobre mis labios, para que guardara silencio.

-. ¿Acaso quieres que los demás despierten? -Me miró- Ven conmigo

Tomó mi mano y me arrastró por la habitación hasta llegar a la puerta.
Me puse mis zapatos y Ji Dwi abrió la puerta sin hacer mucho ruido.

-. ¿Estás seguro de lo que haces? - Pregunté, bostezando

Él asintió.

Salimos de la habitación intentando hacer la menor cantidad de ruido posible.
Yo estaba aún medio dormida, intentaba no tropezar con cualquier cosa.
Ji Dwi me arrastró por los pasillos, hasta que llegamos a la entrada del edificio, al parecer no había nadie alrededor.

-Vas a tener que correr lo más rápido que puedas, puede que haya vigilantes cerca

Asentí.

-Contaré hasta tres

Asentí de nuevo.

-Uno...

Nos miramos fijamente.

-Dos...

Me alisté para correr.

-¡Tres!

Ambos corrimos sin parar, hasta donde nuestras piernas lo permititieron, intentando que nadie nos observara.
Nos detuvimos frente a un pequeño kiosko, bastante alejado de los dormitorios.
No había nadie alrededor.

- Eso fue... demasiado... - Dije, intentando tomar aire nuevamente

Ji Dwi tomó mi mano.

-Ven conmigo

Asentí, y él me guió hacia la barda, que marcaba los límites del palacio real.
Nos sentamos ahí mismo, observando la luz de la luna.

-¿Por qué Soo Hoo quiere tu brazalete?

Me encogí de hombros.
Ji Dwi frunció el ceño.

-¿Acaso se conocían antes? Me refiero a que... antes de que fingieras tu muerte y todo eso...

Asentí y dí un suspiro.

-Estábamos empezando a salir, él me invitó a dar un paseo y dijo que mi brazalete le parecía lindo... Tal vez...

-Tal vez sufrió mucho con tu supuesta muerte y cree que robaste el brazalete de su chica - Cruzó los brazos - ¿Acaso no pensaste en eso?

Negué con la cabeza.

-¿Por qué no te lo quitas, y lo dejas en casa?
-Porque es como un amuleto de la suerte, mi hermano lo encontró en nuestro jardín, enterrado, al parecer pertenecía a mi padre...

Ji Dwi me miró fijamente.

-Además, gracias a ese brazalete estoy aquí

Él me miró confundido.

-No quiero que te metas en problemas
-Ya tengo suficientes - Bromeé