Me adentré en Gweongju junto con Ha Neul, intentando que nadie nos viera.
Saltamos la barda y caminamos por los largos senderos.-Tengo que ir a casa, o si no mamá se preocupará - Dijo mi hermano en voz baja- Intenta no parecer muy sospechosa
Asentí.
Él se adelantó y comenzó a caminar más rápido.
Mientras más me adentraba en la ciudad, más me costaba identificarlo, ya que cada vez había más gente alrededor.
Aún así intenté no perderlo de vista.
Mi hermano se marchó por el sendero que llevaba a casa y yo me dirigí al palacio real.
Le hice una señal a manera de despedida.
Las personas que pasaban me miraban de una manera extraña, e incluso escuchaba murmullos a mi alrededor.
"Nunca había visto a ese chico antes"
"¿Quién es él?"
Seguía caminando y cada vez más gente me miraba.
Miré a lo lejos, había una gran multitud observando algo fuera del palacio, me acerqué a ellos para ver tal cosa.
Me adentré en la multitud y logré ver algo, era un anuncio de la reina, como el que me había llevado mi hermano, pero de un gran tamaño.
Sonreí y me dirigí a las escaleras del palacio, la gente me abría el paso, al fin me convertiría en un Hwarang.
De repente alguien me tomó del brazo.
Me giré hacia atrás, era Soo Ho.
Demonios.
Soo Ho me miró fijamente, de una manera inquietante, luego miró mi brazo.-¿De dónde sacaste ésto? -Preguntó- Observando mi brazalete de oro
Intenté parecer firme y hablé con la voz más grave que pudo salir de mi garganta.
-Eso no es asunto tuyo - Respondí
El brazalete.
Esperaba que lo olvidara, pero al parecer lo recordaba perfectamente.
Aparté mi brazo y seguí subiendo las largas escaleras del palacio, camino al recinto principal, donde seguramente se encontraría el maestro Hwa Gong.
Apenas había subido unos cuantos escalones y Soo Ho me volvió a tomar del brazo, ahora con más fuerza.-¿De dónde sacaste eso? - Repitió, alzando un poco la voz
Inmediatamente volví a apartar mi brazo y lo miré desafiante.
-Lo encontré - Arqueé una ceja- Por favor no vuelvas a tocarme
Él soltó una pequeña risa.
-Tú no vas a decirme qué hacer
Me encogí de hombros y seguí caminando, intentando parecer indiferente.
Soo Ho me seguía, intentaba no darle importancia, pero por dentro, los nervios me consumían poco a poco.-¿Qué es lo que quieres? -Me dí la vuelta y lo miré fijamente
Él se sobresaltó un poco, no esperaba esa reacción.
Ahogué una pequeña risa.
Soo Ho ignoró aquello y volvió a ponerse serio.-¿En dónde encontraste ese brazalete?
-¿Por qué tanto interés? - Sonreí - Es lindo, ¿Verdad? - Miré el brazalete alrededor de mi brazoSoo Ho enfureció y me empujó hacia una pared, sosteniendo mis hombros con ambas manos.
-Escúchame bien, no se quién seas, pero estoy seguro de que eso no te pertenece
Le dí un empujón, haciendo que cayera rodando por las escaleras.
-Te dije que no volvieras a tocarme
Seguí mi camino y me dirigí hacia el recinto, donde había otros chicos, amontonados alrededor.
Y me miraban fijamente.
Gweongju era una ciudad pequeña, por lo tanto, todos (o casi todos) se conocían, pude reconocer a unos cuantos, algunos eran amigos de la infancia, otros, recurrían a visitar a mi madre, por sus famosos remedios medicinales, y a otros simplemente los había visto caminando por la ciudad.
Me metí entre la multitud y entré al recinto.
Cerré la puerta.-¿Cuál es su nombre? - Me preguntó alguien
Me giré y ví a un hombre, de pie en una esquina de la habitación.
Hice una reverencia a manera de respeto.-Soy Kwan...Park Kwan
El hombre me miró fijamente y luego hizo una reverencia.
-Nunca había oído de usted - Me dijo- Mi nombre es Wi Hwa, y soy el encargado de los Hwarang, ¿Ha venido a inscribirse?
Asentí.
-¿A qué familia pertenece? - Me preguntó
¿Ahora qué historia me voy a inventar?
- No tengo familia - Lo miré, seriamente
-¿Entonces usted no es un hueso sagrado? ¿O el hijo de un noble?Me encogí de hombros.
No sabía qué decir.-Bien, pues entonces me temo que no puede ser un Hwarang
-¿Qué?Wi Hwa se acercó.
-Ningún mestizo puede ser un Hwarang, si usted no tiene recuerdos de su familia, entonces quizás no fue tan importante
Entonces lo recordé...
El bendito brazalete.
Sonreí.- Bueno, quizás si tengo un recuerdo
Le mostré el brazalete y el hombre quedó asombrado.
- Eso es... ¿Oro?
Asentí.
Ahora tenía que inventarme otra historia.-Era de mi padre, me lo dió antes de marcharse, no tengo muchos recuerdos de él, ni de mi madre, ella había muerto, y... no tuve hermanos- Miré al suelo - Me crié en una pequeña aldea, yo sólo, y decidí volver a Gweonju cuando me enteré sobre la convocatoria
Al parecer mi historia era bastante convincente.
-¿Por qué quiere convertirse en Hwarang?
Sonreí.
-Quiero luchar por Silla, y proteger el reino
Wi Hwa asintió.
¿Había pasado la prueba?- Muy bien, muy bien - Sonrió - Has sido aceptado, definitivamente eres un heredero de sangre azul, no cualquiera tiene un brazalete como ese
Intenté ocultar una gran sonrisa, por dentro me moría de la emoción.
Hice una reverencia.-Gracias, no le fallaré
Wi Hwa sonrió y me entregó el uniforme.
-La ceremonia de iniciación será en tres días, en la plaza del palacio, no falte
Asentí.
Estaba a punto de lograr lo que siempre había querido.
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Hwarang Yeoja 화랑 여자 (Chica Hwarang) EN PAUSA
Fanfic*PAUSADA POR TIEMPO INDEFINIDO* Si una chica quiere ser Hwarang... ¿Puede o no puede? Ha Ra, una chica valiente y con espíritu guerrero está por descubrirlo ADVERTENCIA: PUEDE CONTENER SPOILER DE LA SERIE ORIGINAL Aunque la mayoría de las cosas men...