THREE

6.7K 688 63
                                    




Cello Suite Nº1 - Johann Sebastian Bach


Ojos dorados perdidos en los bordes del bosque alrededor de la casa Cullen, ojos que alguna vez fueron exuberantemente verdes.
Su fría y blanca mano como el mármol alborotó su cabello cobrizo en un gesto de frustración. Sus ganas de llorar, de gritar y romperse en miles de pedazos revoloteaban por su pecho causándole un terrible malestar.

Se negaba rotundamente a creer en la visión de Alice, era simplemente imposible. Si aquello hubiera sido cierto, él lo hubiera sentido, o al menos eso se obligaba a creer. Apretó sus labios con impotencia, odiando su condición aún más de lo que alguna vez lo hizo.

Lo peor era de que lo sabía, era plenamente consciente de que era su culpa. Él lo había arruinado todo, en un acto estúpido de cobardía. Ahora, no solo él lo estaba pagando, sino también ella, y todos aquellos que la rodeaban.
Recordaba entrar en pánico la semana anterior cuando una niña de cabello negro y ojos azules se le había acercado a preguntarle sobre ella. Por supuesto que él la recordaba, Anna Brilhart. Niña huérfana que vivía en el Orfanato de Forks.
No supo reaccionar más que quedarse mirándola para luego alejarse de ahí lo más rápido que podía sin levantar sospechas a los humanos. Admiraba el coraje de la chica de 16 años de acercarse a hablarle, yendo en contra de todas las alertas de peligro que los humanos sentían al estar cerca de vampiros, pero a ella no pareció importarle.

- Edward. - la suave voz de Esme lo obligó a salir de su trance. - Debes alimentarte. No puedes seguir así.

- Estoy lo suficientemente bien para pelear. - contestó él buscando con cierta ansiedad un disco en específico de los muchos que tenía en su habitación.

- Los neófitos te despedazarán si estás así de débil. - pidió ella con desespero.

- Pues que así sea. - él se alzó de hombros sin mirarla.

- Solo porque ella está ...

- Ella no está muerta. - afirmó con una voz muy grave. - Si lo estuviera lo hubiera sentido. Desde Italia es como si ... como si sintiera una conexión con ella.

- Nos has pensado en que tal vez lo que dijo Aro no haya sido cierto? Puede que realmente estuvieras en lo correcto al fijarte en Bella. Puede que Kat no haya sido tu compañera. Tal vez ella solo fue ...

- Deja de hablar de ella en pasado! - gritó asustándola. - Él tenía razón. Lo que dijo era cierto. Y ahora estamos en este embrollo por mi culpa.

- Si tan solo pudieran aceptar que ella no volverá ...

- Rosalie ya te habla? - el silencio se volvió tenso tras esa pregunta sin mostrar emociones. - O Jasper? Jasper le habla a Alice?

Más silencio como respuesta. Esme suspiró para luego salir de la habitación cerrando la puerta detrás suyo.

Edward regresó la mirada al estate desde el techo hasta el suelo de la habitación, escaseando cada cobertura hasta que dió con el indicado.

Tomó el vinilo y con mucho cuidado lo puso en el tocadiscos. A punto de poner la aguja para que la melodía se reproduzca, dudó. El fantasma de la risa y la sonrisa de ella cruzó su mente causándole la sensación de que le sacaban el corazón del pecho.
Desvió la mirada al bosque, al clima de Forks. Suspiró, ella amaba esta clase de climas, amaba el frío, lo llegó a amar a él.

Dejó que la aguja tocara el vinilo y la hermosa melodía se comenzó a reproducir. Ella no era una fan de la música clásica, a diferencia de él. Siempre le insistía para que escuchara Guns N' Roses o Queen. Pero esa era su canción favorita.

Edward recordaba cómo le había dicho que le encantaría tomar clases de cello y de violín si tuviera la oportunidad. Recordó con impotencia las pequeñas lecciones de piano que le daba a ella, y amaba el perfectamente imperfecto sonido de su armoniosa voz.

Se sentó abrazando sus rodillas en el medio de la habitación, la mirada perdida en fantasmas de su pasado con ella.

Espero que algún día, dondequiera que estás, puedas perdonarme. Porque no puedo perdonarme a mí mismo, Kat.


Jasper alzó la mirada al techo de la habitación del piano, mirando al punto exacto en dónde se ubicaba el tocadiscos en el piso superior.

Volteó al sentir la presencia de alguien más y frunció los labios al ver a Rosalie.
La rubia se veía fatal a comparación de la deslumbrante belleza que solía llevar siempre. No podía superar la noticia de Alice, de que su mejor amiga había muerto. No, se había suicidado. Jasper tuvo que detener a Rosalie con ayuda de Emmet para que no matara a la pequeña vampira con aspecto de duende al enterarse que habían dejado a Kate con los Volturi.

Él tampoco sentía que podría perdonar a su compañera, no podía terminar de asimilar que la persona que debía amarlo y velar por su felicidad del. mismo modo que él lo hacía con ella, había formado parte de la trágica muerte de su mejor amiga.

Pero el rubio vampiro no había podido dejar de pensar en la vez que Kate le había dicho que ella sabía cosas que iban a pasar. Acaso ella sabía que moriría?

Rosalie se lanzó a abrazar a Jasper, terriblemente molesta con el hecho de que no podía desahogar su dolor a través de las lágrimas.

Tres vampiros rotos en una misma casa. Tres corazones rotos por la muerte de una mortal.

Dos vampiros culpables.

Una humana sin un corazón.

Un compañero en desgracia.

*

*

*

Querido lector,

Sé que es un capítulo corto pero prometo subir uno o dos más en este fin de semana largo.

Por favor voten y comenten qué les pareció y qué creen que pasará ahora. Sobretodo aquellxs que pedían con urgencia saber qué había pasado con los Cullen.

Realmente les recomiendo visitar mi perfil para que puedan disfrutar de otros fanfic míos.

Nos leemos pronto.

Love,

Elle.

Upside down - Twilight Saga fanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora