Upside down - Twilight Saga fanfic

FOUR

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CAPÍTULO CUATRO

EVERYTHING HAS CHANGED

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A la semana siguiente, Edward se ofreció a recoger a Katie para llevarla al instituto y así evitarle la caminata, pero ella se negaba diciendo que el ejercicio la ayudaba.
El joven Cullen se sentía realmente intrigado con la chica Swan. Cada vez que alguna pregunta era dirigida hacia ella por parte suya o de cualquiera de sus hermanos, Katie lograba desviar la atención o daba muy vagas respuestas. 

A su parecer, ella podía tener un secreto tan grave como el suyo, el ser vampiro, pero al ser una humana, buscó todas las maneras que pudo para saber un poco más sobre ella.
Al ser, lo que él suponía, la hija del sheriff, sus registros estaban al máximo cuidado de Charlie. Ella no solía juntarse con nadie excepto los Cullen, por lo que se le habían agotado las fuentes.

Él realmente no quería, pero prácticamente se había convertido en su acosador. La seguía después del instituto y la observaba cantar y bailar mientras preparaba la cena. Luego, la observaba de lejos mientras cuidaba de los niños del orfanato, le parecía un angel.
Al llegar la noche, la observaba dormir desde el gran ventanal que tenía el ático, su habitación. Le parecía hermosa y misteriosa cuando dormía, se notaba que tenía pesadillas casi todas las noches por la manera en la que se movía y fruncía el ceño al susurrar incoherencias.

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- Hola, lobo solitario - saludó Katie sentándose a su lado en la clase de biología.

- Término inadecuado - respondió él con una sonrisa al pensar en los metamorfos.

- No es como si fueras el alma de la fiesta - dijo ella con sarcasmo.

El profesor ya había ingresado al aula y había comenzado a explicar la clase de ese día pero toda pa atención de ambos estaba concentrada en hablar en susurros.

- Sé divertirme - contestó el vampiro fingiendo estar herido.

- En serio? Sentarse a mirar la pared no cuenta. - su sarcasmo y naturalidad al hablarle no dejaba de sorprenderlo.

- Yo no ...

- No te atrevas a negarlo, Edward Cullen. Siempre lo haces, parece que estás posando. - el mencionado solo rodó los ojos. - Cuéntame algo.

- Que cosa? - la confusión lo embargó reflejándose en su ceño fruncido.

- Lo que sea. Un chiste, un acertijo, un dato curioso, un recuerdo, un sueño ...

- De acuerdo. No me culpes, ví esto en televisión. - ella asintió con media sonrisa. - Sabes qué es más gracioso que 24? - ella negó con la cabeza. Le parecía adorable el cómo él sonreía mientras le hablaba - 25 - dijo lo último con una divertida sonrisa sarcástica.

A Katie le pareció demasiado divertida su expresión y el chiste era demasiado tonto; no pudo evitarlo y estalló en carcajadas llamando la atención de toda la clase. Edward no lo pudo evitar y comenzó a reír ruidosamente contagiado por la morena a su lado.

- Swan, Cullen. Fuera - exclamó indignado el profesor.

Ellos salieron aún riéndose y compartiendo miradas furtivas.