Upside down - Twilight Saga fanfic

EIGHT

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CAPÍTULO OCHO

PERFECTLY WRONG

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Charlie había salido temprano para poder recoger a Bella de Port Angeles teniendo en cuenta lo que tardaría el trayecto. Era sábado y para Katie eso significaba pasar el día con los niños del orfanato, pero, a pedido de Charlie, regresaría a tiempo para poder recibir a Bella.

Katie tenía curiosidad sobre Bella, era su prima en ese mundo después de todo, pero también tenía mucho miedo. No podía dejar de pensar en qué pasaría cuando conociera a Edward, en si él la dejaría por Bella, en si Bella trataría de meterse en su relación. Pero no dejó que el miedo la dominara (aún), ella sabía que cuando las personas son sobrepasadas por el miedo terminan haciendo cosas malas.

Kat había terminado de arreglarse, por lo que estaba chequeando su aspecto en el espejo de su habitación cuando alguien tocó la ventana. Con una sonrisa al saber quién era, ella abrió la ventana y se encontró cara a cara con Edward.

- Hola, amor - dijo ella antes de dejar un pequeño beso en sus labios y dar un paso al costado para que él pudiera entrar.

- Buenos días. Si así me vas a recibir cada vez que entre, pues debería venir más seguido. - comentó él con una sonrisa burlona.

- Oh, cállate. - ella agarró su bolso y comenzó a bajar las escaleras con él siguiéndola.

- A dónde vas? - le preguntó el vampiro mientras ella se hacía un sándwich de dulce de leche.

- Al trabajo. - comentó antes de darle un mordisco y comenzar a limpiar lo que Charlie había dejado.

- Trabajo? No sabía que trabajaras en algo en Forks - le comentó él cruzándose de brazos a lo que ella sonrió con sorna y rodó los ojos.

- Ah, no? Y qué tal de aquella vez que me seguiste a mi trabajo en el orfanato? - ella se cruzó de brazos para imitarlo, recargándose en el fregadero.

- Cómo lo ...? - él ni siquiera pudo terminar la pregunta porque ella lo interrumpió.

- Aquella vez creí haberte visto y me convencí de que había sido un producto de mi imaginación, pero luego descubrí que eras un vampiro y yo no había alucinado aquello. - se alzó de hombros restándole importancia.

- Chica lista - le comentó él abrazándola por la espalda mientras ella lavaba.

- Siempre. - la sonrisa pícara de ella mezclada con el guiño que le lanzó al chico cobrizo le dibujaron una sonrisa en la cara.

- Que tal si ... te acompaño? - preguntó él mientras salían de la casa.

Katie se quedó estática mirando a la puerta que acababan de cerrar. No sabía por qué pero su tiempo con los niños le parecía algo muy privado, muy personal, y pensar en compartirlo con Edward le daba mucha inseguridad.
Se preguntaba si los niños estarían bien con eso, si él sabría tratar con ellos. Pero al pensar en Renesmee de los libros se tranquilizó al pensar lo bueno que era Edward con los pequeños; sin embargo, su corazón se encogió al recordar que ella debía ser su hija con Bella.
Reuniendo todo el coraje que no sentía, ella se dio media vuelta y sonrió hacia Edward.

- Sería genial. - le respondió a su propuesta. - Pero vamos caminado rápido porque debo regresar temprano.

- Eso no será problema. - dijo él de forma burlona. - Agárrate.