2 semanas habían pasado y el doctor había explicado lo que tenían que hacer cada quien, todos estaban dispuestos, pero para no involucrar a la tierra tenían que ir a pelear con el Titán, pero había algo que los preocupa la chica aún no despertaba, según el doctor los signos cardíacos de la niña estaba bien y que iba a despertar en cualquier momento, pero no habían visto señal alguna, no querían pensar lo peor, pero quizá la niña había caído en coma, el hechicero casi no dormía, durante el día Daniel se quedaba a cuidar a su hermana mientras que el doctor había planes con los superhéroes, pero en las noches, Daniel se iba a dormir, mientras que el doctor se quedaba a cuidar a su amante para ver si despertaba pero no lo hacia. Todos se sentían mal por la niña, porqué no pensaron que ella estaría en peligro de muerte hasta ahora.
Estaban hablando de la función de las nuevas perlas, (la magia fue extraída de los objetos y ahora eran como perlas). Mientras hablaban de ello, el joven Daniel entro azotando la puerta mientras gritaba; ¡Ha despertado!.
Se giraron para verlo, mientras que la menor entraba detrás de su hermano cómo si nunca se hubiera desmayado, el doctor cómo pudo se transportó al frente de la menor y la abrazo, la miro a los ojos y le plantó un casto beso, algo que, por su puesto incómodo a los observadores de la escena, sin embargo la pareja no lo noto. Él le decía cuan preocupado estuvo por ella.
Bruce incómodo volteó su vista a la pantalla que el mago estaba usando para explicar el plan. Mientras que capitán América tosió levemente, y los demás sólo se giraban incómodos, los guardianes de la galaxia observaban con su 'lider' Starlord quejándose de la escena y mantis hizo un comentario de como se sentía la chica. Por su parte Stark embozo una sola toda al ver a Peter suspirara aliviado.
—Ow, es lindo que todos se hayáis preocupado, pero no es el momento—. Dijo la chica mientras ahora ella le plantó un beso al doctor, se separó de él mientras miraba a los demás. —No tenemos tiempo, mientras ustedes juegan a los soldados planificando una guerra—. Mencionó de manera metafórica, sin embargo molesto a algunos. —Alguien trata de destruir la barrera, a lo que me refiero a...—. empezó a explicar, pero no pudo continuar, para ver al joven temblar, mordió su labio e hizo una mueca.
—Thanos...—. Susurro el menor, pronto sintió a su mentor abrazarlo, para tranquilizarlo, sabían que al muchacho le había afectado más así Titán, nadie lo culpaba era joven, y el morir en ese momento no estuvo en sus planes, siempre pensó en estar preparado hasta que en ese momento se había sentido morir, después de todo nadie estaba preparado para morir, ya que el había durado más por culpa de sus poderes arácnidos y nadie había sentido nada por que ellos no les tocó luchar contra su destino. Y el chico tenia miedo con los chasquidos, el escuchar el nombre del Titán.
—Las perlas de magia. Me las dan, ¿Por favor?—. Pidió la chica.
La bruja escarlata, tomo la caja de la mesa y se la dio a la chica, la cual sonrió e empujó levemente a su amante, para que la dejara libre, este retomó su compostura y se alejó de ella.
—¿Qué planeas hacer con ellas?—. Cuestionó Strange. La chica cayó y el la sostuvo antes que cayera al suelo. —¡Aún no estás bien —. Reprendio el hechicero.
—Ya rompió la barrera.
Susurro la chica con una mueca de dolor, ella lo había sentido, después de todo habían destruido algo que le costó como no tenían idea.
—No hay tiempo de explicar, prepárense—. Ordenó la joven.
Tomo las 9 perlas de magia y las lanzo al aire, entonces Strange supo lo que iba a hacer y de alejó, las perlas brillaron y el poder de la joven salió al flote alrededor de ella, aquella neblina roja la rodeó y fue consumiendo las piedras hasta que no quedaron nada, los ojos de la Rubí brillaban de aquel color tan característico, cuando su magia se desvaneció, sonrió ella mientras caminaba hacia los demás, quienes se habían puesto de pie.
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La Hechicera Del Rubí ||Strange x Oc||
FanficNunca pensó que cuando el doctor le pidió buscar a alguien que ayudaría a ganarle a Thanos fuera una; ¡Niña!. No podía quejarse él reclutó a un niño, pero esta chica era aún mayor que el chico que había reclutado ¿pero era enana?. ¡Dios!, no conocía...