Capitulo 39

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-No chinguen a su madre- gritaba una molesta rubia a través de la puerta de la habitación de su novio hacia un pelinegro de nombre Shiryu y un castaño llamado Seiya.

Se preguntaran que carajos ocurrió, si ayer todo era arco iris y color rosa. Pues he aquí la respuesta, la rubia se encontraba en el primer día de su regla, y por eso su humor se encontraba tan mal, si de por si ella era bipolar, ahora imagínense con nuestro amigo Andrés. Los chicos fuera de la habitación solo intercambiaban miradas hasta que el pelinegro le hablo al castaño -así que ustedes despertaron y Vianey te pidió un te?- dijo este mientras veia a su amigo chocar su cabeza contra la puerta, -y cuando volvías te diste cuenta que estaba cerrado con llave y ella se negaba a abrir?- este se dio cuenta que su amigo estaba aún en su ropa de dormir,-esto es una misión imposible- suspiraba con aparente cansancio.

Mientras esto ocurría en la casa de Seiya, Saori se encontraba dormida en la mansión Kido, dirán como es esto posible si fue quemada pues, los Caballero junto con el poder divino de las diosas hermanas lograron restaurarla a su antigua gloria.

De vuelta con la joven de cabellos morados, estaba teniendo un peculiar sueño, sin evitarlo, se encontraba sudando y moviéndose de un lado al otro.

En el sueño

-Que? Donde estoy?- se cuestionaba pues sabia que estaba con los ojos cerrados, y sobre una superficie muy dura, cuando de pronto escucha que tocaban la puerta de donde se encontraba provocando que abrirá los ojos.

-Adelante- dijo esta dándose cuenta que su voz era mucho mas dulce, ella se sentó y miro a su alrededor sin saber en donde estaba, al mirar donde estaba acostada vio que era una cama de piedra.- Señorita Athena, su hermana desea hablar con usted- levanto la vista y vio a un joven con la armadura de Sagitario. -Esta bien Sisifo dile que pase- sisifo? No lo conocía pensaba esta aunque sin evitarlo había pronunciado esas palabras, ella volteo a la derecha para ver su reflejo en un espejo, definitivamente no era ella, sus cabellos si eran morados pero mas largos, además de que sus ojos eran verdes y su busto estaba mas desarrollado, ella diría que tendría unos 16 años.

-Es que acaso no planeas hacer nada Sasha?- Saori inmediatamente volteo para ver a una chica idéntica a su hermana, a no ser por el hecho de que la mitad inferior de su cabello era azul oscuro y portaba una armadura dorada, esta la estaba mirando molesta.- Quien mas esperas que muera para que metas manos en el asunto?- exclamaba acercándose cada vez a Sasha - ya murieron mi esposo, mi maestro, Aldebaran, quien mas estas esperando que muera? Tenma? Yato? Yuzuriha? Quien mas Sasha?- grito esta mientras su cosmos ardía, un cosmos lleno de enojo e ira-cuando planeas hacer algo? Cuando Alone se encuentre muerto?! Dímelo!- dijo mientras la tomaba de la parte frontal del vestido.

-Misa- dijo la de cabellos morados, llamando a su hermana por su apodo - Misa nada Sasha, si no haces algo pronto yo misma matare a Hades, aunque tenga que morir tu hermano Alone-. La peli-morada se quedo perpleja, jamas había pensado que su hermana seria tan violenta, sin embargo ella recordó que ella no era su hermana, sino su anterior reencarnación. -Nightshade- murmuro la pelimorada dandose cuenta de que le sucedía a la anterior reencarnación de su hermana.

Después de que ella pronunciara esa simple palabra, la rubia la soltó de golpe, -y que? Que ha de importar si ella sale? Talvez así muera Hades- después de decir aquello salio hecha furia de la habitación.

Saori despertó de golpe sintiendo como si aquello acabara de ocurrir -no debemos permitirlo, Nightshade no debe volver a salir- dicho esto la Joven se levantó de su cama dispuesta a proteger a su hermana.

Mientras Tanto

-Que no!!- gritaba una rubia sosteniéndose fuerte de la cama mientras que los dos jóvenes intentaban levantarla. Ambos jóvenes habían logrado entrar a la habitación y ahora se dedicaban a levantarla pero simplemente no, no era posible, esta chica era demasiado bipolar.

-Dejame con ella Shiryu- dijo Seiya, este solo suspiro y se dedico a salir del cuarto murmurando un adiós. Seiya nada más escucho la puerta cerrarse y se dedico a acorralar a la Rubia que no se esperaba para nada aquello e intentaba quitarlo.

-Shu, Shu mi querer dormir- decía la menor, aunque el castaño ignoro todo aquello y pasaba a abrazar a la chica, como si de un animalito asustado se tratará - Se que eso de las mujeres es algo delicado asi que mejor dejame estar contigo, así pued ayudarte en lo que necesites-.

Escuchar palabras tan tiernas salir de la boca del caballero de pegaso harian que la joven se tranquilizara, por lo cual solo asintió y así pudieron pasar el resto del día con tranquilidad ya que lamentablemente la paz no siemore era tan duradera.

Saint Seiya: La verdad detrás del anime💖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora