Capítulo 28

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Narra ______(t/n)


- Gracias chicos – agradecí su esfuerzo y sonrieron.

- Cuando quieras linda - besó mi frente y se subió a su auto dejándome a solas con Justin.

- Entonces ¿hasta mañana? - dije  jugando con mis manos.

- Supongo que si - hubo silencio por unos minutos -  Ya.

- ¿Que? - pregunté confundida.

- ¿No me besarás?

- ¿No te irás? - le pregunté divertida.

- No hasta conseguir un beso tuyo.

Sonreí - Pues, ¿que esperas? Cierra los ojos – hizo caso y yo me acerqué a su oído - Hasta mañana lindo - le besé la mejilla.

Abrió sus ojos y me besó la frente - Nos vemos mañana.

Le di un pequeño beso en los labios y me dirigí a mi casa. Entré y saludé con la mano a los chicos, cuando vi que se fueron, cerré la puerta y fui a la sala.

- ¿Como vam...? - el silencio me interrumpió, todas habían caído dormidas en los amplios sillones de la sala - Dormilonas.

Sola subí arriba, me saqué los tacos y estiré los dedos de mis pies y entró alguien.

- ¿Que quieres? - bufé.

- ¿Por qué hay un montón de chicas dormidas en la sala? - preguntó Michael.

- Porque las drogué para sacarles los órganos y venderlos - rodólos ojos y se adentró a mi habitación hasta sentarse al lado mio - ¿Que quieres? ¿Y que haces despierto a la... - me fijé la hora enel reloj de pared -  una y media de la madrugada?

- Oí cuando entrabas.

- ¿Y que quieres?

- No sé, ¿dondes están mamá y papá? - preguntó rascándose la nuca.

- Pensé que estaban acá, ¿no han llegado? - pregunté apoyando todo mi peso en una pierna.

- Bueno, papá trabaja hasta la madrugada y mamá, no tengo idea.

- Anne no llegó a la casa de Harry, así que deben seguir por ahí, por cierto, ¿me ayudas a bajar los colchones?

- Déjame pensarlo - se hizo el pensativo por tres segundos – No- se paró y se dirigió a la puerta.

- Oh vamos, estaré una hora si no me ayudas.

- Esta bien, ¿pero dormirás así?

Miré mi ropa - No, sería incómodo, ¿puedes ir bajándolos mientras yo me cambio?

- Bien, pero me debes un favor – señaló mientras se iba.

Llevé mi pijama al baño, me pegué una ducha rápida y me vestí con un simple pantalón de algodón color gris, una blusa verde clara con un dibujo de un elefante extraño, un par de medias de dormir y bajé a la sala. Cuando llegué, estaban todas las chicas durmiendo en los colchones y se encontraban tapadas, luego escuché un par depasos bajar la escalera.

- Demoraste una eternidad, ya lo hice solo.

Sonreí - Gracias hermanito - dije despeinándolo.

- Si, si ya, déjame.

- Ay pero que aburrido, tienes catorce años y eres todo un amargado.

- ¡O tu eres una infantil!

- Prefiero ser así a que ser un... - el sonido de la puerta abriéndose me interrumpió - ¿Mamá? ¿Qué horas son estas?

- Ya, ¿me pueden explicar porque hay chicas durmiendo en la sala?

La esperanza es lo último que se pierde (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora