Capítulo 39

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Hoy es el día en que Justin pechará a _____(t/n) tirándole sus libros y demás, como ella me dijo una vez que le gustaría que le pasará, ya saben, como en las películas. Pero aunque realmente quiera que ellos fuesen felices, no quería que se apartara de mi, quería que fuera solo mía y en el último momento me tuve que arrepentir, tenía que hacer algo o la iba a perder.

Ya que en el siguiente recreo sucedería ¡Mierda, Harry! ¡Piensa!

La encontré en el estacionamiento y la saludé, ella estaba alegre el día de hoy. Ella ya me había superado hacía ya mucho tiempo.

- ¡Hey! ¿te parece si nos perdemos la primera clase? - le pregunté algo nervioso.

- No Harry, tengo que llegar a clases – dijo pasándome de largo.

- Oh vamos, solo la primera - le rogué desesperado.

- Harry, ya déjame, tengo que llegar a clase a tiempo.

- Pero no quiero que vayas – supliqué.

Se volteó hacia mi, cruzó sus brazos y alzó una ceja. Me volvía loco cuando lo hacía.

- ¿Por que?

- Porque... amh...eh...- tartamudeé - ¿Por que no? - pregunté con una sonrisa inocente y subiendo mis brazos.

- Lo siento Harry, nos vemos después, ¿si?- me sonrió y corrió a su clase.

Entré a mi clase y estuve ahí por lo que pareció una eternidad, cuando oí que la campana sonó, salí corriendo para buscar en los pasillos infectados de gente a _____(t/n), cuando la encontré con la mirada observé que estaba con ese amigo suyo, el Nerd de John. Me escondí detrás de una planta y la escuché hablar.

- ¡Hola Josh! - dijo abrazándolo.


Ah, se llamaba Josh, claro, como mi amigo.


- ¡Hola ____(t/n)! ¿Como estás?

- Estoy bien, acabo de salir de ...- su propio bostezo la interrumpió, pero rápidamente fue ocultado por su mano, se veía tan tierna - lo siento, estoy algo cansada.

- Lo noté, ¿que has estado haciendo a altas horas de la noche? - preguntó divertido cruzándose de brazos.


¿Que le importa?


- Ya, déjame, jugar en el xbox hasta las tres y media de la madrugada no es nada malo.


No, claro que no princesa.


- Tal vez, si hubieras dormido toda la tarde, si hubieses tenido todo pronto y si estuvieras en vacaciones, pero adivina que, ninguna de esas razones fueron justificadas - se hizo el listo y yo rodeé los ojos.

- Ya, déjame, ¿nos vemos en el almuerzo?


Si, ya déjala.


- Claro pequeña.


Quería golpearlo, solo yo le decía "pequeña".

La esperanza es lo último que se pierde (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora