Capítulo 40

14 0 0
                                    



- Si quieres, te traigo un balde, aunque tendría que traer para toda la clase.

Inmediatamente dejé de mirar al profesor, el cual lucía una hermosa sonrisa y se dedicaba a ordenar sus papeles.

- Aún no se por qué el otro profesor  se fue, era bastante torpe pero agradable – dije, volviendo a mi ensoñación.

- Nos dijeron que era porque se mudaba con su esposa a América y cosas de la vida.

- Le deseo lo mejor, porque de seguro nos deseó lo mejor a nosotros - dije con doble sentido.

- Son unas babosas - lo miré elevando una ceja. - Le diré a Justin - mierda, aún tengo que hablar con el - Lo siento, mal chiste.

- No importa, me acordé que tengo que hablar con el.

- ¿Le dirás? - preguntó sorprendido.

- ¡Por supuesto! - le contesté enfatizando con mis ojos bien abiertos.

- El no te lo hubiese dicho – canturreó.

- Tal vez, pero el no quiere terminar conmigo.

Louis asintió y pasó a mirar al frente, se tardó unos segundos hasta que reaccionó lo que dije.

- ¡¿Quieres terminar con Justin?! - exclamó impresionado.

- ¡Lou! ¡Baja la voz! - dije entre dientes.

- Al fin, porque su pareja ya parecía estar expirada - negué con la cabeza ante su comentario.

 Yo aún lo amaba, lo quería demasiado ¿Y como no? El fue mi primer todo, fue el cuento perfecto que siempre quise vivir, pero con el tiempo me di cuenta que en la vida nada es perfecto, que las personas se equivocan, engañan y terminan lastimándote. Nosotros éramos un círculo vicioso de aquello, que parecía no terminar jamás por el simple hecho de parecer ideales juntos. Yo ya no quería algo ficticio, no quería seguir con el si pensaba que todo el tiempome estaba engañando, necesitaba algo real, amor del bueno supongo. Sin embargo, también me fastidiaba el hecho de sentirme incómoda saliendo a fiestas con mis amigas por lo que fuese a suceder, de salir a un lugar sin decírselo, de no salir a ningún lado en general ya que el siempre venía conmigo. Supongo que necesitaba más libertad, y Justin no me la estaba dando. Tomé lo que pasó en la fiesta como una señal para que lo dejara de una vez y aprovechara un tiempo sola, para pensar con claridad que es lo que realmente quería.

- Bien chicos, como nos pasamos la clase anterior hablando, no quiero repetir todo y gastarnos toda la hora en lo mismo. Empezaremos con los escenarios y diálogos, porque como saben, en la próxima hora la lista de los que participarán en el show estará abierta. Y para los que no asistieron o se durmieron en el final de la hora, es una clase abierta, no pondré faltas ni bajas notas a los que no asistan, esto es completamente libre. Iré a buscar las llaves, mientras quiero que en estos minutos lo piensen - dijo el profesor, y cuando atravesó la puerta, todos comenzaron a murmurar con sus compañeros de al lado.

- ¡Por favor Louis! ¡Quiero hacerlo! - le rogué.

- Házlo, ya te dije - contestó mientras jugaba con su celular.

- Louuuuu... - rogué.

- Es para niñas ____(t/n), no cantaré ni bailaré.

- No te pido que bailes, te pido que cantes, eso lo haces perfecto.

- No _____(t/n).

- ¡Porfis! - rogué juntando mis manos y curvando mis labios.

- Te quiero, te adoro, te amo, te acompaño en todas, pero no me harás cantar - afirmó.

La esperanza es lo último que se pierde (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora