Capítulo 59

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- No sé que hacer.

- Pronto todo se arreglará, pero, ¿quién es el padre?

- Michael...

- No, en serio, quiero... debo saber quien es el maldito bastardoque dejó preñada a mi hermana.

Fruncí el ceño y lo miré mal - No soy un animal.

Me sonrió - Lo siento, volveré a repetirlo lo mejor posible¿Quien es el jodido padre?

- Harry.

- ¿Harry? - asentí y oí como golpeaban la puerta. No contesté,sabiendo que entraría igual.

- ¿Que sucede con Harry?

- Nada mamá - dije arrastrando las palabras.

- ¿Y por qué estás acá Michael? ¡Ni siquiera te vestiste! Y______(t/n), por favor baja a desayunar, tienen veinte minutos parallegar, apúrense - sin decir más se fue, pero volvió a entrar. -Quiero que sepan que esta vez me hago la boba, pero acá huele amentirosos y que algo ocultan, pero ya, muévanse - cerró la puertade mi habitación y yo me paré.

- Mataré al idiota.

- No lo entiendes, nadie lo entiende, el no tiene nada que ver, laidiota fui yo Michael - mis lágrimas aparecieron y el me abrazó. -Soy una idiota y no se que voy a hacer con mi vida.

- Saldrás de esta, te lo prometo.


...


Al final llegamos con cinco minutos de retraso, después de queMichael se olvidara de la mochila y tuviera que buscarla de nuevo,cerrar la puerta de casa con torpeza y con las rojas de los semáforostenía las ganas de pasarlas por arriba con mi auto.

...

Salí de la clase frustrada, Historia es súper aburrida. Caminéhasta la cafetería - rara vez iba - y como en el menú casi todo erafrito, elegí una manzana y un jugo de naranja - no me malinterpreten, amo las hamburguesas y más, pero tengo que serconsciente de que estoy embarazada y no puedo darme ese lujo -.Caminé hasta los casilleros, dejé todos los cuadernos ahí y saquéel libro de Química. Volví mi marcha hasta la biblioteca topándomecon una devastada y sin uniforme - muy raro - Adriana.

- Oye, ¿que tren te aplastó? - bromeé, cambiando completamentemi humor.

- El mismo que a vos - me sonrió sin ganas y nos saludamos.

Vestía un top sin mangas negro con margaritas por todas partes dediferentes tamaños, un jean algo oscuro, un cinturón marrón, unoszapatos blancos, una gorrita de lana del mismo color, una chaquetanegra y llevaba colgada su mochila morada. El maquillaje disimulabaun poco su cansancio, pero aún así se notaba.

- Y dime algo ¿sabes algo de Michael?

Me miró extrañada - Hablas de... ¿tu hermano?

- Si.

- En realidad no lo veo desde el recreo del jueves, ¿por que? ¿Lepasó algo? - preguntó preocupada.

- No, solo que fue a la casa de Clara y me dijo que habló conustedes.

Alzó sus cejas en modo de sorpresa - Tal vez llegó después deque yo me haya ido a la casa de Liam con el resto de los chicos ¿Tedijo algo?

- Les contaron mi situación.

Hizo una mueca - Algún día se tenía que enterar, tarde otemprano.

- Lo sé, creeme, lo sé.



La esperanza es lo último que se pierde (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora