𝐀𝐍𝐒𝐖𝐄𝐑𝐒 ━━ joey birlem.

ㅤtwenty six.

E S P E C I A L
analepsis

siete años atrás.

Caminaba tranquila hacia el colegio mientras sostenía la mano de mi madre y observaba todo a mi alrededor.

Era mi primer día de clases y estaba muy emocionada. Quería hacer amigos nuevos y llevarme bien con todos, pero especialmente.. quería verlo a él.

Cruzamos la calle rápidamente y llegamos a la escuela, mi madre se despidió de mi con un beso en la mejilla como era de costumbre y me deseó mucha suerte en mi primer día.

Acomodé mi ropa y entré con una gran sonrisa en mi rostro. Adoraba la escuela, definitivamente era algo en lo que me iba muy bien y era bastante buena.

Caminé por los largos pasillos hasta que lo vi, estaba con sus demás amigos riéndose de algo, no se bien de que. Acomodé mi cabello rápidamente y comencé a caminar en su dirección.

Cuando estuve detrás de él, toqué su hombro suavemente y se dio la vuelta.

—¡Hola Joey! —sonreí ampliamente— ¿cómo fueron tus vacaciones?

Me miró con el ceño fruncido y luego hizo una mueca de asco, eso me dolió pero no lo demostré en ese momento. Uno de sus amigos le susurró algo al oído haciendo que una sonrisa de burla se formara en sus labios y en ese mismo instante, supe que algo andaba mal.

—¿Quién eres? —habló burlón y dándome una mirada de desprecio— ¿sabes? no interesa, solo.. no me hables, niña fea.

La sonrisa que adornaba mi rostro se borró al instante y sin poder evitarlo, las lágrimas se acumularon en mi ojos, me odiaba por ser tan sensible.

—Joey.. s-soy Olivia.. —dije nerviosa y apunto de entrar en llanto.

—Olivia —rió— que feo nombre.. Olivia tonta.

Todos sus amigos rieron junto a él y comenzaron a gritarlo sin parar. Hicieron una ronda a mi alrededor y comenzaron a jalar mi cabello, gritando una y otra vez ese estúpido apodo "Olivia tonta, Olivia tonta".

trece años atrás.

Estaba encerrada en uno de los cubículos del baño, no podía parar de llorar. Joey y sus estúpidos amigos se habían encargado de meterme aquí a la fuerza. Solo le había pedido una goma y él se enfadó mucho, dijo que no quería que le hablara jamás, que le daba asco y que me iba a castigar por eso.

—Te dije que nunca me hablaras, me das asco —dijo notoriamente molesto— Olivia tonta.

Sus palabras no paraban de repetirse una y otra vez en mi cabeza, haciendo que mis lágrimas cada vez salieran en mayor cantidad.

Por alguna razón, creí que había superado su odio sin razón hacia mí, pero me equivoqué, lo peor era que yo aún estaba enamorada de él, a pesar de todo lo que me había hecho.

Golpee una vez más la puerta del baño pidiendo ayuda, con la esperanza de que alguien escuchara. Y para mi suerte, luego de unos instantes, escuché la voz de alguien.

—¡Aquí! —golpee nuevamente— ¡por favor, ayuda!

—Oye, ¿qué haces ahí metida?

La puerta se abrió y la figura de una chica se hizo presente. Me levanté del suelo y lo primero que hice fue abrazarla y susurrarle un gracias.

—De nada —rió y nos separamos— ¿quién te encerró ahí?

Me puse nerviosa, no iba a decirle que fue Joey porque sabía que iría a decirle a la directora y no quería que él se metiera en problemas por mi culpa.

—Unas chicas de tercero —me encogí de hombros— ya sabes, son unas malditas perras.

—Ni me lo digas —sonrió— me llamo Lexi, ¿y tú?

—Olivia.

—Oh —me miro de manera extraña— ¿eres la de los papelitos de Birlem?

Al escuchar aquello, la vergüenza se apoderó de mi y comencé a sentir como el calor se acumulaba en mis mejillas. Por si se preguntan a qué se refiere; pues el año pasado le envié notas a Joey confesándole mi amor eterno y se encargó se repartirlas por todo el instituto, para que todos se dieran cuenta de lo tonta que soy.

—La misma —sonreí apenada.

—Oh tranquila —rió— yo hice lo mismo con uno de sus amigos, Jaden Hossler, ¿te suena? —asentí— me mandó al diablo.

Ambas reímos por su trágica historia y mi lamentable papel de desesperada y salimos de baño rumbo a nuestra clase.

actualmente.

Cerré el casillero frente a mi y acomodé mis libros. Comencé a caminar hacia mi última clase del día; economía. Era muy mala en esa materia pero jamás me descuidé, no quería quedarme a examen, definitivamente odiaba venir a clases en verano.

—¡Olivia! —Lexi llegó hacia mí gritando— ¿ya escuchaste lo que le sucedió a Joey?

Mi corazón dio un vuelco al escuchar su nombre. Hace más de tres años que no me hablaba con él, pretendía que ya no me gustaba así que lo pasaba por alto y él al ver que no le prestaba atención, había dejado de molestarme.

—Ni idea —intenté fingir desinterés— ¿qué le sucedió?

—En las prácticas se dio un golpe bien fuerte en la cabeza y lo llevaron al hospital —hizo una mueca— pobre chico.

—¿Pobre chico? —la miré con el ceño fruncido— ¿le pasó algo más?

—Dicen que perdió la memoria —susurró mirando hacia todos lado, procurándose de que nadie estuviera escuchando— es un rumor pero me preocupa un poco, es temporal pero.. ya sabes.

Asentí lentamente y volví mi vista al camino. Debo admitir que un pequeño sentimiento de preocupación me invadió y las ganas de ir a verlo al hospital se apoderaron de mi, después de todo había perdido la memoria y no creo que recuerde que mi presencia le da asco y no quiere que le hable. Bueno.. pensándolo bien es una idea fatal, mejor me mantengo al margen.

—¿Y cuando lo darán de alta? —pregunté.

—No lo sé —se encogió de hombros— pero según lo que se, supongo que en un mes y medio ya lo tendremos de vuelta por los pasillos.

—Un mes y medio —murmuré asintiendo.

—Estás muy interesada Oliv —me miró con picardía y burla.

—Claro que no —le golpeé el brazo— me quiero informar para ponerlo en el periódico escolar, nada más.

—¿Harás una noticia de esto? —me miró sorprendida.

—Por supuesto que haré una noticia —sonreí con malicia— "equipo de fútbol americano pierde al capitán, una gran decaída para el futuro deportivo de la escuela".

Reímos por mí dramático titular y entramos a la última clase del día.
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VANICKSTIN
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