Corazón Rendido® (AG 3)

Capítulo 14

Luego de dos semanas de intenso trabajo y promoción para su álbum, Scooter Braun decidió darle a Ariana un par de días para que descansara.

Lo primero que ella hizo fue empacar sus maletas y abordar su jet privado rumbo a Boca Ratón.

Hubiese podido quedarse en Los Ángeles pero la verdad era que en aquellos últimos días había sentido que extrañaba mucho a su madre, y de alguna u otra manera, cuando se encontraba en su ciudad natal, podía sentirse un poquito más cerca de ella.

Al llegar al aeropuerto inmediatamente salieron del hotel por la parte privada de la pista, aquella que les brindaba toda la seguridad posible a celebridades de su talla.

En compañía de un par de guardias de seguridad, Ariana y Emmet consiguieron llegar a la parte interna del aeropuerto.

Ahí fueron recibidos por uno de los jefes de tripulación particular.

–Espero que haya tenido un buen viaje, señorita Grande– le sonrió abiertamente.

–Muchas gracias, capitán– Ariana le regresó la sonrisa.

Emmet que había permanecido callado, frunció el ceño al reconocer a aquel hombre, y él hizo exactamente lo mismo.

–¿Emmet?–

–¿Ryan?–

Ariana los miró a ambos sintiéndose un tanto confundida.

El hombre era alto y atractivo, de cabello y ojos claros, y piel bronceada. Musculoso y de sonrisa extrovertida.

–Me da gusto verte aquí– la sonrisa de él se hizo gigantesca.

Emmet por lo contrario permaneció serio y un tanto incómodo.

La cantante pudo notarlo.

–Hola... Llevamos un poco de prisa, así que nos vemos después–

Parecía que Emmet no deseaba seguir un segundo más ahí con aquel sujeto, y eso terminó de confundir aún más a Ariana.

Ryan había sido quien le había conseguido los documentos falsos con su nueva identidad. Además estaba seguro de que él mismo se encontraba ahí en alguna misión. Esas simples dos razones debió haber fingido que no lo conocía, pero era un imbécil a pesar de sus grandes habilidades computacionales.

–Bueno, al menos dime cómo estás– enseguida se giró hacia la castaña, y sonrió aún más. –Ya veo que la estás pasando bien. Siempre te quedabas con las chicas lindas, y James y yo teníamos que conformarnos con las feas. No fue suficiente para ti, y ahora has saltado a las grandes ligas. Tu novia es la mismísima Ariana Grande– le golpeó entonces el hombro, en un gesto de camaradería.

Emmet gruñó por lo bajo, y el mal humor apareció.

–Ella no es mi novia– respondió con voz fría.

Ante aquella respuesta, Ryan abrió los ojos de par en par, y entonces su expresión cambió. Pasó junto a Emmet y extendió su mano para que ella alzara también la suya.

Vacilando, Ariana se la concedió.

El sujeto besó su dorso con galantería.

–Capitán Ryan Palmer– obviamente no era su apellido real, pero eso Ariana no podía saberlo. –Y es un gusto conocerla, señorita. Permítame decirle lo mucho que la admiro. Nos estaremos viendo por aquí cada vez que usted desee utilizar su jet–

Emmet hirvió de ira, y prontamente se colocó entre ambos, enfrentándolo.

Ariana se sintió de pronto atrapada en medio de grandes cantidades de testosterona hasta tal punto que sintió que se ahogaría.