Capítulo 8

470 35 12
                                    

El dolor de cabeza fue lo que la despertó.

Ariana sentía como si millones de agujas estuviesen haciendo presión alrededor, y le fuese a explotar en cualquier instante.

De inmediato se levantó de la cama removiéndose entre las sábanas, y descubriendo que se encontraba en ropa interior. Frunció el ceño al no recordar el motivo de su casi desnudez, sin embargo aquello pasó a segundo plano cuando un sonido estruendoso de bocinas de auto, en el exterior de su penthouse, la hizo tomar un par de almohadas para colocárselas en los oídos.

Increíblemente el dolor aumentó con el ruido, haciéndola sufrir de horrorosos martillazos.

Cuando intentó ponerse en pie, un terrible mareo la envolvió, y la visión se tornó borrosa.

Tuvo que aguardar un par de segundos para poder recuperarse. Otro par de segundos transcurrió cuando como una ráfaga veloz, Ariana recordó parte de lo ocurrido la noche pasada...

¡Se había desnudado para Emmet! ¡Cielo santo! ¡¿Qué?!

No, no, no, no, no... ¡No!

Los ojos de la cantante se abrieron con horror, y enseguida se llevó una mano a la boca para ahogar el grito que estuvo a punto de salir.

Cerró los ojos intentando recordar más, obtener más detalles de esa borrachera de la que ahora se arrepentía grandemente.

Se recordaba a ella misma ahí en la habitación, quitándose la ropa, y lanzándose hacia Emmet de manera descarada. Él la había abrazado...

–Oh, no, no, no...– susurró consternada.

¡¿Qué había pasado?! ¡¿Qué demonios había hecho?!

Se dijo entonces que debía tranquilizarse. Debía... ¡Maldita sea! Debía mantener la calma.

Debía salir de su habitación, y... y... ¿Y qué? No, no podía hacer eso. No podía salir. Seguro se encontraría al guardaespaldas, y no estaba segura de si podría ser capaz de mirarlo a los ojos.

Se llevó una mano hacia el cabello, y luego la dejó caer. Volvió a negar recordándose que su avión saldría en un par de horas hacia Boca Ratón, así que quedarse encerrada en su habitación no era una opción.

Pero... ¿Cómo saberlo? ¿Cómo saber si ella y Emmet... ¿Si ella y Emmet habían pasado la noche juntos?

La sola idea consiguió que el corazón de la cantante brincara de horror.

¡Sí, horror!

Ella era una mujer comprometida. Estaba a punto de casarse, por todos los cielos... ¡Estaba enamorada de Nathan!

¿O no?

Sí, sí, por supuesto que sí lo estaba.

Amaba a su novio.

Prometido, se corrigió.

Lo amaba, y ahora existía un altísimo porcentaje de probabilidad de que le hubiese sido infiel con el guardaespaldas.

Y precisamente con él...

Los ojos de Ariana se cerraron con verdadero pánico.

Desde sus adentros rogó porque todo aquello fuese una pesadilla.

¿Habría sido capaz?, se preguntó a sí misma. ¿En verdad habría sido capaz de entregarse a otro hombre? ¿A Emmet Wyatt?

–¿Por qué no puedo recordar nada?...– gimió con angustia.

Enseguida volvió a tranquilizarse, y se dijo qué hubiese ocurrido o no, lo siguiente que haría sería fingir.

¡Sí eso!

Corazón Rendido® (AG 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora